No puedo negar que mi cerebro algo cansado, secuela de la ingrata senectud, no logra procesar la mentira y mucho menos una ficción reiterada que data de hace dos mil años. No logro comprender como la Iglesia Católica se edificó sobre tantas patrañas y sin embargo por el estoicismo de los feligreses, ante tantos embustes, su fe permanece incólume, a pesar de que ellos desconocen los orígenes de esta jerigonza teológica. Todo comenzó con La Biblia, pero quienes la hemos leído nos sorprende como una vulgar copia de otros libros sagrados sea un elemento generatriz del comportamiento de un grupo de devotos.
Esto lo traigo a colación ante las declaraciones de los obispos, reunidos en una especie de aquelarre llamado Conferencia Episcopal Venezolana (CEV). Me pregunto ¿de dónde sacaron estos curas hipócritas autoridad moral para hacer un juicio, por demás parcializado, del gobierno del presidente obrero MM? No puede hacer juicio alguno una iglesia edificada sobre la mentira, la inmoralidad, el asesinato, el robo, el racismo, la falsificación de documentos, el lavado de dinero, la pedofilia, el sadismo, el genocidio, la violación de derechos humanos, la complicidad con dictaduras, la mentira, la locura, la dipsomanía, la esclavitudMejor dicho, no creo que exista ningún pecado mortal, vicio o ningún delito donde los obispos, cardenales y sacerdotes, hasta papas no estén involucrados. Por si algunos fervientes feligreses creen que lo anterior se debe a mi ateísmo exacerbado vamos a desglosar algunas de aquellas denuncias comprobadas.
Robo: quienes hayanvisitado las catedrales europeas, de centro y Suramérica se habrán dado cuenta de que sus altares mayores están adornados con el oro y la plata provenientes de la sustracción (robo) de estos minerales de las minas de México, Bolivia y de otros yacimientos americanos. Cómo no escribir el negocio que la iglesia mantuvo con las reliquias falsificadas para lograr ganancias, a tal grado que en la catedral de Oviedo mantenía escondida un arca con un trozo de maná, la vara de Moisés, leche de los pechos de de María, las suelas de los zapatos de San Pedro, fragmentos del sudario, retazos de la vestidura de María y todo tipo de reliquias espurias para obtener provecho mercantil.
Falsificación de documentos: el Vaticano se apropió de una gran parte de Italia (estados pontificios) bajo la falsificación de un documento supuestamente refrendado por el emperador Constantino y el papa Silvestre. Pasado el tiempo, en siglo XII, se comprobó que tal documento era una estafa.
Violación de los derechos humanos: el Santo Oficio (la Inquisición) es una escuela de la cual aprendió el nazismo y el fascismo, es decir, la forma estructurada y organizada para violar los derechos humanos. Juicios amañados y parcializados paracondenar a inocentes a la parrilla o a una cruenta muerte sin justificación, en una religión cuyo líder (Jesús) estaba arropado por la misericordia divina.
Sadismo: el santo oficio tenían a su disposición cámaras de torturas donde existían los más cruentos aparatos para sacarle la verdad a los acusados de herejía o brujería. Esto lo hacían mediante tormentos (ordalías) los cuales estaban a la orden de los inquisidores. Muchos de estos torturadores actualmente son considerados santos y venerandos por la feligresía ignorante.
Pedofilia: los periódicos modernos constantemente reseñan tal delito. Numerosos curas pedófilos no resisten mirar con lascivia las nalgas de un carajito tierno para descargar sus bajos instintos. Con el agravante que las autoridades (la curia) se convierte en cómplice de este horrendo delito.
Esclavitud: no es un invento mío que la iglesia está comprometida en esta contravención desde la creación de los cenobios y seminarios. En estas sacras instituciones permanecían las novicias y frailes trabajando de gratis, sólo por un bocado de comida y unas sayas inmundas. Tampoco se me olvida la cantidad de indios y negros que fueron sometidos a la esclavitud en las plantaciones coloniales, cuyos dueños eran los ínclitos obreros de Dios.
Complicidad con las dictaduras: los jerarcas de la iglesia católica son los seres más acomodaticios en eso de la política. Se adaptaron muy bien con la monarquía, luego con las dictaduras, con la democracia y concualquier forma de gobierno que les asegure buenos réditos (ganancias). Los conocedores de la historias están al corriente de los mercantilizados concordatos que firmó el Vaticano con el gobierno de Hitler, con Mussolini, con las dictadores suramericanos, entre estos, con la dictadura Argentina y con el gobierno de Pinochet.
Genocidio: las cruzadas es uno de los ejemplo palpables del extermino de los hijos de Alá, con la excusa del rescate de los lugares santos. A tal grado llegó el reconocimiento de los asesinatos colectivos, que existe en el santoral un beato llamado Santiago Matamoros, quien debe este apellido por la cantidad de infieles que asesinó. Tampoco hay que olvidar que los primeros guetos judíos fueron inventados por los papas de la época medieval, obligando a los hijos de David a colocarse una estrella en su vestidura para ser identificados.
Mentiras: la historia de la religión católica está plagada de embustes, como por ejemplo la creación del mundo en siete días, la existencia del santo grial, el camino de Santiago (el mismo camino de los antiguos celtas en su peregrinación, guiados por la estrellas), el nacimiento de Jesús, las celebraciones de la fiestas católicas (estas fechas fueron tomadas de los fiesta paganas), la virginidad de María, el misterio de las tres divinas personas entre tantas falsedades que inundan los libros de teología.
Lavado de dinero: la prensa de los últimos cincuenta años nos revela los delitos financieros en los cuales ha incurrido el banco de Vaticano asociado con grupos mafiosos (recuerde el banco Ambrosiano). Actualmente el papa Francisco pretende deslastrarse de viejas prácticas de los banqueros de Dios, entre ellas el lavado de dinero, de la cual fue acusado por autoridades romana.
Podría escribir una antología de los delitos de la Iglesia Católica, una parte los reseñé en mi libro electrónico (E-book) Antología de la estupidez pero creo que, sinceramente, me quedé corto. Esta es la iglesia que prende hacerle un juicio moral al gobierno del presidente obrero MM. Lo peor de todo, en el último aquelarre de la CEV señala que la actual crisis es la pretensión del partido oficial y autoridades de la república de implantar el llamado plan de la patria. Que mala memoria tienen los ensotanados. Para refrescársela voy tomar un párrafo del libro Las venas abiertas de América Latina de Galeano y que destaco en mi obra citada anteriormente, para que los lectores aprecien la forma pacífica como fue impuesta la religión católica en América.
Antes de cada entrada militar los capitanes de la conquista debían leer a los indios, en un español que no entendían, ante un escribano público, un extenso y retórico Requerimiento que exhortaba a los aborígenes a convertirse a la santa Fe católica: Como señor del mundo, hizo donación destas islas y tierra firme del mar Océano a los católicos reyes de Castilla, con todo lo que en ellas hay, según se contiene en cierta escrituras que podéis ver si quisiéredes. Así que su Majestad es rey y señor destas islas en virtud de dicha donación. Por ende como mejor puedo os ruego y requiero que entendáis bien esto que os he dicho y toméis para entenderlo y deliberar sobre ello el tiempo que fuere justo y reconozcáis a la Iglesia por señor y superiora del universo y al sumo Pontífice llamado Papa en su nombre y a Su Majestad en su lugar como rey y consistáis que estos padres religiosos os prediquen lo susodicho. Y si así lo hiciereis haréis bien y aquello que sois tenidos y obligados, y Su Majestad y yo en su nombre os recibirá con todo amor y caridad y os dejará vuestras mujeres e hijos libres, sin servidumbre. Si no lo hiciereis, o en ello dilación maliciosamente pusiereis, certifico que con la ayuda de Dios yo entraré poderosamente contra vosotros y vos haré la guerra por todas las partes y manera que yo pudiese, y os sujetaré al yugo y obediencia de la Iglesia y de Su Majestad y tomaré vuestras mujeres e hijos y los haré esclavos, y como tales los venderé y dispondré de ellos como Su Majestad mandare, y os tomaré vuestro bienes y os haré todos los males y daños que pudiere, como vasallos que no obedecen ni quieren recibir el Señor. Y puesto que las muertes y daños que de ello merecieren, sea vuestra culpa y no de Su Majestad ni destos caballeros que conmigo vinieron. Y como os lo digo y requiero, pido el presente escribano que me lo dé por testimonio asignado.
Así fue como la Santa Iglesia Católica Apostólica Romana impuso a pañuelazo limpio la religión, por si lo olvidó la Conferencia Episcopal Venezolana.