El arroz con mango de la MUD

En nuestra República Bolivariana de Venezuela, amada y querida por muchos y maltratada y manoseada por no muy pocos, y en nuestra América Caribeña, la usanza de la expresión “arroz con mango”, es sinónimo de incombinable; desorden; lío; confusión; caos; que no van bien las cosas…Esta parece ser la triste realidad por la que atraviesa la MUD y sus acólitos nacionales e internacionales, en cuanto a lo que se debe hacer o no en la Mesa de Diálogo de Paz, propuesta y auspiciada por el presidente Maduro y su Gobierno, con el fin de enfrentar posiciones diferentes, confrontarlas y llegar a la verdad, (dialéctica), por el bien de todos/as.

Desde el principio hubo buena voluntad del lado gubernamental. No así, del lado de la MUD, que haciendo honor al título del presente artículo, y cual Hidra (monstruo acuático, forma de serpiente de muchas cabezas y aliento venenoso), no se ponían de acuerdo las cabezas opositoras pensantes y las cabezas oposicionistas no pensantes, si se sentaban a dialogar, seguían solapadamente apoyando las guarimbas terroristas asesinas y el golpe económico continuado, o haciéndose los Willys. Por fin las cabezas pensantes del Hidra deciden sentarse a dialogar en contra de las no pensantes.

Muchos opinan que esto no es más que otra pantomima de democracia ante el país y el mundo y que la verdadera intención del monstro es continuar el golpe suave sostenido hasta lograr el objetivo que no es más que salir del gobierno de Maduro y ponerle freno al avance de la izquierda en Latinoamérica, trofeo muy preciado por el imperialismo norteamericano que nunca ha dejado de inmiscuirse en nuestros asuntos utilizando a cuanto vocero reptil de pezuñas y garras encuentra para torcer nuestra verdadera realidad haciéndonos ver como estado forajido y que los despatriados apoyan a ciegas.

En marzo, los senadores, Marco Rubio, republicano, y Bill Nelson, demócrata, presentaron un proyecto de ley para imponer sanciones al gobierno venezolano, iniciativa que contó con el respaldo del presidente del Comité de Relaciones Exteriores, el demócrata, Bob Menéndez. Ahora, Roberta Jacobson, subsecretaria de estado de EEUU, para el hemisferio occidental, manifestó que “los dirigentes de la MUD, pidieron al Departamento de Estado no emitir sanciones sobre DDHH contra Venezuela y que el gobierno estadounidense dijo a una comisión del Senado que considera prematuro sancionar a funcionarios del gobierno de Venezuela denunciados por presuntas violaciones de derechos humanos y que voceros del gobierno dijeron que integrantes de la coalición opositora en Caracas, que negocia hace un mes con el gobierno de Nicolás Maduro, se lo han solicitado”.

Llama poderosamente la atención la manera serena como la Roberta hace las declaraciones y con el mayor desparpajo asegura que “" les han pedido no trabajar en ellas, las sanciones, en este momento”, por ahora, puesto que la MUD se lo pide, al tiempo que aclara que “otro sector sí quiere sanciones” y se rehúsa a dar los nombres de los involucrados.

Ante semejante declaración la MUD fijó posición a través de un comunicado dejando perfectamente claras varias cuestiones, en las que resaltan:

“La MUD trabaja por un cambio pacífico, democrático y constitucional en nuestro país. Un camino en el cual los protagonistas somos los venezolanos”.
“La comunidad internacional puede ayudarnos en esta lucha, pero en ningún caso podemos aspirar a que nos sustituya” (…)
“La MUD no cree que los ciudadanos deban pagar los fracasos y culpas del Gobierno y sufrir consecuencias perjudiciales en sus vidas, adicionales a las ya gravosas que les ocasionan las malas decisiones de las autoridades, por lo tanto ha sido consistente en su rechazo a medidas que perjudiquen al pueblo, como sanciones o embargos a toda una nación” (…)
“Eso nada tiene que ver con las consecuencias personales que los gobernantes o cualquier titular de autoridad, debe enfrentar por sus actos.(…) Nunca un vocero de la Mesa de la Unidad ha planteado a funcionario de país alguno que se dicten sanciones que hagan que el pueblo pague las culpas de sus gobernantes. Tampoco que se exonere a personas de asumir la responsabilidad que acarrea sus conducta”.

Ramón Aveledo, considera que la Roberta “debe aclarar el alcance de su respuesta, pues se presta a equívocos indeseables. Las posiciones de la Unidad son públicas y conocidas. Ningún vocero de la MUD ha solicitado a funcionario norteamericano alguno lo que hoy ha trascendido en los medios. Y si alguna organización o individuo de la sociedad civil lo ha hecho, es bajo su responsabilidad y debe asumirla”. Una mentira no tendría sentido si la verdad no fuera percibida como peligrosa, Adler.


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Elmer Montero

Licenciado en Comunicación Social,locutor,productor radial,escritor,compositor,músico,poeta.

 elmersanto@hotmail.com      @elmersanto

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