Estos días decidí hacer una necesaria pausa, en virtud de algunas meditaciones, de poner en orden mis ideas, de vivir junto al pueblo este proceso inédito que estamos viviendo en el PSUV, que sin duda, a pesar de las observaciones y críticas, sin embargo esto sienta un precedente sumamente positivo en la historia política y democrática que estamos viviendo en estos últimos 10 años en Venezuela.
Una de las cosas que si debo expresar, es que en Venezuela, esos 5 millones 700 mil y pico de militantes del PSUV, y en el caso concreto del Estado Bolívar, 247.000 hombres y mujeres invitarles a votar y a participar masivamente este próximo 01 de junio, en nuestras elecciones de base. Que en este proceso electoral interno, nadie se sienta presionado, nadie se sienta intimidado, que nadie se deje manipular. Esta sera una oportunidad extraordinaria del ejercicio de nuestra liberta de decidir, del ejercicio pleno de nuestra conciencia, un paso más en el avance que nuestro proceso revolucionario esa teniendo en esta Patria de Bolívar, y que pese a lo que intente la contrarrevolución interna y externa, no van a poder con nosotros.
Pero no es de eso de lo que quiero pronunciarme. De lo que si quiero expresarme hoy es de todos los aprendizajes que debemos tener en las revoluciones, y por supuesto hacer algunas reflexiones a este respecto. Las revoluciones se nutren de la experiencia universal. La teoría revolucionaria que es guía de toda acción revolucionaria, si es despojada de la experiencia se convertiría en parloteo.
Bolívar se alimento de la Revolución Francesa. Simón Rodríguez mojó sus pies en el río del Socialismo Utópico.Miranda sabía la importancia de su biblioteca, que contenía la experiencia y la teoría de siglos.
La Comuna de París ilustró a los clásicos.Lenin enlazó la teoría universal con la práctica, y la enriqueció, y aquella simbiosis de teoría y práctica exitosa iluminó el camino de la Revolución mundial.El pensamiento del Ché y de Fidel son guía indispensable.
La Revolución Bolivariana, una Revolución Pacífica, debe estudiar con mucho detenimiento la experiencia del Chile de Allende.
Esta experiencia, en nuestro medio, ha sido desechada, estudiada a la ligera, despachada con dos o tres deformaciones, como esa que el MIR chileno fue culpable de la caída de Allende.Bajo esos infundios se oculta una enseñanza importantísima para nuestra Revolución, o mejor crucial, Veamos.
La Revolución chilena transcurrió en medio de una intensa discusión en su interior.Allende en su informe del 13 de marzo de 1972 al pleno del Partido Socialista, resume el centro de la discusión así: "...Si la institucionalidad actual puede o no negarse a sí misma, destruirse a sí misma abriendo paso a un nuevo régimen institucional".
Esta polémica, donde participo el MIR, sectores del Partido Socialista y otras organizaciones revolucionarias, se dio en medio de una ofensiva del fascismo, que asesinaba a Generales como Schneider y Prats, y ponía obstáculos de todo tipo al desempeño del gobierno.
Debemos estudiar a fondo este período y la etapa posterior al derrocamiento de Allende. Aquí, por razones de espacio, nos limitaremos a algunas pinceladas fundamentales.
Allende postulaba que la posibilidad de avanzar dentro de la legalidad burguesa heredada es contar con gran apoyo popular y la comprensión del Congreso, donde participaban los partidarios y los opositores de Allende.
Pero el Congreso no acompañó los cambios, al contrario,se plegó al plan golpista, al punto de sacar un petitorio a los militares para que actuaran en contra del gobierno.
Por otro lado, el pueblo que apoyaba a Allende en los comicios no lo acompaño a la hora del golpe. Y aquí hay dos grandes enseñanzas:
La primera, no hay oligarca demócrata: si la legalidad le es adversa, sin ningún rubor la atacan desde posiciones fascistas.
La segunda, las revoluciones pacíficas deben moverse en dos escenarios, el de la legalidad oligarca, donde el apoyo popular se mide por los votos, y el escenario inevitable, cuando la oligarquía rompe esa legalidad, arremete contra ella por la fuerza, entonces el apoyo a la Revolución debe ser combatiente, organizado, disciplinado, consciente, creador de la legalidad revolucionaria.
Las masas de nuestra Revolución pacífica deben estar preparadas para pelear en los dos escenarios, no debemos y no podemos caer en la trampa de pensar que el apoyo de los votos es más que suficiente.
De estudiar a fondo este período y la etapa posterior al derrocamiento de Allende dependerá la vida o la muerte de nuestro proceso revolucionario en Venezuela.
Patria Socialista o Muerte!!!
Estamos Venciendo!!!
*Abogado y Analista Político. Moderador del Programa "Senderos Revolucionarios", transmitido los dias lunes y viernes de 6 pm a 7 pm por el Circuito Radio Venezuela 880 AM de Ciudad Guayana, junto al Diputado de la Asamblea Nacional por el Edo Bolivar, Rafael Ríos. www.juanmartorano.blogspot.com , http://www.juanmartorano.tk/ . jmartoranoster@gmail.com , j_martorano@hotmail.com , juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar