En medio de esta necesaria cuarentena social para contener la pandemia del Coronavirus 19, continuamos la serie de artículos sobre la coherencia del accionar ideológico y político del Comandante Hugo Chávez. El tema seleccionado se corresponde con los valores que más necesitamos en estos momentos para prevenir este virus, la solidaridad y la conciencia del deber social y del bien común.
Hoy más que nunca nos necesitamos los unos a los otros y a las otras; hoy más que nunca necesitamos cuidar la vida en común, para salvar la propia vida; hoy más que nunca se hace palpable la interdependencia para garantizar la existencia humana. Hoy más que nunca comprendemos las razones de Chávez:
"La democracia popular bolivariana nacerá en las comunidades, y su savia benefactora se extenderá por todo el cuerpo social de la Nación para nutrirlo con su vigor igualitario, libertario y solidario (…) Será el nuevo tiempo venezolano". Documento: Libro Azul. Hugo Chávez. 1990.
"Fomentar valores como la solidaridad, la dignidad, el trabajo, el patriotismo, la honestidad, el amor a la naturaleza, el pensamiento crítico, la democracia real y participativa y la lucha por la justicia social". Documento: La Propuesta de Hugo Chávez para transformar a Venezuela. 1998.
"Lo social, un nuevo concepto de solidaridad social. Decía Simón Rodríguez -y vuelvo a la idea, porque la idea debe estar sembrada a lo largo y ancho del texto constitucional- "que tenemos que existir para entreayudarnos los unos a los otros (….) La mentalidad republicana no es otra que el pensamiento y la acción en función de la cosa pública, en función de la República, en función del colectivo, en función de los demás, en función del interés de la nación antes que el interés individual". Documento: Discurso del Comandante Hugo Chávez ante la Asamblea Nacional Constituyente. 5 de agosto de 1999.
"Anteponer la comunidad, el poder comunal, los consejos comunales a los individuos, al interés individual. El capitalismo es al revés, antepone el interés individual a la comunidad, la comunidad no tiene sentido y no sólo lo antepone, el capitalismo termina destrozando la comunidad, la vida de la comunidad, la existencia misma de la comunidad". Documento: Intervención en entrega de créditos a Bancos Comunitarios. Hugo Chávez. 2007.
"El primer frente de batalla a trabajar en la Comuna en construcción es el moral, y eso pudiéramos resumirlo en una frase: la conciencia del deber social, la conciencia del deber social. Y si queremos decirlo con Cristo: "Amaos los unos a los otros". El amor social, no el egoísmo; los códigos morales, los códigos y los principios de la vida y los principios del socialismo. Lo moral, decía Bolívar, "moral y luces [son] nuestras primeras necesidades". Documento: Aló Teórico I. Hugo Chávez. Junio de 2009.
"Lo espiritual, lo ético, las bases espirituales del socialismo ¿cuál es la más grande base espiritual del socialismo? El amor, por eso es que yo cristiano como soy digo, siempre lo he creído, que el verdadero cristianismo es el mismo proyecto originario del socialismo y que Cristo nuestro señor fue, así lo digo y lo creo, lo creo y lo digo, uno de los más grandes socialistas de nuestra historia, él vino aquí a esta tierra a pregonar el amor "amaos los unos a los otros" y eso sólo es posible en el socialismo, el capitalismo siembra odio, en el capitalismo impera el odio". Documento: Presentación del Plan de la Patria. 11 de junio de 2012.
Sin lugar a dudas que los valores del amor, la espiritualidad, la solidaridad, la comunidad, la moral entendida como conciencia del deber social transversalizan el pensar y la obra de Hugo Chávez. Para él era claro que sin una transformación de la subjetividad colectiva, de poco valdrían los cambios en las condiciones materiales de existencia. Tenía razón, sin una nueva cultura del bien común, todo proceso de transformación material puede retrogradar en meses, lo que se pudo avanzar en años, sino se produce una transformación cultural.
Es por ello que Chávez siempre clamó por una revolución del espíritu colectivo. Leamos esta reflexión, en el marco por cierto de la epidemia de gripe AH1N1 que se propagó por entonces, que hiciera en aquel Aló Teórico del año 2009, arriba citado: "Lo espiritual, hay que trabajar eso bastante, eh, porque nosotros más allá o más acá estamos infectados, no de la gripe A –que Dios nos cuide a todos y que se recuperen pronto todas estas personas; estaremos ahí respondiendo por ellos y con ellos–, nosotros estamos infectados de los valores viejos, del egoísmo, del capitalismo, de la fragmentación de la sociedad, nos envenenaron, pues, desde niños. Vamos por ese veneno y vamos a hacernos como un exorcismo y vamos hacer praxis social".
En estas horas están más vigentes que nunca aquellas reflexiones. Hoy en medio de la actual pandemia, la solidaridad humana expresada en millones de gestos a lo largo del mundo confrontan con el veneno de la especulación desatada con los insumos para prevenir el virus (aquí en Venezuela, Farmatodo se ha convertido en un paradigma de la avaricia capitalista), el oportunismo político, la manipulación mediática y la mezquindad del capitalismo, entre tantos otros venenos que hoy drenan en medio de esta tragedia mundial.
En contrario, las virtudes humanas hoy son reivindicadas por los y las profesionales de la salud que no descansan, por los músicos y músicas en los balcones de las ciudades europeas, por los poetas que nos llenan de letras de esperanzas, por nuestras lideresas comunales que en los barrios de Venezuela elaboran mascarillas para distribuirlas entre sus vecinos y vecinas, por los hombres y mujeres que simplemente van a hacerle las compras a los adultos mayores de la comunidad donde viven, o comparten su despensa con la familia que nos los tiene. Esos somos los seres humanos.
Es tiempo de construir una sociedad donde, como reza el preámbulo de nuestra Constitución Bolivariana de 1999, se consoliden los valores de la solidaridad y el bien común. Es tiempo de humanidad. Esta también la contaremos, compatriotas. Mucha fuerza y conciencia. Un abrazo. Con Dios todo.