Nuevo formato de la CIA y Comando Sur. No son casuales las declaraciones previas de nuevo jefe de dicho comando. La oficialidad se forma en las escuelas de la Doctrina de la Seguridad Nacional de USA.
Similar al golpe contra Chávez. unificación del empresariado oligarca; silencio de los medios; uso de fuerza militar; apoyo del alto clero; accionar de la clase política expresada en legislatura, Corte Suprema y Fiscal General; secuestro del Presidente y apoyo con "el mayor sigilo" de la CIA.
Esto último hay que verlo con cuidado pues representa la reivindicación de la OEA y su Carta Democrática. Por eso sorprende la unanimidad en la condena. Cosa que no ocurrió en abril de 2002.
Estos mecanismos pueden revertirse contra los movimientos populares. Prácticamente pueden anular a futuro posibles insurrecciones populares.
Es incierto que la consulta era ilegal e inconstitucional, pues la Constitución hondureña establece el mecanismo del referéndum, además, no tenía carácter vinculante.
Este es un golpe contra Chávez y el ALBA y todo lo que se parezca. Antidemocrático y anticomunista. Rápida y vigorosa la condena y las acciones del ALBA.
Damos el beneficio de la duda a la condena de Obama. El Estado profundo y el Pentágono son quienes mandan.
A Zelaya no le quedaba otra opción, sino, ir a la consulta y someter a prueba los límites democráticos que impone la derecha.
Los golpistas cometieron el error de dejarlo vivo.
Zelaya prácticamente quedó sin partido.
Ha ganado apoyo popular y ha revivido a los movimientos populares. Será cuestión de tiempo y de organización una salida popular, pues, aun restituyendo a Zelaya, falta mucho por construir, entre otras cosas, un partido revolucionario.
En cuanto a sus efectos en la región y, particularmente en El Salvador, cierta derecha acaricia una salida de este tipo. Po ello puja por el control de la CSJ, la Fiscalía General y las procuradurías.
La mayoría legislativa ya la tienen y la tradición dictatorial también. Me refiero a la derecha.
La condena del Presidente Funes y del FMLN ha estado a la altura de las circunstancias. Fuertes y decididas desde el primer momento.
El desenlace aún no está claro, sin embargo, apostamos por la restitución de Zelaya y la recomposición de la izquierda y el pueblo.
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