Fusión y Convivencias

El espíritu pinochetista arropa a Iquique

Ya en los años 1975- 80, el mundo estaba entrando en una fase en que la línea divisoria entre ciencia y religión estaba desapareciendo, aunque estos dos conceptos concilian en algunas apreciaciones, marcan una diferencia entre esperanza y fe, solo se debe buscar- repito- los puntos en común. El mundo desde ese ciclo viene haciendo su viaje espiritual en solitario y, no hay nadie que modifique esa afirmación. En lo material las cosas están conectadas, con la variante que la mano del hombre se ocupa de hacer sus transformaciones.

Cuando el maestro Sir Marajá Gurudeva me llevó de Valencia a Caracas, lo primero que hizo es entregarme unas japas, a sabiendas que soy evangélico me invitó a su salón privado e indicó, éstas son para que ores, es una pieza de gran valor "para nosotros", luego usted verá sí hace un circuito de diez diarias para comenzar. Logré conectarme con el Templo Hare Krisna en aquel momento para cumplir una misión. La periodista y abogada Lucena me conmino como Orientador Escolar y especializado en filosofía jurídica que aislara y sacara a su hija Dulce María de las Quintas Las Ranas, ubicada en Los Chaguaramos de Caracas. Objetivo que cumplí en un año. Pero, no perdí el tiempo, aprendí a interpretar Los Vedas y el Baghad Gita, como otros textos traducidos del Indu al inglés, a su vez al español.

La vida o el existir es un aprendizaje.

En otra oportunidad, acompañe a unos hermanos evangélicos a casa de un espiritista llamado Luis Arias en San Felipe, (Edo Yaracuy), muy conocido en la zona. Me dijo que en lo personal regresara la próxima semana, así lo hice, Me envió al cuarto del sótano, donde había un altar y dos calaveras, pero, no le tengo miedo a demonios y, lo primero que hizo aquella tarde al llegar a esa ciudad es darme un recorrido por el cementerio. La primera noche, logré recopilar de sus cuadernos, un conjunto de pensamientos que forman parte de mi archivo personal. Una noche, transcurridas varias semanas, bajo al cuarto y se sentó en una esquina del colchón y su fuerza mental trató manejar mi cuerpo. Llegando solo hasta la cintura. Me desperté y el sonrió y no le quedó más remedio que irse a su cuarto matrimonial en la parte alta de la casa. Un sábado en la tarde, me indicó que me fuese de su hogar porque mi luz brillaba y la de él, se oscurecía. Había una razón simple, Dios no le teme a los demonios y mi conciencia es espiritual y ligada a la Trinidad por medio del Evangelio.

Por igual, son dos mundos y dos planos terrestres. El mental- espiritual y el terrenal.

He buscado dos rutas parea desaparecerme y convertir en La Nada un mundo de aciertos. Busco no saber nada de la muerte, porque el acabamiento de existir es un presente., se que debo luchar por la esperanza de una vida eterna. Son momentos de grandes reflexiones, busco de vivir de la alegría en mi corazón, aunque mis hijos hayan hecho de la soledad una realidad.

He perdido mi realidad metafísica, y por ello cada lance es una realidad que en el pensamiento se convierte en conjeturas para descubrir de tu existencia. De verdad, cada uno lleva su carga emotiva, plena de fe y esperanza, desde que me mude a la urbanización donde tengo fijada mi residencia, es una constante lucha por las probabilidades de valentía que no se compaginan con mi destino.

Las enfermedades constituyen una gran equivocación de sus deseos de curación. Están desprovistas del sentido metafísico y se proyectan hacia el infinito para descubrir La Nada. Es vergonzoso observar a los ciudadanos mentar en una lista negra sus pecados y, las cuentan con melancolía y se olvidan de vivir en el espíritu, creándose a su alrededor un ideal perverso.

He tratado de mantenerme en un oleaje anímico. Alejarme de toda enfermedad que se viene sobre el cuerpo y trató de alejarme de satanás que viene acaparando muchas almas. Estamos ciegos ante el dolor y el mal. Y, la mayoría de los ciudadanos han tomado el credo que la enfermedad tiene que ver con la verdad., es un ideal perverso para ellos., así que sufren cansancio de la vida.

El mundo, contempla el cumplimiento de los tiempos, las fuerzas demoniacas se entrelazan para confundirnos en cuanto al referente de la conciencia. Es demoledor lo que ha de venir y los maestros tránticos y los verdaderos pastores de la Iglesia Cristiana con La Biblia en la mano descubren la verdad, otros, andan bloqueando en internet a familiares y amigos de la fe que necesitan un consejo espiritual, se dicen llamar perfectos.

Así que nuestro refugio no está en las amistades, menos en políticos., que son al final falsos, al igual que las religiones, la espiritualidad se encuentra sobre ellos.

Tengamos cuidado cuando manejemos los conceptos metafísicos, somos una esencia y tenemos una identidad que es una conjunción de datos que ya se encuentra encriptado en Internet. Solo falta el chip, yo jamás me lo colocare, porque no estaré. Solo cumplí con la vacuna que tiene sus cargas magnéticas contra el virus del coronavirus, para fusionarse a nuestros electrolitos y iones, vamos, simplemente, a una reducción poblacional y una fractura de la plataforma continental de dos espacios geográficos.

Es triste, tener baja espiritualidad, como los manifestantes de Iquique que responden a una cultura pinochetista y se dicen de izquierda, porque a su vez, pocos respaldan al presidente Piñera. Hay que desglosar la vida e interpretar las cosas sencillas, esto, te da la madurez, sin olvidar que somos un código y nuestros datos algoritmos. Ellos, nos identifican con la banca comercial y el Estado. En los próximos años nuestra vida material estará cohesionada a un chip de control guiados por satélites. Rusia y EEUU tendrán que hacer una limpieza artesanal de las chatarras espaciales.

Piñera y el chip pinochetista se han unido en Iquique, en un acto de xenofobia que olvida el pasado, cuando millones de chilenos vinieron a Venezuela a buscar sobrevivir al igual que peruanos, de la hambruna generada en esos territorios por los dictadores que han gobernado esos países.

El pueblo de Chile ha sido traumatizado desde la época de Augusto Pinochet y su asunto es moral y espiritual, son demonios.

Los pueblos latinos, no han despertado. Los dirigentes y políticos, presidentes y su tren ejecutivo se han olvidado de la gente sencilla. Deben afrontar el ánimo. Arrastrados por la tristeza, aún no han vivido, desconocen su navegar existencial. Hemos perdido el sentido de la vida para llegar a La Nada. Tenemos una idea morbosa de elegir a la misma gente para cargos públicos para encontrarnos cerca con la muerte.

Hay que canalizar nuestros sentimientos profundos. Es una actitud para conocer la existencia y nuestra metafísica espiritual. Así que estamos advertido. Porque somos un cuerpo y nada hay fuera de él. Vayamos a nuestra naturaleza orgánica para precisar que el hombre y la mujer son lo que comen. Se olvidan del alma y el cuerpo y en el tiempo pierden su rango espiritual entre nosotros, la conciencia.

De modo, que no busques protección en el exorcismo y el sentimiento universal, porque están controlados por demonios y durante la noche se mezclan los sentimientos para alejarnos de la pasión, hacernos valerosos y, en esa conciencia debilitarnos para enfermarnos y, entre la religión y la ciencia moderna llevarnos a sus pailas.

Toda una carga congestiva de credulidades, hechicerías, brujas, espíritus y demonios. Las enfermedades

En América Latina, se vive de la tristeza, melancolía, miedo y temor. Es una afirmación afianzada en un gran anillo, en donde no se sabe dónde se encuentra el principio y el fin. Lo que indica que vagamos en el tiempo, es el repliegue sobre sí mismo.

Somos ignorantes, queremos que este sueño siga. No queremos despertar y escamotear la verdad deseada y todo lo convertimos en ilusión y fantasía. Entonces, somos vagabundos de una fe sin puerto seguro y, la muerte en una imagen fantasmal de crisis gripal nos arropa para hacernos yacer en el desván de nuestra alma. Tomemos un nuevo impulso, lleguemos al último escalón para olvidarnos de tanta hipocresía de la gente que dice conocernos y apreciarnos

 



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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

 emvesua@gmail.com

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