El reciente asesinato de 200 niños en Siria por parte de miembros del Estado Islámico sin duda es cuestión de drogadictos. Mercenarios extremadamente dopados, drogados, consumidores que no sienten dolor ni arrepentimiento, al contrario, se afirman eufóricos al hacer sus matanzas. No hay calificativos para describirlos en sus acciones tan baja, ruines y más que asustadizos. Los mercenarios del ISIS son tan temerosos que no pudieron fusilarlos de frente mirándolos a los ojos. Mientras le han querido hacer creer al mundo que su inspiración de guerra está inculcada en las sagradas escrituras del Corán, pero resulta que estos terroristas son una piara de drogadictos. Esto traerá consecuencias y tendrán que ser muy duras.
Ahora están extendiendo esta brutal delincuencia organizada la cual es mantenida por los altos jerarcas del gobierno de Arabia Saudita. Les han enviado miles de camionetas todo terreno marca Toyota. Les han lanzado en paracaídas armas potentes y un torrencial aguacero de municiones.
Desde satélites rusos pueden detallarse interminables filas de gandolas robándose petróleo desde Irak y Siria para ser negociado por otro de sus socios: el gobierno de Turquía quienes han establecido una red de ventas hacia 40 países incluyendo Francia y el resto de Europa.
Estos "valientes" no se inspiran en Alá o en el Corán, su iluminación está en el consumo de una droga muy fuerte. Esta droga comienza a conocerse con el nombre de CAPTAGÓN. Los "valerosos" integrantes de esta basura mundial calificada de Estado Islámico se drogan, es decir son consumidores, toxicómanos.
En solo dos días las Fuerzas Armadas del Estado Árabe Sirio han capturado vehículos inundados de estas drogas, hasta gandolas repletas con toneladas de estas tabletas.
Ahora, ¿pero qué es el CAPTAGÓN? El CAPTAGÓN es anfetamina pura. Creada en 1963 para evitar problemas de comunicación y narcolepsia. Está, mezclada con otras drogas como el hachís es el coctel de la euforia e insensibilidad frente al dolor. Esta droga forma parte de la ración alimenticia básica de los yihadistas, y una vez trasformados en seres insensibles y sin tomar en cuenta el sufrimiento por los demás, actúan hasta cometer las peores atrocidades.
¿Quiénes las fabrican actualmente? Bélgica e Israel, únicos países que utilizan fenetilina en cantidades gigantescas. Ósea que los fines religiosos de los yihadistas son falsos, es decir inexistentes. Sus estrategias es la búsqueda de placeres inmediatos por eso a nivel mundial la principal fuente de su reclutamiento esta en la delincuencia de poca monta y de las cárceles.
Pero, ¿de dónde viene el Captagón? En el 2011 fue fabricado por la OTAN en Bulgaria, y ahora es reproducido por todo el Medio Oriente, incluso los terroristas mantienen laboratorios dentro de territorio sirio.
La ONU que todo lo advierte pero nada hace al menos que sea derrocar gobiernos legítimos ha declarado a través de su Oficina contra Drogas y Crimen que pastillas de CAPTAGÓN son negociadas en las calles de Jeddah, Manma y Doha, todas ubicadas en los países de las Petromonarquías. Apenas con unas monedas saudíes (riyals) se drogan quienes seguirán el ejemplo de sus reyes, príncipes y emires.
En un principio el CAPTAGÓN se aplicó en tratamientos pediátricos y geriátricos. Para 1986 fue prohibido, pero su efecto era el necesario para la motivación de los nuevos "ensayos" de guerras que continuaron reproduciéndolo esta vez desde laboratorios secretos.
Y muy contrario a los principios árabes ahora el CAPTAGÓN es una bomba que explota en los paladares de los habitantes de las naciones árabes disparándose su demanda. Evolucionado al compuesto le han aplicado más cafeína y menos fenetyllina, así su efecto resulta muy letal.
¿Quiénes más fabrican? En los informes de INTERPOL relucen el sureste europeo: Bulgaria, Serbia, Montenegro, Eslovenia, ¿qué raro verdad?; estas son las regiones neonazis. Y de allí también se distribuye hacia toda la cobertura del Oriente Próximo y el Golfo.
Las consecuencias en los jóvenes del "hermano mayor" de las petromonarquías: Arabia Saudita es indiscriminada. La adición entre sus muchachos es masiva.
Captagón camuflado en dulces turcos.
Del año 2000 en adelante los decomisos han ido creciendo. Al principio pasaron los 300 kilos, ahora superan las 14 toneladas desde el 2007.
La hermosa región de Jeddah está ubicada en Arabia Saudita y su policía ha incautado 8.350.000 pastillas. Mientras que en el territorio de Tuzla (Turquía) la incautación de materia prima ha sobrepasado las veinte toneladas, esto podría fabricar más de 200 millones de pastillas. .
Pero el informe del International Narcotics Control Board revela que la producción en Turquía está liderando el juego de los grandes del globo. Atrás no se quedan Afganistán, Pakistán y Colombia.
Pero la avaricia del negocio ha tomado a los príncipes de Riad y el primero en caer ha sido uno en la línea directa de los Abdelaziz. La seguridad aeroportuaria de Beirut capturó al príncipe Abdel Mohsen ibn Walid ibn Abdelaziz cuando en complicidad con otras cuatro personas pretendían embarcarse en un avión privado con destino a Riad con dos toneladas de estas "pastillitas" más una considerable cantidad de cocaína pura.
En abril del 2014 incautaron 15 millones de pastillas de CAPTAGÓN en la misma capital libanesa escondida en contenedores de maíz. Estos narcos han dejado en pañales a los colombianos y mexicanos.
Las presentaciones de estas drogas se propagan y el Estado Islámico las aprovecha para drogarse también con algo llamado "Poción Mágica de Astérix y Obélix". Todo esto se hace en contra de la pureza del Islam.
Combatientes armados del Estado Islámico.
Revistas como Le Nouvel Observateur califican a esta secta de asesinos fanáticos, arrasando la humanidad y van dejando a los nazis como monjes franciscanos.
Esta píldora blanca no es muy grande y al tomarla provoca una sensación de bienestar profundo, evitando dolor y miedo. Es como un antidepresivo violento, y su placidez es mejor que el mismísimo Viagra.
Esta mixtura de nuevos combatientes con los que el mundo tendrá que enfrentarse y que son creación de los países anglosajones y de Estados Unidos de Norteamérica relatan lo siguiente: "Te la tomas, puedes luchar sin cansarte, caminas derecho y ya no conoces el miedo. Los combatientes la toman para permanecer despiertos, controlar sus nervios y aumentar el tiempo de sus relaciones sexuales. Les pegábamos y ellos no sentían dolor alguno. La mayor parte de ellos bromeaban cosidos a golpes".
El valor de cada pastillita oscila entre 5 y 20 dólares. Un saco grande de ellas vale un millón de dólares. Esto son cosas de corporaciones y detrás de ellas están los EE.UU. Riad sabe que su producción al año de 55 millones de pastillas sólo representa el 10 % del número de drogas que circulan en su país.
Terroristas del Emirato Islámico embalan pastillas de Captagón.