La triste farsa en que estamos cayendo

Aun no hemos superado la muerte del Comandante. Muchos dirán que eso es insuperable, que ese dolor jamás pasará y estoy de acuerdo. Pero no es menos cierto que durante catorce años él nos educó suficientemente como para tener el equilibrio necesario para andar con nuestros propios pasos. No reconocer eso es endilgar a Chávez las falencias en nuestra conciencia actual y no es así.

Estamos en una situación difícil en extremo. La revolución bolivariana está tomando una ruta muy peligrosa que la encamina hacia el suicidio, hacia la social-democracia que, recordemos, ha sido el verdugo de varias revoluciones socialistas.
Nadie dijo que hacer una revolución socialista era "cortar y coser", pero mucho menos lo es el "camino fácil" que muchos están considerando como necesario para lograr el socialismo. Me refiero a esa engañosa idea de potenciar la economía con ayuda de burgueses para luego, con una economía sólida, encaminar al país al socialismo. Esto equivale a calentar el agua para hacer hielo, carece de sentido.

El burgués, el empresario tiene como norte una economía capitalista. Jamás va a colaborar en la construcción del socialismo a sabiendas que es un sistema donde su accionar no tiene cabida. Es una candidez pensar que hay burgueses interesados realmente en contribuir a la instalación del socialismo y el que así lo exprese lo hace convencido de que esta estrategia jamás tiene éxito. Construir socialismo con capitalismo genera mas capitalismo, y que lo digan los chinos.

La plana mayor de nuestra revolución insiste en una visión pequeño-burguesa de la situación y no parece darse cuenta que su barco ideológico hace aguas por todos lados. Los efectos son, mas que evidentes, bochornosos. El asunto de la elección de delegados al congreso del PSUV fue un ejemplo mas del proceso de desintegración que sufre la bancada revolucionaria. Una altísima abstención que revela la enorme desmotivación que existe en el pueblo chavista. Peor aun fue el análisis de los partidarios del "todoestabienismo" quienes en un alarde de malabarismo numérico quisieron demostrar que "menos es mas" y que al contrario de lo que la realidad plantea, el voto "creció". Vaya cinismo.

Ni que decir del congreso en si. La manipulación de la burocracia estatal se comió con rabo y pezuñas el debate crítico y al final se concluyó que "todo esta de pinga" y el partido esta chévere como un ping pong.
Esconder la crítica, mis estimados camaradas, es la misma vaina que tapar el hueco del caucho con una curita. La presión termina estallando.

El presidente Maduro debe bajarle dos a su desprecio por la crítica y convocar con verdadera humildad a un gran debate nacional televisado con todos los movimientos y sectores que apoyan a la revolución, de donde salgan conclusiones y recomendaciones vinculantes, donde todos tengan voz y voto.

De lo contrario terminaremos por servirle el país en bandeja de oro a la derecha en las próximas eleciones o peor: terminaremos alternando gobierno cada seis años a la usanza de la época adeco-copeyana.

Todavía estamos a tiempo de rectificar.

Bombolomp4@gmail.com



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