La tecla fértil

Israel, un espejo del pasado injerente

El gran problema para Occidente es definir la verdad, debemos olvidarnos de los griegos, porque, desde allí no podemos plantearnos las estructuras propias que orientan esquemáticamente los análisis políticos del mundo sureño. Para descubrirnos se plantean tres realidades, una primera dimensión arqueológica, otra genealógica y por último la estrategia de la critica, por tradición estamos acostumbrados a muchas opiniones personales, pero, nadie desea aceptar la responsabilidad que le garantice a un colectivo, los elementos que le dan vida a una perspectiva social. El acto que asume un criterio de verdad, le da un sentido al deber moral que se transforma en experiencia, llegando a ese momento conclusivo, se debe evitar los rumores y las fracturas internas que expresan en su fondo, un principio tiránico porque da lugar al no significado positivo de la asamblea y origina una excesiva locuacidad que rompe con las decisiones del grupo comunitario como tal, provocando un conjunto de actuaciones falsas a futuro.

Empero, nos encontramos frente a las argumentaciones discursivas, es que las Ciencias Humanas parten de la Arqueología, para darnos una apertura de la analítica de la verdad. Los filósofos y científicos vienen manejando desde 1966 la ilusión trascendental y antropológica para manejar las masas. Los contenidos empíricos se vienen sumando a la historia esotérica para reflejarnos un mundo, donde el poder es una referencia de Dios y la mitología para fijar en nuestra imaginación un reducionismo sobre esa verdad plena de historia mitos relacionados con nuestra propia naturaleza.

Nuestra ignorancia antropológica, nos ha llevado a una apercepción de imágenes y antecedentes culturales, donde la imaginación es un contenido sensible para ciertos caprichos humanos. Este término, viene siendo utilizado por los sionistas en la libre concepción de que ellos son el pueblo de Dios, aunque según las Escrituras es un acto parcial de una realidad y en el tiempo, Israel es un pueblo desobediente y su fuerza esta habilitada al poder bélico.

Su yo, esta disgregado en una apercepción continua de una realidad confusa y, en vez de construir, reduce los fundamentos de la especie humana y de una manera concreta, estimula el terrorismo como unidad de existencia. Se vale de la pasividad originaria de los pueblos, como a la dimensión espiritual de autoafección como autoproducción del sujeto, quién no domina sus facultades en su uso correcto, porque poco lee y no tiene cuidado de sí mismo, teniendo la oportunidad de ser protagónico como portador de criterios y presentar ante la Asamblea de Ciudadanos sus propios proyectos de crecimiento. En este caso es de Venezuela, según reza su Constitución Bolivariana.

Hoy, debemos contextualizar todo en una sola realidad, los criterios, racionalidad, los temas de la historia, y de la política, las teorías jurídicas y el cosmopolitismo. Necesitamos comprender el tiempo y sus verdad. Hoy, el campo político no traza un camino exclusivo, existe el diálogo,, el discurso edificante, la disputa retórica, las epístolas, la meditación silenciosa, es la vía para lograr La Paz.

Hace meses atrás, el primer ministro Israelí comenzó su discurso persuasivo de confrontar a la sociedad palestina de Gaza en un programa muy bien articulado. El mundo calló, incluso el suramericano, En la actualidad, la realidad no se puede confundir con la imaginación. Niños, mujeres, hombres, plantas y animales son piezas engastadas en el ambiente urbano de Palestina. Dejaron de ser naturales hace mucho tiempo, los medios informativos de la religiosidad contribuyeron a esta realidad junto a los privados, allí la imaginación diversifica sus verdaderas relaciones en una totalidad. Es el escenario creado de nuestra vida diaria, revelándose una réplica de otra cosa y, ésa es su verdadera naturaleza. Ciertos símbolos destinados a representar una idea subliminal, al usarse y repetirse, aprendamos a asociar palabras y no juguemos al distraído. Escuche de una joven del grupo El Evangelio Cambia con su ropa de camuflaje que ellos fundarían la República Cristiana de Venezuela. Para mí,esta organización cristiana de Maranhata no reflejan un testimonio bíblico cierto, conocí a su pastor en la Iglesia Luz y Vida cuando apenas tenía diecisiete años de edad y conspiró dividiendo la misma, ahora aparece esta joven desafiando nuestra propia Constitución, Hay muchas coincidencias y, precisamente son las voces del tiempo, las mismas de Nenthayau por el mundo.

La historia, es un espejo de la vida misma. Así me lo hicieron saber mis profesores de Filosofía Alejandro Rossí, Juan Nuño, Alfredo Pérez Esquivel, Federico Riu, Eduardo Rabossi y y Eric Landowski.

Por lo tanto, no seamos ingenuos, ante la información mediática.


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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

 emvesua@gmail.com

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