Aun cuando no se estuviera en el ánimo de polemizar con la dirigencia de los partidos políticos PODEMOS, PPT O PCV, es innegable que su distanciamiento de la propuesta presidencial de adherirse al Partido Socialista Unido responde a la falta de claridad, en especial en el terreno ideológico, que a éste lo rodea, como si la invitación fuera más bien para dar un salto al vacío. También es innegable que la reticencia mostrada responde al hecho de que la dirigencia reformista del MVR estaría ya montada en la conformación del nuevo partido, aprovechándose de que los batallones del Comando Miranda fueron designados y coordinados por dirigentes de esta tolda política durante la campaña presidencial pasada. Sin embargo, vale decir que todo ello no hace sino resaltar las múltiples diferencias existentes entre individualidades y colectivos políticos y sociales que respaldan a Hugo Chávez, siendo éste lo único común entre todos ellos, de ahí -quizás- la convicción del Presidente de ser quien pueda unificarlos, de manera que se acaben los sectarismos y los enfrentamientos. Pero, todavía así, no sería sino el reconocimiento de una realidad ocultada por las mismas circunstancias que envolvieron el proceso revolucionario bolivariano en estos últimos ocho años: la carencia manifiesta de una teoría y de una conciencia revolucionaria única.
Esta realidad, ocultada por la necesidad de ganar en cada elección celebrada espacios que aseguraran la continuidad del proceso bolivariano, es la que conspira contra la constitución del Partido Unido sugerido por Chávez, debido principalmente a que muchos de los que se le oponen (subrepticiamente o no) detentan cargos de elección popular que podrían causar cierta crisis de gobernabilidad en Venezuela o, por lo menos, algunos impasses con el gobierno central. La razón de ello es muchos de estos personajes sólo quisieron usufructuar el poder y, si aceptaron hablar de revolución y de socialismo, fue para conservar el espacio político y económico recién conquistado. Cosa totalmente opuesta al sentir popular que ya ansiaba que Chávez se deslastrara de los mismos en vista de la exigüidad de su compromiso revolucionario. De mantenerse ambos planos, no es descabellado suponer que se produzcan confrontaciones entre unos y otros, lo cual podría acelerar o retrasar el avance del proceso revolucionario, dependiendo de la acción decidida de Chávez respecto a cualquiera de los dos bandos.
No obstante, el escollo principal a vencer por el PSUV es que sus militantes adquieran verdaderamente una conciencia revolucionaria y la hagan notoria en cada actuación, sea dentro o fuera del gobierno, sobre todo, cuando se plantea un socialismo nuevo, diferente al que nos pudiera remitir a la experiencia soviética o de otro país, incluyendo a Cuba. Esto constituye el punto débil a fortalecer, ya que del mismo depende que -ante las agresiones que generaran el imperialismo gringo y sus asociados nacionales- resulte victorioso el proceso venezolano. Además, debe avivarse ese espíritu internacionalista e integracionista que desea imprimirle Chávez, considerando que ya antes Bolívar y demás próceres lo exhibieran por medio continente; siendo pieza clave para que se comprenda, en su justa dimensión, lo que es el ALBA y la lucha común que nos hermana con los pueblos latinoamericanos, caribeños y demás latitudes en contra del principal agresor y depredador de la humanidad: el imperialismo yanqui y sus socios europeos.
Para Chávez, lo mismo que para muchos revolucionarios, la idea del PSUV representa un punto de quiebre que facilitará caracterizar al proceso bolivariano, de modo que éste no se contamine con los vicios del reformismo y se convierta en un instrumento eficaz de desarrollo revolucionario al servicio del pueblo. Si partimos del convencimiento de que en su seno tendrá un lugar preponderante la democracia revolucionaria, participativa y protagónica, sin imposiciones cogolléricas ni manipulación clientelar de sus bases militantes según la vieja práctica reformista, no es difícil de imaginar que habrá un significativo salto cualitativo en lo que debe ser el proceso revolucionario bolivariano. En constante construcción, al tiempo que se le abren ámbitos nuevos al socialismo y a la sociedad socialista que han de emerger pronto en la Patria de Bolívar.-
¡¡¡REBELDE Y REVOLUCIONARIO!!!
¡¡Hasta la Victoria siempre!!
¡¡Luchar hasta vencer!!
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