Fue masiva la asistencia de caraqueños al parque Los Caobos y a la calle Independencia de la populosa parroquia La Vega en ocasión de la presentación de una de las agrupaciones de la Fundación del Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela (FESNOJIV). La batuta del maestro Gustavo Dudamel se convirtió en un instrumento de seducción para todos los asistentes a tan maravillosos conciertos. Los nutridos aplausos premiaron a los jóvenes ejecutantes. Queda demostrada la avidez que tiene el venezolano por la cultura.
Esta sed de cultura puede ser cubierta, en parte, cediéndole al FESNOJIV una de las frecuencias que quedan disponibles cuando el gobierno nacional se dispone democratizar el espectro radio eléctrico, iniciativa ésta que no debe ser retardada, ni dar paso atrás, ni ser negociada.
Obviando los ruidos que se generan en las trasmisiones radiales, ocasionados por problemas técnicos o meteorológicos, la mayoría de las emisoras nacionales en su programación regular se pueden considerar como generadoras de ruidos. Entonces, las que hacen falta son emisoras que emitan sonidos y en eso de generar sonidos el FESNOJIV es especialista y por cierto muy agradables al oído.
La programación de la Emisora del FESNOJIV, además de incluir todo lo que se refiera a la música, también debe incluir las diferentes expresiones culturales de nuestro país, es decir una verdadera emisora cultural.
En la propuesta del gobierno nacional esta incluida la posibilidad de limitar a tres emisoras para la conformación de los circuitos radiales y como la necesidad de masificar la cultura es a nivel nacional, además de proteger nuestras fronteras, se podría crear la emisora del Sistema de alcance nacional vía satélite Simón Bolívar.
Llegó la hora de quebrarle el cuello al latifundio mediático, de democratizar y adecentar nuestro espectro radioeléctrico nacional.
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