Ayer el Comandante, en el acto de reconocimiento a todos los comandos de la Revolución que participaron en el triunfo, unos con más méritos que otros, entre otras muchas cosas de suma importancia, dictó línea sobre lo que él propuso llamar PARTIDO SOCIALISTA UNIDO DE VENEZUELA (PSUV), fue claro y contundente como siempre, por lo que llegó la hora de definiciones, para olvidarse de cuotas de poder, de fracciones o autonomías incomprensibles, de “sopa de letras”, como llamó a los partidos que hasta ahora han acompañado la revolución, sin excepciones pues allí incluyó a su partido el MVR del cual es ideólogo y fundador.
Estaba, en mi opinión, retardada tal decisión, no olvidemos lo que en algunas oportunidades ha sucedido en que por cuotas de poder por un diputado aquí, un concejal o un alcalde allá, algunas organizaciones en el pasado han amenazado con retirar su apoyo al proceso, lo que ha dejado claro que están en él, por apetencias burocráticas más que por convicción revolucionaria y bolivariana.
Era necesario que algún día, el comandante tomara esa importantísima decisión, para que si ha de ser, se caigan muchas caretas y quienes no acepten la propuesta sigan con su tienda aparte porque si nos une a todos, MVR, PODEMOS, PPT, PCV, MEP, UPV , etc. una sola ideología, cuyos principios socialistas se inspiran en Cristo, Bolívar, Simón Rodríguez, Zamora, ¿Cuál es entonces la razón para montar predios políticos aparte en una sola guerra contra y con un enemigo común?.
Nadie como se ha oído, puede abrogarse para su movimiento el número de votos que por lista de partidos obtuvieron ni en la revolución, ni por el lado de la oposición, bien es sabido y quien afirme lo contrario, vivirá en Marte pero no aquí, que hubo dos claras tendencia: Por Chávez y contra Chávez, aquí nadie votó por Rosales, quienes lo hicieron lo hubieran hecho igual si el candidato hubiese sido cualquiera que hubiese pasado por la calle y llamado a serlo. Entonces que en un caso o en otro nadie se crea dueño de la voluntad popular.
Los colores, las doctrinas, si las hay disímiles en el proceso, o se unifican o desaparecen; que no piense nadie de los partidos que la revolución le pertenece pues el único dueño de ella es el pueblo que la apoya y se nota a leguas que éste se inclina mayoritariamente por la idea del partido único, planteado, aún antes de las elecciones, por el Comandante que ha demostrado hasta la saciedad que tiene razón en sus planteamientos.
Nuestro líder ha sido el estratega que ha dirigido mil batallas, sus aciertos has sido más que probados en múltiples frentes y esta vez como las anteriores va a tener razón y éxito, no me cabe la menor duda, como no le debe caber a quienes aun con organizaciones diferentes pero que deberían tener un objetivo común, hasta ahora han estado con la Revolución y de ella se han beneficiado.
El partido único, no es otra cosa que poner en práctica lo que desde su lecho de muerte, nuestro inspirador Simón Bolívar pidió: ¡UNION Y MAS UNION¡, y ello para nosotros debe ser una orden que aun no se ha cumplido, la rueda de la historia, los tiempos que vivimos en los cuales un enemigo poderosísimo como es el imperio nos acecha, tendremos por fuerza y convicción que deslastrarnos de apetencias y conveniencias parcializadas e individuales y comenzar a imponer el socialismo dentro de nosotros y las organizaciones partidistas, llámense como se llamen.-
Si durante la campaña, con la frase; ¡ Ordene comandante¡, que se oyó a lo largo y ancho del país le dijimos a nuestro líder que estamos prestos a cumplir sus órdenes, mal podemos ahora en que lo hemos ratificado, echar a un lado sus prédicas en pos de una unión verdadera y auténtica en la cual se acaben las pujas partidistas, las zancadillas burocráticas en los organismos colegiados como los concejos municipales y las asamblea legislativas, en que se dan espectáculos repugnantes por cuotas de poder.
Con la institución de un partido único, la revolución va a ser una sola, monolítica, poderosa y capaz de aguantar y someter cualquier ataque de los enemigos del país que aquí los tenemos identificados y de los foráneos que en connivencia con lacayos, tanto daño han logrado causarle a la Patria;con el partido único la revolución se va a autodepurar pues quienes están infiltrados y disfrazados de revolucionarios no van a poder ocultarse , se le va a ver la costura muy fácil, en el partido único no podrá haber corruptos pues al no existir el consabido estira y encoge en la escogencia de los cargos, quien sea designado va a tener que ser pulcro y probo pues si no el tren revolucionario cuyos rieles y motor ahora será el pueblo soberano se los llevará por delante indefectiblemente. El partido único ha de tener como premisa de primer orden una lucha a fondo, diaria e implacable contra la corrupción y el burocratismo si quiere sobrevivir y ser la organización que nuestro líder tiene en mente, una tal que garantice el gran objetivo que no es otro que la institucionalización del socialismo del Siglo XXI, entonces:
!Ordene mi Comandante!