Un candidato presidencial que desconoce las diferencias entre un telescopio y un periscopio, que los supone para usos similares. Que no sabe para que sirve un satélite, que no entiende las aplicaciones de la tecnología. Que desprecia la inteligencia de la gente, que no reconoce que el pueblo hoy después de los años de revolución ha cambiado y es otro.
Un candidato que desconoce los mínimos rudimentos de la geografía nacional, que confunde los nombres de las poblaciones a donde va a hacer campaña. Que carece de asesores que le orienten y eduquen.
Un candidato que se burla del pueblo haciendo ofertas y promesas que todo el mundo sabe no se podrán cumplir. Que miente en el mejor estilo de la cuarta republica, en la que se ofrecían el oro y el moro, puentes donde no había ríos, cien mil casitas por año y se construyeron diez mil cuasi ranchos.
Un candidato que se confiesa seguidor de las doctrinas del PP español, es decir del partido fascista de la hoy arruinada España, arrodillada ante el FMI: un candidato que responde a los intereses de la ultra derecha mundial. Al sionismo, a las ordenes de la iglesia.
Un candidato que se ha dedicado a mentirle al pueblo en materia de educación, salud, vivienda, y que cuya labor como gobernador de su estado es nefasta. Que retiro los programas del gobierno central.
Un candidato que violo una embajada, se salto a la torera tres tomos de derecho internacional publico y no reconoce haber cometido ningún delito. Un candidato delincuente pretende ser presidente.
Un candidato que no logra pronunciar un discurso coherente, que contenga ideas claras, que indique cuales son sus planes, proyectos e ideas para gobernar. Un candidato apoyado desde estados unidos y el departamento de estado, que recibe enormes cantidades de dolares para sufragar los gastos de su campaña desde el exterior, necesariamente responderá a los intereses de sus financistas y de seguro no a los del pueblo.
Un candidato cuyo amo es el gran capital imperial no puede ser presidente. No representa al pueblo, ni se ocupara de sus necesidades. Será un sirviente, un lacayo, será uno más del montón de traidores a la patria que han gobernado a muchos países del tercer mundo a favor de los amos extranjeros.
Un candidato sin amor a la patria, sin respeto por el pueblo, sin interés por los niños y niñas, por los desposeídos, por los marginados por gobernantes de su calaña, que hambrearon a la mayoría en aras de la obediencia debida a los yankys, no debe ganar una elección.
Un candidato como capriles nuestra patria no elegirá, el pueblo no entregara sus derechos conquistados en los últimos trece años a los representantes yankys. El pueblo sabe quien defiende sus intereses y los de la patria.
HASTA LA VICTORIA SIEMPRE ESTAMOS VENCIENDO
A VOTAR SIN TRIUNFALISMO EL 7 O
CHAVEZ SOMOS MILLONES
Carlo Maglione
Cmaglione@cantv.net
