Este viernes próximo pasado en el programa “En confianza”, después de mostrar evidencias sobre la participación de Rosales en el golpe de estado, exhibiendo una edición del periódico “La verdad” del 13 de Abril del 2002 donde aparecen en una foto algunas personalidades políticas, eclesiásticas y militares rodeando a Manuel Rosales en una rueda de prensa en el que éste le da su apoyo incondicional a la Junta del gobierno de transición, demostrando que no sólo había firmado su “asistencia” al acto inconstitucional, sino que también manifestó públicamente su adhesión, dejando además evidencia de su talante despótico cuando invita a todo aquel que no estuviera de acuerdo, a irse del país, el ministro Moncada leyó unas líneas de un artículo de José Vicente Antonetti, abogado y periodista, apologista de la hipocresía y del cinismo, al servicio de Goebbelsvisión. En ese artículo, este leguleyo afirma que aunque fuera verdad que Chávez tuviera 50% de intención de voto y Rosales 30%, el 30% de Rosales es superior al 50% de Chávez.
El ministro acertadamente hizo ver como, apoyándose en unas matemáticas chimbas, este picapleitos pretende demostrar por arte del birlibirloque, que 30 es mayor que 50, en una manipulación matemático-sicológica de su panfleto.
Sin embargo el ministro se quedó corto en su apreciación, ya que para mí, representar a la minoría opositora como superior a la mayoría chavista, va más allá de una simple ecuación al revés, es un simbolismo goebbeliano que pretende demostrar que la minoría, por su connotación con la supuesta superioridad racial, superioridad intelectual, formación profesional y diferencia de clases, es superior en lo cualitativo sobre las clases bajas empobrecidas, “tierrudas” y “pata en el suelo”, que son indiscutiblemente la mayoría.
No cabe duda que el síndrome elitesco que rodea a los que viven en las zonas más privilegiadas, tanto en Caracas como en el interior del país, les hace creer que están por encima de lo terrenal y lo divino, arrogándose con prepotencia el derecho a poseer la verdad verdadera, sin tener en cuenta para nada la opinión de las mayorías, pensando sólo en su provecho y medro.
Ayer lunes, después de la recontra-madre de todas las concentraciones políticas en Venezuela, el señor Antonetti con su manera peculiar de usar las matemáticas, en el programa “Primera página” de Goebblesvisión, afirmó que la “Avalancha” del sábado reunió el doble de gente que la Gran marea roja rojita. Es la característica utilización de la premisa goebbeliana, que una mentira dicha mil veces termina siendo verdad, aunque la realidad es que ni ellos mismos se la crean.
Estemos preparados pues, porque esta semana será utilizada por Goebbelsvisión y demás medios golpistas para sorprendernos con algunas primicias donde el gobierno bolivariano salga mal parado. Mientras tanto nosotros estaremos trabajando para demostrar el domingo en las urnas que Venezuela cambió para siempre, trocando las palabras por votos rojos, rojitos, dando inicio al comienzo de una nueva etapa de la revolución.
