La clase empresarial capitalista, propietario de dinero, dueños de los medios de producción económica: industrial, comercial, financiero y de comunicación e información, tienen como su base piramidal del desarrollo de sus capitales alpropietario del trabajo: millones de trabajadores asalariados pobres, que efectivamente lo constituyen unos 10 millones 501 mil 616 personas, población ocupada por el sector privado, y 2 millones 689 mil 559 empleados y obreros del sector público, a diciembre del año 2015 (i).
Por el monto del salario mínimo entre el 70% al 75% de las trabajadoras y trabajadores venden su capacidad de trabajo, bien sea al Estado que posee los recursos de capital o a la empresa de capital privado, y en tanto, el plusvalor incorporado en las mercancías/servicios creado por el trabajador asalariado (ii) es plusvalor no pagado totalmente con el salario que recibe, es plusvalor apropiado y gestionado por el Estado y/o por la empresa de capital privado. Apropiación indebida que conforma la ganancia monetaria. Allí la contradicción capital-trabajo se potencia y reproduce, porque es la empresa privada y la burocracia del estado -como sustituto del empresario capitalista-, quienes tienen la propiedad y el poder de gestión del plusvalor creado por el trabajo humano total. Plusvalor que proviene del trabajo vivo, objetivación de vida en productos-mercancías-servicios, trabajo no pagado que se oculta y se hace invisible con el salario, (valor expresado en dinero que es el precio de la fuerza de trabajo), sueldos y salarios que nunca pagarán realmente el valor creado. El salario o el sueldo sólo paga o compensa, apenas, para mantener vivo al trabajador, para reponerle energías de subsistencia y de mantenimiento en el medio social. Es la injusticia que reproduce permanentemente el mercado de trabajo en un sistema tan excluyente y expoliador del trabajo humano como es el sistema económico capitalista.
Además, en la mecánica del sistema, la mejora del salario real del trabajador, los bienes físicos y de bienestar social que puede adquirir con su salario, está en relación inversa a las ganancias del capital; es decir, la recuperación del salario real, adquisición en mayor cantidad de bienes físicos y calidad de vida, sólo es posible con la reducción de las ganancias del capitalista. Por lo tanto, a cada aumento nominal de salarios los dueños del capital, el propietario del dinero, incrementa los precios de las mercancías, con lo cual inmediatamente se reduce y minimiza el salario.
En cuanto a la situación política, económica y social ocurrida en estos últimos años, teniendo en consideración lo anteriormente descrito, y a pesar de ello, el ajuste estructural e indexación social bajo el procedimiento de balanza monetaria de pagos, ha sido aplicado desde inicios del año 2013, por decisiones que conscientemente viene tomando el equipo económico del presidente Nicolás Maduro. Decisiones de economía política neoliberal, en áreas como la economía productiva y comercial; cambiaria, monetaria y financiera. Todo esto hoy está mucho más claro.
El ajuste monetario/cambiario del cien por ciento, 100%, efectuado durante la administración del presidente Chávez en enero del año 2010, cuando se pasó del Bs/USD 2,15 a Bs/USD 4,30 siendo la inflación, variación acumulada del índice INPC, del 27,2%, -incluso, la que ya tendía a salirse del marco normal-, sin embargo, ésta no produjo los daños experimentados como los que se recibieron con el ajuste en el tipo de cambio del 46,5%, de Bs/USD 4,30 a Bs/USD 6,30 en febrero del año 2013.
Desde ese momento, aunado a la desaparición física de nuestro comandante el 05/03/13, se inicia la debacle que nos puso a casi perder las elecciones presidenciales del 14 de abril 2013, y que no ha cesado sino más bien desembocado en la situación que estamos sufriendo hoy, escasez, desabastecimiento e inflación y a cinco meses de finalizar el año 2016, es de entre 800% y 900%.
Es bien conocido por los técnicos del Banco Central de Venezuela (iii), a través de los modelos econométricos que maneja, cómo afectan las variaciones del tipo de cambio nominal sobre la inflación, la depreciación del bolívar, el impacto en la desigualdad económica y especialmente la afectación en los hogares de menores ingresos debido a la oferta de alimentos dependiente de las importaciones en Venezuela.
En nuestro país, aún muy rico pero con una población mayoritariamente muy pobre, reinstituida la política de desregulación monetaria, cediendo al chantaje de las corporaciones empresariales y financieras multinacionales ante la merma de ingresos en divisas y escasez de bienes, provocaron la subida de precios, entregándose a la burguesía los sistemas de administración de precios que operan al interior de la economía nacional, modificando las estructuras de costos de producción de los alimentos y demás medios de vida indispensables. Vuelve a desencadenarse, sin control, lo que el comandante Hugo Chávez jamás permitió, la profundización del deterioro del trabajador por intermedio de los precios en su relación indisoluble con el valor de todo bien y por lo tanto con el trabajo humano, bajo lo cual, el capital transforma valores en precios. Con incremento imparable de los precios relativos se posibilita la transferencia de plusvalor desde el salario del trabajador hacia el capital, transferencia de plusvalor desde el salario del trabajador al propietario privado de capital-dinero, incremento de precios que posibilita la ganancia-acumulación continua, ilimitada de dinero- y tasa de rendimiento de los capitales apuntalando el aumento de riqueza y patrimonio en la empresa privada nacional y multinacional. Esta es una de las leyes básicas del capitalismo.
Simultáneamente dicha transferencia de plusvalor hacia el propietario privado de capital –a través de todos los sistemas de administración y de contabilidad- se manifiesta, en proceso entrópico, la destrucción de valor-poder de compra de nuestra moneda por el mismo aumento generalizado de los precios, aumento hiperinflacionario, desvalorización de nuestra moneda, la que lleva inexorablemente a la destrucción del bolívar a través de la moneda fuerte, el tipo de cambio, el dólar estadounidense. El bolívar, y junto a él todas las demás mercancías que se adquieren en el mercado nacional, queda reducido a basura de valor nominal definido por el precio.
En la arquitectura económica capitalista el precio es al valor lo que el reloj es al tiempo, el reloj es un ingenioso invento/instrumento que mide el transcurrir, la duración, del tiempo; más aún, nunca se podrá decir que el reloj es el tiempo, así como el precio no es valor. Fuera del horizonte de sucesos del observador común, los precios operan libremente en triple relación de equivalencia precio, dinero y mercancía, para beneficio de una clase propietaria explotadora y expoliadora del trabajo humano. Este fenómeno es otra de las leyes básicas del capitalismo que origina la ley de Corriente Interna de Precios Múltiples, la que libera poderosas fuerzas destructivas del valor real de nuestro signo monetario. Por consecuencia, para poder enfrentar esta contradictoria situación que afecta en fondo la estabilidad económica venezolana, tenemos que neutralizar el funcionamiento de esas enormes fuerzas en acción que al interior del sistema conducen la corriente de precios múltiples, fuerzas derivadas de las leyes del valor e intercambio, en la ley de la oferta y la demanda. En el sistema mercantil/capitalista el valor del dinero, el valor de los bienes/mercancías y el valor real aportado por el trabajo humano total, no permanece igual en el tiempo, como reza el principio del equilibrio monetario, sino que más bien, es destruido constantemente por el precio, por ley de estabesco monetario-financiero, (iv).
En ausencia de una concepción científica de la revolución socialista (v) asimilada por la dirección revolucionaria en conocimiento teórico y técnico apropiado, es imposible incidir sobre las fuerzas y tensiones que presionan al interior del sistema y poder así, por ejemplo, cambiar el modelo fracasado de sustitución de importaciones, de una industrialización importadora capitalista, sujeta a "ley de la dependencia de los países de la periferia al centro"; por esa misma ausencia de concepción científica avalada por la experiencia empírica, pasa desapercibido que la destrucción y transferencia de valor también toca a insumos, materias primas y trabajo humano, componentes del costo de producción en las 36 cadenas productivas, 50 rubros priorizados y 15 motores impulsados por el ejecutivo nacional en la Agenda Económica Bolivariana, estrategia por medio de la cual se pretende soberanía productiva y autoabastecimiento.
En cuanto a la participación de los empresarios en la producción nacional "con sus propias divisas" es verdad que dicha participación depende de las ganancias que la actividad les genere a los empresarios grandes y pequeños, nacionales y multinacionales: de allí la incompatibilidad en los fines y objetivos del empresariado privado, con los fines y objetivos del socialismo bolivariano de convertir el proceso de producción, distribución e intercambio de bienes y servicios, en una vía/instrumento de satisfacción de necesidades básicas de las mayorías pobres de la población, garantía establecida como derechos sociales y humanos en nuestra constitución del año 1999. El socialismo bolivariano se contrapone al modelo de producción económica industrial y consumo propiamente capitalista, modelo industrial efectivamente fracasado, donde a todas las mercancías, que son producto del trabajo humano, se les asignan precios cada vez más elevados, puesto que del incremento de precios a discreción, depende la ganancia monetaria, dado que el referente de la tasa de ganancia del capital es la tasa de inflación. Los precios en constante incremento, los cuales, nunca se ajustan por competencia en el mercado, como sostienen los apologistas del sistema, sólo se ajustan por decisiones unilaterales del empresariado de capital privado y comerciantes en posición dominante, coherentes con el principio capitalista de máxima ganancia y mínimo coste y obtención de máxima ganancia mediante altas tasas de retorno e intereses del capital. Por consiguiente, la liberación/sinceración de precios en las distintas ramas y sectores de la producción, distribución y comercialización, concedida a la burguesía, por recomendación de asesores económicos, tomando como referencia la tasa de inflación, sólo sirve para garantizarle rentabilidad al capital, supuestamente invertido por el productor agropecuario, agroindustrial, industrial, importador/intermediario, distribuidor y comerciante.
El campo político y económico de la contrarrevolución se caracteriza por:
La lucha por el poder político de las instituciones del Estado y columna vertebral financiera de PDVSA que la derecha se plantea retomar, involucra de lleno a empresas transnacionales y organizaciones empresariales/comerciales/financieras, contra el pueblo y poder popular organizado; ataque criminal que sufre la sociedad en su conjunto, perturbándola emocionalmente, psíquica, materialmente, aplicando todo tipo de obstáculos en la obtención de alimentos, medicinas y bienes indispensables para la vida diaria.
Debemos observar también, bajo el esquema de la más estricta autocrítica que hacemos y desde la perspectiva de la izquierda y del movimiento popular revolucionario, como la revolución bolivariana tiene sus puntos más débiles en la combinación de factores presentes entre moneda nacional, divisa, comercio y capital, combinación mortal, que satisface intereses de un clan, estrato minoritario civico-militar corrupto dominante, pujándo por fortalecerse y pensando mantener el control de gestión económica-financiera del Estado como si fuera de su propiedad privada, junto a los monopolios empresariales de la burguesía nacional capitalista, asociada a la gran burguesía internacional.
1-Existe coincidencia ideológica entre pequeña burguesía dirigente del PSUV, tren ejecutivo del gobierno-equipo económico-, alta burocracia del estado y la gran burguesía propietaria privada de capital.
2-Esta coincidencia ideológica consiste en la creencia y aceptación por parte de los que toman decisiones en el gobierno bolivariano, que las fuerzas del mercado capitalista, deben en algún momento, establecer el equilibrio general en los sistemas de precios internos, incluyendo el precio de la divisa Bs/USD, nivel de equilibrio que satisfaga el apetito ilimitado, tanto de los grandes, como de pequeños capitales privados. Creencia invalidada, al quedar demostrado no haber equilibrio que valga en ninguna parte, cuando se ha producido aumento generalizado de precios concediéndose lo que solicitaron los emporios empresariales/financieros tanto nacionales como internacionales: un ajuste de más de cien veces en el precio de la divisa estadounidense, desde Bs/USD 6,30 mantenido hasta febrero del año 2013, al precio actual de la divisa complementaria DICOM Bs/USD 644 y aproximándose al precio del dólar paralelo (Bs/USD 1.000).
En las condiciones de producción de nuestra industria manufacturera, empleo, nivel de importaciones en Venezuela, es conocido que un aumento en el precio de la divisa, tipo de cambio nominal, del 30% puede incrementar la pobreza general entre 4% y 6% puntos porcentuales, ahora, vayamos a ver en cuanto debe estar actualmente el nivel de pobreza con un ajuste del diez mil ciento veinte y dos por ciento (10.122,22%) en el precio nominal de la divisa estadounidense, determinada por los expertos economistas capitalistas neoliberales monetaristas, al Tipo de Cambio Complementario.
3-El shock monetario-financiero experimentado por la población trabajadora en su totalidad, producto de esta salvaje política, con desregularización de todo el sistema de precios internos, en el transcurso de los últimos tres años y siete meses transcurridos, no es suficiente para garantizar al capital nacional y extranjero las altas tasas de rendimiento exigidas.
4-El gobierno bolivariano ha tenido que conceder al capital privado, burguesía industrial, burguesía comercial y burguesía financiera, ganancias exorbitantes, para pesar de millones de hogares que en este momento no pueden abastecerse de los bienes más indispensables sin los subsidios directos y las misiones socialistas
5-Con el precio del petróleo a cien dólares o a veinte dólares, el consumo de estos bienes indispensables, consumo que es relativamente constante y previsible, debe estar garantizado, sobre todo en un país con sólo treinta millones de habitantes como Venezuela, lógica y naturalmente pensable. La liberación de los controles de precios, ha servido únicamente para satisfacer los requerimientos de ganancias desorbitadas de los capitales privados, fundamentalmente los capitales extranjeros. Empresas multinacionales que intervienen en esta guerra sin cuartel que se libra en el territorio de Venezuela, entre dos grandes grupos de poderes contra el pueblo de Venezuela.
Estas son algunas de las corporaciones multinacionales que intervienen en el contexto de guerra asimétrica total no convencional e indirecta mantenida por el imperialismo estadounidense-europeo y en agresión contra el pueblo venezolano impidiendo la satisfacción de sus necesidades básicas, fundamentales, en alimentación, artículos principales de higiene y todo tipo de medicinas (vi):
Colgate
Procter and Gamble
Johnson and Johnson
General Mills
Cargill
Unilever
Nestlé
Kelloggs
Kraf
P&G
Mars
Pepsico
Coca Cola
Chrysler
General Motors
Ford
Laboratorios Pfizer
Merck
Bayer
Abbot
Novartis
(i) Cuadro Semestral INE. Cuadro 03. Venezuela Población de 15 años y más ocupada, según sector empleador, categoría ocupacional y sexo, 2do semestre 2012 a 2do semestre 2015.
(ii) 16 Tesis de Economía Política, Enrique Dussel, México, Siglo XXI Editores 2014.
(iii) El Efecto Transferencia (pass-through) del Tipo de Cambio Sobre los Precios en Latinoamérica, Capítulo 8, pag. 169, BCV 2012.
(iv) Vida o Muerte. La gran disyuntiva de la humanidad frente al sistema capitalista, Pablo R. Carvajal, pag. 292. Obra inédita, 2010.
(v) Documento de América Libre y Socialista (ALyS): "Encuentro de reflexión acerca de los resultados de las elecciones a diputados a la asamblea nacional", Enero 2016.
(vi) Guerra farmacéutica y el plan de la "crisis humanitaria", misionverdad.com