Llamar oposición política a los cabecillas de los partidos de la Cuarta República que combaten violentamente el proceso de refundación de la República, aprobada en 19 democráticas consultas populares en apenas 15 años de gobierno bolivariano, es un eufemismo detrás del cual se esconde la contrarrevolución.
Pero, el calificativo contrarrevolucionario tal vez no diga mucho a quienes no están familiarizados con la semántica o significado de esta palabra. Para su correcta comprensión puede desglosarse en las tres voces que lo componen: la preposición contra, el sustantivo masculino re y el sustantivo femenino evolución.
Evolución es una concatenación o secuencia de etapas por las que atraviesa un proceso, un ser vivo o el mismo planeta, que van de fases inferiores a fases superiores de desarrollo. La evolución es algo positivo, natural, lógico. Nuestras especies actuales, y el mismo ser humano, son producto de un largo e ininterrumpido proceso de evolución.
El contra se entiende bien, es oposición a algo, y en el caso que nos ocupa, contra la evolución, contra el progreso, contra natura, contra la ciencia…
El re indicaalgo que se repite: reciclaje, algo usado que se procesa y transforma para darle nuevo uso; refundar, volver a fundar algo que perdió legitimidad, valor, vigencia.
Luego, si agregamos la partícula re al sustantivo evolución tenemos una evolución que se repite o procesos de evolución constantes, es decir, una Revolución, proceso positivo e inevitable que beneficia al ser humano, a la naturaleza, a la vida. La Revolución industrial, producto de una revolución de la física, fundamentalmente de la mecánica, fue muy beneficiosa porque propició el desarrollo de las fuerzas productivas y, por tanto, un salto cualitativo, un progreso para la sociedad, en comparación con el poco desarrollo que tenían esas fuerzas en la gastada y caduca sociedad feudal. Fuerzas oscuras se opusieron entonces a ese salto pero fueron vencidas porque actuaron contra las leyes de las ciencias sociales y de los intereses populares, cuando las condiciones objetivas y subjetivas estaban dadas para el cambio.
La revolución científico técnica vinculada a la revolución aeronáutica permitió incursionar en el espacio cósmico… Por lo general los vendedores suelen entusiasmar a los potenciales compradores de sus mercancías asegurando que son producto de la revolución industrial o científico técnica.
Con estos antecedentes es fácil entender el carácter delictivo que significa tratar de detener, obstaculizar o destruir un proceso evolutivo, un proceso revolucionario cualquiera, ya sea físico, biológico, científico, social… Quienes pretendan hacer regresivo un proceso que beneficie a la humanidad, no se les puede llamar político, son delincuentes porque que actúan en contra de los intereses de la mayoría, en contra del progreso de la humanidad.
De manera que ese minúsculo sector extremista de la oligarquía venezolana que mediante la violencia pretende deshacerse de un presidente elegido democráticamente e intenta retrotraernos al humillante pasado de dependencia neocolonial, a ese pasado ya superado de indignidad, de ausencia de soberanía, de vergüenza nacional, no es opositora sino contrarrevolucionaria, delictiva, criminal, anti progreso, contraria a la revolución social, la única que no agrada al binomio oligarquía-imperio.
Es de dominio público que lejos de ser excluido, ese segmento contrarrevolucionario tuvo participación en el proceso constituyente, en la redacción de nuestra Constitución Bolivariana y en el referendo democrático en el que fue aprobada; también forma parte del poder legislativo (tienen diputados en la Asamblea) y del poder estadal porque han ganado espacios en gobernaciones, y también en alcaldías y concejalías. Es decir, tienen todas las garantías para ejercer sus derechos políticos sin ser molestados o reprimidos, sin riesgos para su integridad física y moral, derechos que ellos jamás garantizaron cuando fueron gobierno.
Con estos antecedentes es fácil comprender la diferencia entre un preso político y un preso contrarrevolucionario y por qué nuestro gobierno afirma que en Venezuela no existen presos políticos. No existe un solo privado de libertad condenado por ser opositor al proceso revolucionario. Pero sí hay actores políticos que cometieron delitos comunes, delitos contrarrevolucionarios y fueron juzgados y condenados.
Gracias al colectivo de Aporrea.
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