¿Dónde estaban los ojos del gobierno de Colombia?

No hay una pregunta más apropiada que uno debe hacerse, ante el lamento del gobierno de Colombia por las medidas legitimas que nuestro gobierno ha tomado en defensa de la Patria y los intereses de todos los venezolanos que no vivimos del contrabando, ni del bachaqueo, ni del saqueo que se viene haciendo desde hace tiempo, favoreciendo tanto a la oligarquía colombiana como a la venezolana y que no conocen de sentimiento Patrio, sino del dinero mal habido. Conque descaro se estaba expoliando a nuestra Patria, desde la gasolina, las medicinas, una mantequilla, hasta los billetes de alta denominación, que son comprados por cada cien, ofreciendo una ganancia entre un 20% y más, dependiendo de la cantidad de acuerdo a información suministrada por profesionales de la comunicación. No se trata sólo ya de los militares y civiles tiroteados por la espalda y cuyos responsables es posible que hayan huido hacia el vecino País y que ahora el Presidente Santos, dice mostrar interés para ayudar a la captura de los mismos, esto es deseable que ocurra, y así debe ser de parte y parte, cuando ocurren hechos delictivos, cuyos protagonistas huyen al país vecino para escapar de la justicia, de hecho, existen antecedentes que así lo certifican, pero el caso que hoy nos ocupa ante la medida legitima y constitucional que nuestro gobierno ha tomado obedece a la gravedad del contrabando, bachaqueo de productos alimenticios, de higiene personal, ferretería, cauchos y de gasolina, que desde hace mucho tiempo se viene presentando, incluso desde que nuestro Cmdte. Supremo estaba vivo, debemos recordar que el término bachaquero se hizo presente en Zulia y Táchira, sobre todo en la zona fronteriza con el contrabando de gasolina en carros de modelos viejos seleccionados para tal fin, cuyos dueños se dispusieron a realizar a diario tal actividad, y que en algunos casos utilizan tanques adicionales.. La venta de esa gasolina en ciudades como Cúcuta, se hace bajo la vista gorda de las autoridades de la misma, al igual que el resto de productos que el gobierno colombiano sabe perfectamente que entran a su territorio por las trochas, es un saqueo permanente, donde tampoco ha importado si esto va en desmedro o no de la producción colombiana. Aquí el problema es más grave de lo que el presidente de Colombia ´plantea, se trata de ponerle orden y autoridad al comercio fronterizo, incluyendo el cambio de la moneda que debe circunscribirse a lo que establezcan las autoridades de ambos países para el intercambio comercial, incluyendo el valor real de la moneda en que deben accionar los propios ciudadanos para el día, día.

Con esas declaraciones del gobierno colombiano, pareciera que no han tenido ojos para ver la realidad de lo que acontece en esa parte del norte de Santander y que cada vez se agrava en contra del pueblo de Venezuela, porque la expoliación y el saqueo que se le hace a nuestra Patria es parte de toda una guerra económica que busca estrangular a los venezolanos con la imposibilidad de conseguir los alimentos y todo aquello que se requiere para la cotidianidad de la vida, con el objetivo fundamental de crear el caos y así responder a los intereses de quienes se han planteado acabar con esta Revolución Bolivariana, algo que tampoco lograran, ni los pitiyanquis de nuestro País, ni los oligarcas de allá. Igual ha sucedido con el robo de vehículos en Venezuela y su pase hacia el vecino País, donde se ha visto la permisividad con la cual le han permitido su circulación sin ninguna limitante. Esto último por supuesto ha servido para motivar el robo de vehículos en nuestro País y su comercio en dicho territorio neogranadino. Otro aspecto que tampoco han visto los gobernantes de Colombia, es la destrucción de la carretera de Ureña a San Pedro del Rio, ante el paso a diario de gandolas cargadas de carbón, en dirección a Puerto La Ceiba, siendo esta vía muy sensible y vulnerable a tan enormes cargas, que en muchas veces han sido la principal causa de puentes caídos, sin recibir el Estado Venezolano ningún tipo de compensación, por tales daños estructurales y del ambiente, que en muchos casos son irreversibles.

Pero además se observa, que en esa guerra económica que se tiene contra Venezuela, tiene una direccionalidad, en esa doble cara del valor de la moneda de Colombia, la cual se establece según el Banco República por encima de los 200 ´pesos colombianos por Bolívar, pero que en la realidad de la zona fronteriza, su relación es de menos de cinco (5) pesos por Bolívar, en este punto se tiene que sincerizar la relación entre la moneda colombiana y la venezolana, siguiendo el concepto del Sistema Monetario Internacional y cuya consulta en Wikipedia, dice lo siguiente:" El sistema monetario internacional (SMI) es el conjunto de instituciones, normas y acuerdos que regulan la actividad comercial y financiera de carácter internacional entre los países.1El SMI regula los pagos y cobros derivados de las transacciones económicas internacionales.

Su objetivo principal es generar la liquidez monetaria (mediante reserva de oro, materias primas, activos financieros de algún país, activos financieros supranacionales, etc,) para que los negocios internacionales, y por tanto las contrapartidas de pagos y cobros en distintas monedas nacionales o divisas, se desarrollen en forma fluida". Esa misma incongruencia del valor de la moneda de Colombia con relación al SMI, ha servido de base para el marcador que señala a diario el instrumento conspirativo de lo que han llamado "dólar today" como mecanismo de distorsión de la economía venezolana, y que se maneja desde MIAMI. Ahora bien, volviendo al título del artículo, también se pudiera decir, que el gobierno colombiano se ha hecho de la vista gorda de lo que acontece en su territorio fronterizo, porque sabe perfectamente el gasto social que tiene que invertir para beneficio de sus conciudadanos, pero eso es su problema y nosotros como venezolanos no debemos permitir ese saqueo que se le hace a nuestra Patria en detrimento de nuestro pueblo. y todo esto conjurado dentro de una guerra económica planificada y financiada desde el Departamento de Estado Norteamericana, con el apoyo de la oligarquía venezolana y colombiana. Finalmente debemos estar claros, que no se trata solamente de los venezolanos heridos, quizás esto fue lo que derramo el vaso, pero sobran las razones que justifican las medidas que nuestro Presidente Nicolás Maduro y el gobierno de Venezuela ha tomado en defensa de nuestra Patria, por una frontera que tiene que ordenarse y ponerse bien en claro las reglas de juego que deben imperar entre dos países hermanos, donde exista un cambio de moneda institucional verdadero, se acabe el contrabando de gasolina y se acabe el saqueo que se viene haciendo a través del bachaqueo y de mafias del mismo. Quizás, dichas medidas debieron haberse tomado antes, pero también soy de los que creo que todo tiene su momento, por eso todo aquel que se sienta venezolano, sin distingo de razas, credos e ideologías, debe acompañar a nuestro Presidente Nicolás Maduro en esta toma de decisiones por la defensa de nuestra Patria Bolivariana y Chavista.



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Romel Alí Rodríguez


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