El historiador, Elías Pino Iturrieta, y la internacionalista, Elsa Cardozo, en sendos artículos publicados en El Universal y El Nacional, el sábado y domingo, próximo pasado (26 y 27 abril, 2008), respectivamente, comentaron, directa, en el primer caso, e indirectamente, en el segundo, sobre "El Imperialismo", desde la óptica de la Historia, política y diplomática, según la especialidad de cada intelectual, con respecto a los desarrollos político-diplomáticos de nuestra Patria, Venezuela.
Antes de realizar un corto resumen de las ideas expuestas por los citados, nos vamos a permitir algunas consideraciones sobre lo que se tiende a entremezclar como son los conceptos: "Imperio" e "Imperialismo". Trataremos de exponer algunos hechos históricos fácilmente demostrables como son la expansión del Imperio Británico en China y la imposición de los instrumentos jurídicos, militares, financieros, comerciales e ideológicos de esa expansión cohabitada por las 14 Potencias que se la ha denominado como Imperialismo Británico, continental europeo, japonés y, por supuesto, norteamericano a partir de la Primera Guerra del Opio (1839-1842) en la primera mitad del siglo XIX.
El desbalance comercial entre la Gran Bretaña victoriana y la China Imperial manchú, a favor de ésta última, para la fecha arriba mencionada, obligó al Imperio británico, en expansión, buscar fórmulas que permitieran revertir esa realidad negativa que estaba incidiendo en la "arcas" del Imperio victoriano. Estando consolidada la presencia del Reino Británico en la India y controlando la producción de opio, vista la demanda del producto por la sociedad intermedia de la mitad sur de China, gracias a la británica Compañía de las Indias Orientales, autorizada por el "democrático" Parlamento inglés, se elevaron los montos de exportación de opio desde la India hacia el promisor mercado chino. El aumento de la demanda y el consumo de tan dañina droga entre la sociedad china obligó al Emperador manchú a emitir un edicto imperial prohibiendo tanto el consumo como la comercialización y su importación ordenando "quemar las existencias de opio" que se encontraban en Cantón. Tal acción soberana hizo que el Imperio británico emitiera la orden de actuar militarmente en contra de los ejércitos del Emperador chino en lo que se ha denominado como la Primera Guerra del Opio. Producto de esa derrota, la Corona británica presionó a China a firmar el "Tratado de Nanking" que obligaba al Imperio manchú a "abrir sus puertos" al comercio, a la presencia extranjera (extraterritorialidad), desde el incipiente puerto de Shanghai hasta Cantón, permitir la "evangelización" y la entrega de la isla de Hong Kong a perpetuidad sentando así las bases jurídicas para el diseño de la justificación de Estado que la expansión imperial capitalista necesitaba llevar a cabo y consolidar legalmente; es decir, China firmó, compulsivamente, un "Tratado imperialista", avalado por el Derecho Internacional Público (por supuesto, jurídicamente europeo). Años posteriores y con motivo de la "Segunda Guerra del Opio" (1856-1860), las Potencias, incluidos los Estados Unidos de América, obligaron, de nuevo al Imperio manchú, a firmar el segundo tratado imperialista: "Tratado de Tianjin" que permitió la apertura de Legaciones en Peking; la libre navegación por el rio Yangtze; apertura de otro conjunto de puertos y la autorización para que los "evangelizadores" pudiera viajar hacia el interior de China; además, de los montos correspondientes por "indemnización de guerra". Intelectualmente, consideramos, que queda establecida la diferencia entre Imperio e Imperialismo.
Hay una grande diferencia entre la forma como ambos intelectuales analizan y enfocan el tema. Pino Iturrieta lo hace desde una óptica endógena mientras que Cardozo piensa el tema desde lo exógeno. Nos explicamos. El académico se acerca al problema y lo trata "casi criollamente"; a diferencia de la internacionalista que, evidentemente, le pesa lo "eurocéntrico".
Citemos a Pino Iturrieta en frase de su análisis cuando se refiere a "…cargarse al gobierno transicional de Ramón J. Velázquez...", comentando que "…de lo cual no sólo se desprende que los líderes del imperio actúan cuando se ven con el agua en el pescuezo, sino también la existencia de elementos nacionales de toda ralea que se convierten en sus servidores…" (El Universal, p.1-8) Vayamos al derrocamiento de Rómulo Gallegos como Presidente constitucional de Venezuela por "golpe de estado". Según la documentación que reposa en el Archivo Central de la Cancillería en la Casa Amarilla, Gallegos fue invitado a realizar una "visita oficial" a los Estados Unidos de América. La visita estuvo rodeada de todo un apoyo de importantes sectores de Hollywood que veían en ese gobierno una esperanza para las sociedades post-guerra mundial y pre-macartismo. La parada en la 5ta avenida de Nueva York fue cubierta por los medios de comunicación. Después de tan tamaño éxito, el Gobierno de la Casa Blanca lo invitó a visitar una "base naval" donde le mostró el poderío naval de la Potencia imperial. Regresó Gallegos a Caracas y a los meses subsiguientes sobrevino el "golpe de estado" que derrocó al Primer Gobierno popular, democrático y solidario del siglo XX venezolano. Es seguro que Gallegos comprendió el mensaje cuando lo "invitaron" (sic) a visitar la base naval (lenguaje diplomático, diría Romero) pero era un "hombre irreductible" como el "Poeta" a diferencia de aquellos que buscaban el "poder complaciente" para conjugar un gobierno de "centro-izquierda" en "unión democrática" con la "derecha criolla y los mantuanos con la santa bendición de la Casa Blanca". Por otro lado, "…en la bibliografía de la academia estadounidense se trata con pausa el asunto (de Chávez o ¿del petróleo?), no en balde es un negocio de geopolítica que requiere la atención de los intelectuales del centro y la periferia…" (Ibidem) De acuerdo, en la terminación del "mandato popular y populoso" (sic) de George W. Bush, el Poder (Mûller Rojas dixit) ve con seria preocupación la situación internacional en los rubros: energía/petróleo; alimentos; rutas marítimas; crisis/recesión, por mencionar. Una lectura rápida al análisis realizado por Stratfor Intelligence: "The Geopolitical Diary: Blue-Skying Brazil", comprenderemos, a profundidad, como la relación "centro-periferia" propuesta por el Imperio en su política imperialista busca, con el próximo gobierno inquilino de la Casa Blanca, su acercamiento a Caracas que ya se viene "condimentando" por el Sub-Secretario Shannon.
Elsa Cardozo, internacionalista y conocedora de "asuntos de Estado, en temas de Estado", nos informa de la propuesta de Correa para "…una Organización de Estados Latinoamericanos…" (El Nacional, p. Naciòn.13), que realizara en su visita oficial a Méjico. Nos permitimos reiterar que dicha propuesta fue elevada por el Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, en Santo Domingo, en el seno de la reunión del Grupo de Río. El hecho que el Presidente Correa la rescate y la proponga ante el Presidente de Méjico, Calderón, es una solicitud, cuasi-formal, para la próxima reunión del Grupo de Río. De todas formas e independientemente de los actores proponentes, lo importante es la propuesta per se ya que implicaría un evidente distanciamiento del "centro" a favor de la "periferia". En otras palabras, sentar las bases jurídicas, políticas, económicas, etc. de países que buscan "desligarse y deslastrarse" del Imperio y de las políticas Imperialistas del "Capitalismo en su fase Globalizadora" buscando soluciones que vayan al núcleo del problema de las sociedades latinoamericanas, centroamericanas y del Caribe de la "pobreza", "alienación", "dependencia", por nombrar.
Nos recuerda Cardozo que la Unión Panamericana "…registró importantes logros, entre los que destacan el reconocimiento hemisférico del principio de no intervención…" (Idem). Dulce propósito "para los demás, pero no para mi", diría cualquier inquilino de la Casa Blanca. Consideramos que es innecesario referirse a los "hechos históricos" (recomendamos la lectura de Edward H. Carr: ¿Qué es la Historia?) que se han sucedido, casi reiteradamente hasta nuestros días, de las intervenciones que por razones de "seguridad interna/Estado" viene aplicando el Poder norteamericano en la Región. Eso se llama, respetada Cardozo, "política imperial". Pero Cardozo va mas allá cuando menciona los parabienes de "…un mecanismo de seguridad colectiva y un sistema hemisférico de protección de los derechos humanos que, hasta el presente, es el institucionalmente mejor logrado del mundo…" (Ibidem). Frase que nos suena a los actuales debates que se realizan en la Comunidad Europea sobre: Afganistán, Rusia, Kosovo, Georgia, Irán, Iraq o el secuestro del barco pesquero español en costas africanas. Contemos, a título de ejemplo, de la maravilla del mecanismo de seguridad colectiva y del respeto a los derechos humanos en la Región: Nicaragua; Cuba; Panamá; Chile; Argentina; Malvinas; Bolivia; Ecuador; Haití; República Dominicana; Puerto Rico; Venezuela y el bloqueo de La Guaira, dos (2) años después del bloqueo al puerto de Tianjin (China) por las 14 Potencias o Potencias Extranjeras como respuesta a la "Rebelión de los Boxer" contra las políticas imperialistas de los Imperios Europeos, Japonés y de los Estados Unidos de América.
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