Como todo lo norteamericano es escandaloso, exagerado y lleno de multicolor digital, así mismo es el aumento de sus combustibles. El precio de los mismos corresponde al encarecimiento de los principales marcadores petroleros los cuales ellos —EE.UU.— han perseguido tratando de ahogarlo.
Seguimos en el sencillo efecto rebote va dirigido en contra de sus principales abusadores. Los precios de los diferentes tipos de combustibles no logran sostenerse ni estabilizarse. El consumo descontrolado y el abuso en el aumento de gasolina han disparado su precio y el galón de diésel ha alcanzado su más alto nivel.
La famosa agencia Bloomberg ha anunciado como responsables de esta situación a las diferentes refinerías a nivel mundial que no logran tener la capacidad de producir suficientes productos blandos —diésel y gasolinas—.
Esto priva en la ralentización de la industria y el transporte en EE.UU. pues el galón de diésel llegó al máximo nivel de precios, ciento cuarenta dólares el barril, —159 litros— acompañado del prolongado verano europeo que en este territorio ha aumentado un sesenta por ciento en su valor.
Como el precio del diésel se ha disparado en Norteamérica y Europa hacia los últimos días de septiembre de 2023, se ha convertido en el origen de una verdadera tragedia para ambos, pero la pesadilla apenas comienza ya que la situación empeorará.
A inicios del mismo mes de septiembre del 2023, los líderes de la alianza OPEP—PLUS: Arabia Saudita y la Federación Rusa han anunciado que seguirán prolongando por mucho más tiempo las restricciones en su producción y exportación de altísima calidad de diésel. Esto tiene lugar en el momento que la demanda aumenta rumbo al final del año.
Toril Bosoni, jefe de la destacada división del mercado de petróleo perteneciente a la Agencia Internacional de Energía, fuertemente ha señalado que EE.UU. entra en riesgo ante los escasos días de combustible para su mercado, y remató diciendo que mientras las refinerías luchan por mantenerse al día van entrando en una declaratoria de emergencia nacional.
Desde el 2003 los niveles de consumo de gasolina de noventa y cinco octanos no habían vuelto a dispararse como los récords de los precios actuales. La demanda no se va a detener así su precio traspase los 1,73 euros el litro en Europa, y lo peor es que el mismo no para de aumentar tanto en sus costos como en su consumo.
Las ventas de vehículos híbridos que funcionan con diésel más el negocio turístico se desploman. Sólo en este verano —2023— el consumo de gasolina de 95 octanos ha descendido, cosa que no se veía en las dos últimas décadas.
En julio de 2023, datos de la corporación Cores señalan que el consumo de carburante ha llegado a quinientos sesenta toneladas. Esto es similar al mismo mes de julio desde los años 2003 al 2005.
No todos los fantasmas deben asustar, pero hay uno que sin serlo asusta a occidente y son los recortes planificados desde Rusia como respuesta a la dirección de EE.UU. en la guerra de Ucrania. Desde marzo de 2023 vino el comienzo de duros golpes al retirar del mercado una primera parte de quinientos mil barriles, decisión que se prolongará durante todo el año. Esta es la respuesta al intento norteamericano de querer imponer un precio tope de sesenta dólares al barril ruso.
Para el cinco de septiembre de 2023, Rusia ataca de nuevo extendiendo su recorte a las exportaciones retirando trescientos mil barriles lo cual se extenderá hasta finales de año. La respuesta del viceprimer ministro ruso Alexánder Nóvak es que la decisión se mantiene como un objetivo para fortalecer medidas de precaución tomadas por los países OPEP PLUS con el objetivo de mantener estabilidad y equilibrio en los diferentes mercados.
Arabia Saudita no se ha quedado atrás y desde Riad ha señalado más reducciones hasta fin del año 2023, mientras que desde China han señalado el estancamiento de envíos durante el 2023 los cuales están por debajo de los últimos cinco años.
Sin duda, hay un prolongado declive reflejado en los centros de almacenamiento. Los niveles de reserva están en rojo tanto en EE.UU. como en Singapur y los mismos van debajo de los niveles normales, esto ha alcanzado a los países miembros en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos —OCDE—, no habían experimentado niveles tan bajos desde media década atrás.
El cielo se desprende tanto en Estados Unidos como en Europa, y el único lugar que les espera está en el infierno. Seguro más cerca de comprender que los hidrocarburos liderados desde la OPEP y la OPEP PLUS es un sitio que no pueden seguir agrediendo.
Hasta más pronto…