Estas mafias malignas están generando y convirtiendo, cualquier factor de perturbación en arma de guerra política. Lo pretendido es evitar los cambios necesarios, con los cuales se pueda liberar a las mayorías del yugo de la opresión capitalista y explotadora del ser humano. En Venezuela después del año 1998, empezó a cuajar un plan político, económico y social, que después de años y años de peleas populares, y que costó miles y miles de vidas humanas, penas, torturas, persecución, cárcel, injusticias y desapariciones forzadas. Vino a ser la culminación de esas luchas.
Ante lo inevitable del ascenso de ese clamor popular al poder político, el poder económico nacional y sus amos transnacionales, definieron estrategias que se dirigieron en contra de los intereses económicos del pueblo, con mayor profundidad. No es que antes no existía ese ataque, su misma implementación continua, desde el primer gobierno de CAP, hasta el último y fatídico de Rafael Caldera, estaba dirigido a convertir al pueblo en una gran masa de miseria y pobreza, cuyo logro exhibía para ese año de 1998, un 80% de pobreza. Lo que sucede, es que ese mismo ataque provocó reacciones como el sacudón del 89 y las rebeliones militares del año 92, que condujeron felizmente a los acontecimientos del 98.
El verdadero rostro del poder capitalista se descubrió. Desde ese momento, hizo su aparición descarnadamente y alcanzó su nivel más elevado en el año 2002, 2003, con el golpe de estado y el lockout empresarial después; ambos bajo la instigación y protección del poder sionista yanqui y la aberración falangista española.
En este momento la inflación en Venezuela, es usada como bandera de ataque política contra el proceso revolucionario, pero esa inflación es producto de la actitud premeditada de los empresarios estafadores aglutinados en FEDECAMARAS. Los empresarios de la comunicación, han tomado el control de las organizaciones políticas opositoras, sirven de intermediarios para distribuir las cuotas monetarias que desde Estados Unidos envían, para comprarlos y para financiar sus acciones contra el país. Mamparas como Venanchan o Cavencol, sirven de instrumento para ayudar a coordinar las estafas contra la nación. Sobrefacturaciones, rotación de productos que pasan por la frontera colombo venezolana, una, dos, tres, cuatro y n veces, con la finalidad de contribuir a la fuga de divisas y de enriquecerse a la vez, generando escases artificial de productos de primera necesidad, que al final va a servir de grasa para la rueda de las especulación empresarial en contra de la población venezolana.
Esta cobarde agresión, ha producido sus victimas fatales en el pueblo,
antes y después del paro y del golpe de estado. Pero lamentablemente
la justicia también está manipulada, y unos asesinos confesos, fueron
absueltos por una decisión burlesca, al decir que esos muertos
son producto del estado de gravidez de buenas intenciones de esos cobardes
asesinos.