Debo advertir, que desde años, unos cuántos, he sido un amigo, de esos que Uslar solía llamar “invisibles”, de Eleazar Díaz Rangel. Pero también un admirador, de esos que le lee con fidelidad cuanto escribe, desde los tiempos que él hacía de comentarista y cronista deportivo.
Por eso, me preocupa sobremanera, que permita que los Capriles de “Últimas Noticias”, utilicen su prestigioso nombre para avalar las violaciones constantes a las normas del ejercicio periodístico y los sesgos en que incurre persistentemente ese diario.
Es frecuente que el periódico de marras dé muestras de exagerada parcialización a favor del sector opositor y pese a las protestas emanadas de distintos ángulos y personas, no ha habido manera que se produzca allí un intento de hacer de factor de equilibrio o por lo menos practicar el periodismo de acuerda a la ética. Todo eso ocurre, mientras un periodista de la talla de Díaz Rangel, hombre por demás tenido por nosotros como probo y consecuente con las luchas del pueblo durante su ya larga vida, presta su nombre, aunque sea de la mejor buena fe, para que de alguna manera se engañe a los venezolanos.
Ocho muertos, hasta esta mañana miércoles 17 de abril, han dejado las acciones vandálicas ordenadas por Capriles y López, además de cerca de 70 heridos, un asesinato o intento de asesinato prendiéndole fuego a un ser humano, unos cuantos CDI destrozados y una buena cantidad venezolanos asediados y atemorizados en sus casas. No obstante, eso no merece que el diario de los Capriles dirigido por Rangel, titule e informe como corresponde para que los venezolanas se formen idea equilibrada acerca de lo que aquí está pasando.
Lula, personaje de gran dimensión latinoamericana y mundial, hace unas declaraciones trascendentes, como exigirle a los Estados Unidos poner fin a su injerencia en los asuntos internos de Venezuela y el mismo diario no hace mención a eso para nada.
Pero uno se asombra que en la misma edición a la que hicimos referencia, en primera plana, en un cintillo destacado, destinado a que el lector lea en primer término, el diario destaque, en forma alarmante : “Le partieron la cabeza a Parlamentario Dávila”. No obstante, el mismo diario que en su título deja entrever le fracturaron el cráneo, dicho esto en lenguaje coloquial y no por eso menos mal intencionado, en la página seis, en pequeñas letras y texto, como si la noticia no importase, informan le partieron la ceja izquierda en un encontronazo. Por cierto, quienes saben de las andancias de Dávila, diputado merideño, le conocen como un hombre por demás agresivo y un típico diputado, desde los tiempos de la IV república, de esos, cuya función primordial, es la de “tirar coñazos”. No se trata de un individuo sereno, dado al diálogo, proverbial cordializador y pacifista, sino todo lo contrario.
Por último, continuando con la misma edición, cuando es del conocimiento público de los desmanes contra diferentes CDI, asedio a los médicos cubanos y hasta a una entrenadora deportiva venezolana por ser de piel oscura, lo que destaca “UN” en los títulos de primera página en la parte inferior es que : el “Alcalde de Baruta niega quema de CDI” y se agrega, bajo este título, “Acusan a Polibarinas de apresar a jóvenes inocentes”. Es decir, se intenta de esa manera ignorar o se ignore, los desmanes contra los CDI y los actos vandálicos de la oposición ultraderechista en la ciudad de Barinas.
Admirado amigo Eleazar Díaz Rangel, este escribidor había defendido hasta ahora tu presencia en “UN”, como un dique para evitar que los Capriles, respetando tu nombre, no se desbordasen, pero es obvio que te perdieron el respeto y te están usando. Por eso, por tu nombre, prestigio y el afecto de tus amigos todos, invisibles o no, renuncia a ese diario, por lo menos a tu cargo de director.
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