Revolución de la Independencia, Revolución Azul, Revolución de las Reformas, Revolución Legalista, Revolución Restauradora, son algunas de las revoluciones que se han emprendido en Venezuela, alguna de ellas triunfaron otras no, pero la que se está promoviendo ahora no tiene parangón: la REVOLUCIÓN CRISPY.
Los dirigentes políticos de la oposición en Venezuela respaldan las actuales manifestaciones contra el gobierno alegando que son estudiantes y jóvenes rebeldes que demuestran su disgusto e inconformidad con estas manifestaciones que siempre concluyen en violencia.
Ya es conocido que los insumos de estas manifestaciones violentas son transportadas en camionetas lujosas y motocicletas de grandes cilindradas, conducidas tanto por hombres como mujeres lujosamente ataviadas; insumos en los que se encuentran bolsas de basura, piedras, escombros, bombas molotov, miguelitos y cuerdas de nylon o de acero para que se decapiten motorizados.
Algunos se preguntaban cual era el motivo de tanta rabia, de tanta violencia, de porque tanta destrucción de áreas públicas, y de tantas muertes y heridas.
Ahora se sabe que los insumos, que les llevan a los “guarimberos”, estaban aliñados con drogas, por esa marihuana modificada de alta pureza que se denomina CRISPY, algo así como el maíz modificado de Monsanto y ese el carburante de esa furia que descargaban esos individuos.
Es necesario que las cosas se llamen por su nombre, al pan pan y al vino vino, nada de subterfugios ni simulaciones, estos individuos que andan en estas acciones ya no se deben denominar “guarimberos” sino “terroristas”, por lo cual las autoridades y los medios de comunicación deben tratarlos como tal.