Es la más peligrosa arma concebida, por parte del enemigo, para ir haciendo merma en la confianza del pueblo en su proceso de cambio y liberación. La jugada de la inseguridad dirigida y establecida para obligar a la gente a reaccionar con miedo ante cualquier circunstancia de la vida, tiene como meta posesionar el terrorismo delincuencial en la propia conciencia de la ciudadanía. Su efecto es tan efectivo, que aun en la mente de muchos que se dicen revolucionarios ha hecho mella. Mucha gente cree o creía, que cuando se hablaba de la invasión paramilitar narcotraficante desde Colombia, era que verían a estos asesinos con el uniforme y la apariencia que la televisión y la prensa le dio. Pues no es así camaradas y compatriotas: el paramilitarismo está actuando en los barrios, ciudades y caseríos de toda Venezuela, es captando a los jóvenes, los entrenan, los arman, les enseñan sus técnicas de dominación psicológica y los prepararan para cometer crímenes sanguinarios en circunstancias no justificadas. Bajo es acción van acorralando la resistencia de los ciudadanos a la perdida de la libertad de acción, sumado a eso está también el secuestro y el control de la industria malévola del trafico y consumo de drogas.
Para los creadores de esa jugada, la intención es clara: minimizar la influencia del estado en la sociedad, neutralizar el poder de las instituciones (Dejo a los lectores la identificación del interesado real de esa acción.), someter a la sociedad a un encierro físico y mental, reducir los espacios de acción social y convivencia . En esta treta, la televisión privada nacional y la internacional hacen las veces de soporte y suplemento, mediante sus programas concebidos a producir el efecto deseado en el subconsciente del televidente. Eso, reforzado con la prensa escrita y la chismografía natural, terminan de dar forma la jugada.
Como dijo un amigo. “Estando la gente encerrada en sus casas, temerosas; la televisión será el instrumento por excelencia para conectarse con su entorno y el mundo y como es lógico, el medio televisivo solo transmitirá lo que le interesa para mantener la estrategia, la desconexión obligada con el vecino, producirá una dispersión social que será suplantada por los medios de comunicación al servicio del enemigo. Lo demás, es solo cuestión de tiempo y paciencia.
Muchos hablan de inteligencia popular. Pero sucede que cuando un cristiano, va a un cuerpo policial a denunciar una situación sospechosa, es tratado como un ser desagraciado y lo miran con desprecio, los mismos cuerpos policiales ya fueron penetrados y, comprados muchos de sus funcionarios. Afortunadamente no son mayoría, pero están en posición de hacer mucho daño. La tarea es urgente, y pasa por depurar de un vez por todas a los jueces complacientes y vendedores de decisiones, éstos actúan en conexión con abogados cuyas famas de litigantes o defensores, está basada en la capacidad de comprar a los jueces con sumas de dinero generosas o de influir las decisiones por medio del chantaje y la amenaza.
La ultima estrategia de los delincuentes organizados y entrenados por el narco paramilitarismo colombo – israelí – Norteamericano, es atacar en los propios hogares de las personas con capacidad de opinión e influencia social en sus comunidades. Así debilitan las fuentes de sustento de opinión independiente y critica. La imposición de la vacuna, el pago de solvencia para no ser atacado o asaltado etc., se convierte además, en un tronco de negocio para el crimen narco terrorista y de paso restituyen las condiciones para que el imperialismo Norteamericano se vuelva a posesionar nuevamente en Venezuela y se apodere desde el agua hasta la más ínfima riqueza natural que exista en el país y éllos necesiten para engordar sus cuentas bancarias malditas.
La inseguridad no se combate cerrando calles, casas y cualquier espacio, con rejas y abandonando las calles. Se combate con la solidaridad, apoyo, convivencia social, organización, cuerpos de seguridad confiables y efectivos (no efectistas), empoderándonos de las leyes y las herramientas necesarias para actuar en defensa colectiva de los intereses de los vecinos (verdad camarita Isabel Bolivia Guevara), para usarlas como instrumento de defensa eficaz.
En este momento la democracia y libertad de Venezuela, no depende del gobierno nada más o de un sector especifico. Depende del concurso de todos y cada uno de los Venezolanos en forma organizada y colectiva.
javiermonagasmaita@yahoo.es