La práctica del Nepotismo como medio para pretender perpetuarse en el poder en Venezuela

Uno de los más serios problemas en la practica política venezolana y en gran parte del mundo, es la de no querer reconocer el fin de los periodos de gobierno que por ley se deben ejercer. Entonces empezamos a armar la trampa de la continuidad desde posiciones de poder mas allá y detrás del poder aparente.

Queremos ejercer el poder desde la distancia prudencial que nos da el ejercicio del mismo poder por una persona muy allegada, familiar, amancebada o amiga, en el intento de mantener políticas y privilegios personales o de grupos.

Esta es una tentación de la cual tiene que huir los sectores revolucionarios en el ejercicio del poder político. Se ha sometido al Partido Socialista Unido de Venezuela a una práctica preelectoral, que demostró ser única, porque por primera vez en el mundo los candidatos a diferentes cargos públicos de elección popular fueron postulados y electos en votación popular directa y secreta. Los candidatos fueron a una justa contienda para que el pueblo, Vox deus, escogiera a sus candidatos y candidatas, y así fue.

Algunos funcionarios del chavismo que ya cumplieron sus periodos, escogieron entre sus familiares y amistades a sus candidatos sucesorales, en cierta forma podríamos decir que eso es natural y quizás instintivo en los seres humanos. Algunos quedaron electos en buena lid, rompiéndose así, por la elección popular, el círculo antietico del Nepotismo por la voluntad de los votantes desde las bases.

En Venezuela se han visto casos muy resaltantes de Nepotismo y se siguen viendo a través del ejercicio de la política, también se ven casos en el sector privado. Dejando ver con esto que este es un mal de vieja data en nuestro país, en el continente. No es un proceder de pobres y plebeyos, el sistema monárquico de la vieja Europa y de otras partes del mundo es la mejor prueba de Nepotismo, justificado con el principio de la Elección Divina o del Derecho Divino de los Reyes.

En nuestro contexto hemos visto barraganas, hermanos, amancebados, hijas, hijos, esposas, sobrinos, amigos del alma, padres, en fin de todo. Esto se ha convertido en una práctica casi constante que pareciera que los sectores revolucionarios y de oposición no pudieran safarse de esto, por la misma fuerza de la práctica política tradicional.

En Guarico, vimos como un gobernador propone e impone a su hija en una lucha interna del partido por escoger su candidato a la gobernación en esa entidad. Al darse el resultado que favoreció a William Lara, tanto el gobernador, como su hija y el partido PPT, procedieron a desconocer los resultados y a proclamar como su candidata, contra toda lógica política, a la precandidata derrotada.

En el Zulia, el actual gobernador, haciendo uso de la practica Adeca- Copeyana, en la cual se formó, desconoce el ascenso y empuje del precandidato Juan Pablo Guanipa, el mejor situado en las encuestas de la oposición a la candidatura por la Alcaldía de Maracaibo, entonces se impone como jefe de la oposición en el Zulia, se hace nombrar a través de sobornos, chantajes y retiros de apoyo de los grupos políticos, y se convierte por obra y gracia de la manipulación, en candidato a la Alcaldía de Maracaibo, sacando de circulación política al pobre y manipulable Guanipa. Demostrando así que muchos y muchas no pueden vivir sin el poder.

La vieja política tiene todavía sus encantos en muchos dirigentes nuevos de uno y otro bando. Si no lo creen solo hay que mirar como se han manejado las candidaturas de todas las corrientes políticas en muchos estados y municipios de Venezuela. El viejo Nepotismo muchas veces manejado descaradamente en la vieja Roma por Emperadores, Papas y antipapas, está vivo y activo en nuestra política revolucionaria o escuálida. Podemos decir que es una práctica consuetudinaria en nuestro país.

Esta es una práctica política que debemos superar, sobre todo aquellos sectores políticos revolucionarios que pretenden presentarse como una opción de renovación política e ideológica.

Cada persona debe ser electa por sus cualidades verdaderas y en buena lid preelectoral o electoral. Cada persona, por si misma, debe desligarse de su condición de familiar o allegados de algún funcionario público de relevancia y dar la batalla por sus propios medios, muchos lo han hecho de manera ética y otros no.

Los revolucionarios y revolucionarias deberían dar ejemplo de honestidad y buen proceder. Debemos recordar que nuestra herencia es profundamente bolivariana y que el mundo tiene toda su confianza puesta en nosotros y nosotras, como hijos e hijas del más grande americano.

¡El Pueblo Nunca Olvida!


obedvizcaino@gmail.com


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Obed Juan Vizcaíno Nájera


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