Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona
Strategic Culture Foundation
Estados Unidos no ha tenido un embajador en Bolivia desde el año 2008 cuando Philip Goldberg fue declarado persona non grata debido a sus actividades subversivas para derrocar al gobierno del Presidente Evo Morales.
Morales aún se indigna cuando recuerda que luego de presentar sus cartas credenciales, Goldberg, de manera perentoria le informó que Bolivia debía cortar todo vínculo con Cuba e Irán si deseaba mejorar sus relaciones con Washington.
Todos los diplomáticos que precedieron a Goldberg también se comunicaron con los presidentes bolivianos esgrimiendo ultimátums similares. Durante muchos años Bolivia estuvo dependiendo completamente de Estados Unidos –políticamente, financieramente y económicamente. La estación local de la CIA tenía una oficina permanente en el Palacio Presidencial, el agregado militar norteamericano controlaba al ejército y la misión del Fondo Monetario Internacional emitía órdenes al Ministerio de Economía. La DEA operaba sin el menor control utilizando sus poderes para comprometer a cualquier político inconveniente, sindicalista o líder de organizaciones indígenas.
Parecía como que no había ninguna vía para que los bolivianos se liberaran de este estrangulamiento. Sin embargo, Evo Morales y un grupo de personas afines a su lado lograron restablecer la independencia y la soberanía del país. La incondicional dominación norteamericana de Bolivia llegó a su fin con la nacionalización de sus yacimientos petrolíferos y gasíferos, con la aprobación de una nueva constitución, con la incorporación de la población originaria a la vida política y económica y el ingreso del país al movimiento por la unificación de América Latina.
El Departamento de Estado reemplazó a Goldberg con el Encargado de Negocios en Bolivia, Larry Memmott, quien cuenta con un sólido bagaje en labores diplomáticas y de inteligencia. A Memmott se le asignó la misma tarea: Sacar a Evo Morales de la escena política. Para lograrlo, cuenta con un arsenal completo de técnicas de desestabilización que fue de inmediato puesto en operación –desde organizaciones no gubernamentales, ongs la quinta columna, discursos de la oposición y hasta la infiltración de grupos terroristas en el territorio boliviano. En todo caso, Memmott fue denunciado a partir de un incidente que involucró a Jacob Ostreicher, conocido agente de la CIA. El agente fue detenido y se preparó el juicio durante el cual pudo haberse conocido revelaciones sensacionales en torno a las operaciones sobre estupefacientes de la CIA que apuntaban hacia la difamación del gobierno boliviano.
Memmott debe haber desempeñado un papel personal en la orquestación de la huida de Ostreicher del país. En consecuencia, el encargado de negocios fue llamado desde Estados Unidos donde actualmente se refiere con profusión "que todo fue por culpa de Morales." Alega que quizás el presidente boliviano adolece de un complejo de persecución. Memmott jura que la embajada de Estados Unidos no tuvo nada que ver con ningún encubrimiento y que nunca intentó derrocar al gobierno boliviano. Admitió que a él siempre lo desconcertaron los discursos de Morales en los cuales el presidente se refería a Estados Unidos "en un estilo negativo y peyorativo". Por otra parte, fue el Presidente Morales el que prohibió las operaciones de la DEA y cerró las oficinas de la USAID en el país.
Memmott no solo esgrime justificaciones para sus propias acciones, continúa insistiendo en que el Presidente Morales tendría que ser sacado para que Bolivia pueda avanzar en la ruta planificada por Estados Unidos.
Luego del fracaso de Memmott, la embajada norteamericana fue reorganizada y todo su personal fue reemplazado. El actual Encargado de Negocios en La Paz es Peter Brennan que se desempeñó en varios países latinoamericanos, incluyendo Cuba. Existen rumores que está emparentado con el actual director de la CIA, John Brennan, y que sueña con una carrera igualmente deslumbrante. Peter tiene una reputación bien ganada como "halcón" y todo indica que está dispuesto a demostrarlo en Bolivia.
Actualmente Estados Unidos se está enfocando en la supuestamente creciente amenaza del narcotráfico y la participación de asociados con Evo Morales y el Vicepresidente Álvaro García Linera. El jefe de personal de la Presidencia de Evo Morales, Juan Ramón Quintana, declaró que una operación clandestina contra el Presidente Morales está en desarrollo en el país, financiada y dirigida por la DEA norteamericana. Quintana agregó que la DEA tiene un largo historial de ataques contra el Presidente Morales que datan desde que él dirigía el Sindicato Cocalero y fue posteriormente elegido parlamentario y se convirtiera en un serio postulante a la presidencia de la república. Según Quintana, Washington está tratando de aislar al líder boliviano en al plano internacional. En repetidas oportunidades Washington ha tratado de implicar a Morales en el narcotráfico y vincularlo con los carteles de la droga, pero sus esfuerzos por montar esa provocación no han tenido éxito. Actualmente tenemos un nuevo intento en marcha coordinado por Brennan desde La Paz con el fuerte apoyo de la maquinaria propagandística norteamericana.
El gobierno de Obama una vez más ha incluido a Bolivia en la lista presidencial de los países más importantes en el tránsito de drogas y/o productores ilegales de drogas. Un informe publicado en Estados Unidos alega que la información sobre Bolivia de la Oficina de Naciones Unidas para el Control de la Delincuencia y el Narcotráfico no refleja la realidad. Sostiene que 35 mil hectáreas estaban en realidad siendo utilizadas para el cultivo de la coca en Bolivia y no 20 mil cuatrocientas. De este modo, continúa, que una "producción no declarada" podría teóricamente ser utilizada por agrupaciones criminales para producir cocaína. El Ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, David Choquehuanca citó a Brennan a su oficina para que explicara el contenido del informe norteamericano.
Por otra parte, el colombiano Carlos Toro, ex agente de la DEA que estuvo infiltrado en el cartel narcotraficante de Medellín, también participó en la campaña contra Evo Morales. Carlos Toro figuró como un capo de la droga durante veinte años antes de retirarse a Estados Unidos y se dice que ahora teme ser extraditado a Colombia. Si esto sucediera, no sería difícil pronosticar su futuro. Por esta razón, Toro se reunió con la prensa con el objeto de declarar públicamente sus quejas contra la DEA y para exigir el pago de lo que ganó durante los años de colaboración. Toro se refirió a muchos proyectos en los cuales él estuvo comprometido, incluyendo la operación "Rey Desnudo", la cual estaba principalmente apuntada contra Evo Morales.
Se dice que la DEA tiene evidencias en torno a individuos cercanos al presidente boliviano que están comprometidos en el narcotráfico. Entre aquellos nombrados por Toro está el padre del vicepresidente Álvaro García Linera –Raúl García quien falleció el año 2011; un amigo de Linera—el argentino Faustino Giménez quien trabajó en la industria minera boliviana; el piloto del avión presidencial y general de la Fuerza Aérea de Bolivia, Walter Álvarez y Katty Orosco, funcionaria del servicio de seguridad del presidente. Posteriormente la DEA sacó de Bolivia la documentación sobre la operación "Rey Desnudo", y fue entregada a funcionarios de la DEA en Paraguay con el objeto de continuar con el proyecto.
Si los funcionarios norteamericanos verdaderamente poseyeran documentos que implicaran a Morales y a su entorno íntimo, ya los habrían utilizado hace tiempo. El Ministro del Interior de Bolivia, Carlos Romero condenó el uso que los norteamericanos hacen de las "evidencias" propagandísticas del ex agente de la DEA y señaló que las personas nombradas jamás han llamado la atención de los funcionarios policiales.
Esta "información" en extremo agitada cuya publicación fue montada por los servicios de inteligencia de Estados Unidos, constituye un buen ejemplo de una jugada común en la cual los "sospechosos" que han soportado ataques infundados y a menudo fabricados, son exonerados y demuestran su inocencia. En este caso, la intensificación de la propaganda sucia contra el presidente boliviano y sus colaboradores demuestra los futuros planes de la inteligencia norteamericana para desestabilizar este régimen.
Evo Morales piensa que los norteamericanos están tratando con estas acciones de "justificar sus fracasos". El presidente declaró que su país ha tenido mucho éxito en reducir la superficie utilizada en el cultivo de la coca e invitó a John Kerry para que visite Bolivia con el objeto de comparar los actuales datos norteamericanos con las estadísticas de la ONU. Esto contribuiría a determinar qué métodos son más apropiados en la lucha contra el narcotráfico: "Estados Unidos siempre trata de actuar como si fuera un policía de tal modo que sus acciones sean aceptadas por encima de las de los demás, pero afortunadamente este no es el caso."
La embajada de Estados Unidos respondió de inmediato. "Le damos la bienvenida al anuncio del Presidente Morales acerca de mejorar la cooperación en esta área de global interés. Estamos dispuestos a discutir y analizar nuestras medidas y metodología con el gobierno y otras instituciones." Tales discusiones con aportes de la embajada norteamericana han ocurrido repetidas veces en el pasado y han sido utilizadas por funcionarios de la CIA, la inteligencia militar norteamericana y la DEA para ampliar sus contactos operacionales dentro de los servicios de seguridad de Bolivia, reclutar agentes y montar provocaciones.
Las provocaciones provenientes de Washington se están tornando más duras, en particular con relación al "fortalecimiento de las posiciones de los carteles de la droga" en Bolivia y el uso de su territorio para el tránsito de la droga. Pero de hecho, luego que la DEA fuera expulsada de Bolivia, las autoridades bolivianas se han tornado más y más efectivas cada año en el combate el tráfico de drogas.
De manera creciente, grandes cantidades de estupefacientes son interceptadas con regularidad rumbo a Paraguay y Perú, países donde la DEA tiene carta blanca como si estuviera en casa propia. Con plena justificación, el Presidente Morales señala que "En vez de satanizarnos y minimizar nuestros resultados, Estados Unidos debiera reconocer y emplear nuestros métodos."
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