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| Mapa |
ALERTA. Marco Polesel, director del "Movimiento Demócrata Liberal" asegura que no aceptarán que criminalicemos su intento de secesión. Les anexo un mapa donde verán como pretende arrebatar a Venezuela 11 estados occidentales, partiéndola en dos, yendo en contra de la carta magna cuyo Artículo 1 señala la "integridad territorial" como "derecho irrenunciable de la Nación", y encajando potencialmente en varios delitos del Código Penal como la traición a la patria.
Sorprende la simplonería tramposa de un patotero politicoide: "La gente piensa que Venezuela está dividida en dos, pero no es así, existen tres partes: Los chavistas, los de la MUD y los que no creen en ninguna de esas corrientes”, asevera para justificar que en el lugar del diálogo promueva el caos.
Sobre Marco Polesel y el MDL podrán conseguir con facilidad en internet su currículum sintetizado y sus conexiones con grupos de ultraderecha venezolanos en los años '90 como "Luces contra el Hampa" y entrever "casuales" relaciones con la oligarquía pinochetista desde su época de estudiante del Máster en Gestión y Políticas Públicas de la Universidad de Chile.
Pero para hablar de este ciudadano y su mesta (grupo de cuatreros que robaba ganado y quemaba sembradíos en la edad media española) que pretende denominarse "movimiento demócrata", debo contarles sobre quién es el padre de este querubín y los intereses que defiende, para que entiendan mejor de dónde le viene la perversidad:
Marco Polesel es hijo de Eddo Polesel, ex presidente de Consecomercio (1975-77) y ex presidente de Fedecámaras (1989-1991) siendo en este cargo uno de los cómplices perfectos del paquetazo neoliberal de Carlos Andrés Pérez. es decir, perteneció a esa camarilla que llevó la deuda externa a niveles inmanejables, batió contra el piso el precio del barril de petróleo y, atizó la especulación con el dólar desde Bs.4,30 a miles de bolívares por unidad. Me tocó cubrir su gestión para medios de comunicación social especializados en economía y finanzas en dos o tres oportunidades. Recuerdo especialmente como "El Caracazo" parecía a sus ojos no más un acto que mancillaba a Venezuela y sus empresarios como destino y socios potenciales de inversiones foráneas. No logro acordarme de un sólo lamento suyo hacia la matanza que se hizo contra el pueblo, ni una duda sobre la forma represiva asesina que se utilizó.
Cuando arriba el 2º Gobierno Nacional de Rafael Caldera, el empresario Eddo Polesel saca mucho provecho a su amistad con Teodoro Petkoff, ministro de Cordiplan; Werner Corrales, ministro de Comercio y Julio Sosa Rodríguez, ministro de Hacienda.
Por ejemplo, Eddo Polesel se convierte en Presidente del Consejo de Economía Nacional hacia 1997, un organismo que se suponía autónomo, apolítico y de carácter consultivo para el Poder Ejecutivo (esos años fueron los mismos en que se hizo de la devaluación del bolívar un negocio estable para las mafias empresariales que compraban dólares, que se entregaron auxilios financieros millardarios en la crisis financiera los cuales se esfumaron junto con el dinero de los ahorristas, y que se eliminó la responsabilidad de los patronos en relación con las prestaciones sociales de sus trabajadores).
Lo recuerdo en 2012 oponiéndose a la Decreto con Rango y Fuerza de Ley Orgánica del Trabajo para los Trabajadores y las Trabajadoras (nada extraño, porque esa ley progresivó los derechos de l@s trabajador@s).
Eddo Polesel insiste en sus escritos recientes que "el pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contrarié los valores, principios y garantías democráticas o menoscabe derecho Humano”.
Ya el resto del cuento escondido en esa frase disimulante del intento de golpe de Estado suave (no cooperación económica + no cooperación social + operaciones sicológicas) ustedes se lo saben de memoria.
En fin, EL MISMO EMPRESARIADO BASURA CÓMPLICE DEL EMPOBRECIMIENTO Y LA MISERIA DE UN PAÍS RICO EN RECURSOS AHORA PRETENDE PARTIRNOS EN PARCELITAS PARA DESANGRARNOS FINALMENTE.
