La Tecla Fértil

Confesiones al laicismo

Hay un total desconocimiento sobre Adán y Eva, ya en las iglesias han soltado las alarmas para que comprendamos la grandeza de la creación. Esta descristianización empieza a preocupar porque los fieles no asisten al acto eclesiástico cayendo en pérdida de valores individuales y sociales, muchos de ellos vinculados al judeocristianismo. Voltaire afirmó en su oportunidad que la paz llegó a Europa cuando los Estados dejaron de hacer teología, sintió la necesidad de escribir La Plegaria a Dios, para recordar a sus contemporáneos que los hombres son hermanos,

La historia religiosa ha sido muy controversial por la persistencia de un laicismo más propio del siglo XIX que del siglo XXI. Ahora el socialismo en un contexto político arraigado por el pueblo tiene que defender sus valores enmancipatorios y exponer una doctrina social a largo plazo porque el estamento religioso busca desastibilizar la raíz del Estado, el poder popular.

A la Iglesia, solo le preocupa defender lo suyo y, lo mejor es no ir a sus instalaciones porque sus ataduras se encuentran ligadas al terrorismo y buscan destronar cualquier proyecto que se llame democracia liberadora. El Opus Dei viene generando una serie de decisiones polémicas y matizando su ruptura con el estado de derecho. Sólo predican fórmulas para adoctrinar sobre la maldad y desnudez de nuestra teocracia. Siempre en la Curia existirá un pero. Junto a los medios religiosos buscan posesionarse de su antiguo poder para favorecer a sus anchas al fascismo.

La Iglesia busca distorsionar la convivencia nacional por factores de índole político y desea aprovechar ésta época de idealismo para comprometer a través de lo religioso a mucha gente que ha asumido sus propias contradicciones, Ya no hay tiempo para leer los viejos extractos sobre la Historia Sagrada que nos impregnaban de alegría y forma parte de nuestro entorno. La Iglesia ha dejado sus graves secuelas en la base del pueblo que busca descifrar la religión occidental con la tradición judeocristiana. De esa intensa tensión ideológica hemos pasado al relativismo laico, en una sociedad no confesional que pugna por ahuyentar cualquier atisbo de recuerdos en un ámbito que se considera puramente correcto.

Todavía existen personas que tienen fé en algunos credos religiosos y caen en constantes confusiones sobre la precariedad de su conocimiento en el tema cristiano, siendo presas fáciles de una manipulación creciente por su extravío en la práctica de ese dogma aprendido desde su niñez. Reconstruir la verdad por parte de la Iglesia costará mucho tiempo, las heridas están abiertas en las barriadas, donde sus residentes se recuerdan de cada acto predicado por la Curia adversa a este nuevo sistema de cambio social que se viene implementando.

(*) filósofo
emvesua@cantv.net


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Emiro Vera Suárez (*)

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

 emvesua@gmail.com

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