¿Recuerdan el amenazador regreso a clases llenito de sabotajes, de madres indignadas, del clásico ‘’con mis hijos no te metas’’? ¿Recuerdan que, según muchos expertos opositores, aquello iba a ser la gota que derramaría al vaso colmado de atropellos castro-cumbreconlosafricanos-piedadcórdoba-chavistas?
Para mi, el rotundo un frenazo con marcha atrás de tan fabuloso plan desestabilizador era todo un misterio. Habría que ser muy ingenuo para pensar que leyeron la ley y que comprendieron que no era abominable, y que, como siempre, Globovisión les había mentido.
Pero no había misterio, solo un plan bajo la manga: El Sistema UNO de Santillana. Un plan de adoctrinamiento con vaselina aprobado en asambleas de padres, por las mismas madres que juraban que sus críos jamás serían adoctrinados
La Editorial Santillana, del Grupo Prisa, esa multinacional de la desinformación, ofrece un ‘‘conjunto de soluciones educacionales’’ elaborado a la medida de cada cliente, perdón, colegio. Este consta de varios libros y de una clave de acceso a una página web donde sus niños tendrán toda la información que requerirán durante el año escolar, evitando así que se contaminen con otras informaciones no confiables.
Entre los textos encontramos un cuento para niños del primer grado que dice textualmente: ‘‘Había una vez una niña a quien le gustaba el número 3, y todo lo que tenía lo tenía de 3 en 3. Pero un día, en un período de dificultades, el gran jefe del país optó por eliminar algunos números: el 2 y, justamente también el 3. Nadie podía tener 3 de nada ni siquiera 2. ¿Qué hizo entonces la niña?…’’ No pude seguir leyendo pero supongo que la niña marchará, o mostrará su culito a modo de protesta.
Este texto para manitas blancas de primer grado es solo la punta del iceberg. Me pregunto cuántas zancadillas adoctrinantes encontrarían los responsables del Ministerio de Educación si, responsablemente, revisaran los textos que usan nuestros niños, tanto en colegios públicos como privados.
En fin, que Santillana guarimbea con vaselina. Con razón las mamás de mi cole respiran aliviadas. Con razón Evo Morales expulsó a tan conspiradora editorial de los colegios bolivianos.
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