¿Y qué tal si lo que estuviese planteado no fuese otra
cosa que un nuevo tipo de conquista por parte de EE.UU., uno sui
géneris en el cual la tradicional maquinaria hegemónica
imperial provoca un golpe de Estado insuperablemente inaudito,
vulgarmente obvio e intolerable a los ojos de todo el mundo, ayudado ya
no, como podría esperarse, por muñequitos de última generación, sino de
cuerda, locos y tercos a más no poder, que ponen su país en estado de
sitio en un dos por tres, e insisten en mantenerse inamovibles,
haciendo caer sospechosamente su desafío en el ridículo al
ofrecer cárcel para el Presidente que han depuesto y expatriado, quien
ya es respaldado por todas las naciones y organismos
internacionales..., y así entonces, de ese paso, poder el imperio, ante
el inevitable y lógico enfrentamiento que tendría lugar entre las
fuerzas militares locales y extranjeras, aprovechar para terminar como
siempre al mando de éstas, liderando una cándida liberación en la
cual se hace nuevamente protagonista y expone su poderío y superioridad
bélico-tecnológica, esta vez, por decirlo así, de nuestro lado, a
nuestro favor...?
Los secretos imperiales para la reconquista de un
importante punto estratégico de Centroamérica bien podrían consistir en
una nueva forma de introducir la vieja seducción por la guapería,
guardando para el catártico final todos los efectos disuasivos del gran
espectáculo. Con este golpe de Estado, y la sospechosa situación
de seguro —o casi inevitable— enfrentamiento bélico que genera el
mismo, pareciéramos hallarnos frente a un libreto demasiado alucinante
para no ser irreal, tan inaudito que cuesta oponerse a la tentación de
pensar encontrarnos ante una nueva trampa.
Estamos, en todo caso, frente a 72 horas que pueden
contener las más impredecibles consecuencias, las más hondas
honduras... y no podemos darnos el lujo de no saber qué realmente pasa.
De cualquier modo, basta constatar por las cifras siguientes que
un trabajo de hormiguita, lento pero tenaz ha logrado convertirnos en
huerto eficiente para el cultivo de reservas en detrimento de nuestra
soberanía regional:
Escuela de las Américas, graduados por país desde 1946 :
— Colombia (9,886)
— El Salvador (6,752)
— Perú (4,677)
— Nicaragua (4,318)
— Bolivia (3,878)
— Honduras (3,768)
— Panamá (3,661)
— Ecuador (3,405)
— Venezuela (3,365)
— Chile (3,347)
— República Dominicana (2,543)
— Costa Rica (2,399)
— Méjico (1,852)
— Guatemala (1,546)
— Paraguay (1,031)
— Uruguay (983)
— Argentina (648)
— Brasil (336)
— Cuba (237)
— Haití (49)
— Belize (4)
— Barbados (1)
TOTAL = 58,686 margaritas...
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