Desde hace unos cuantos meses hemos venido padeciendo las trancas que realizan diferentes sindicatos en las diferentes vías de acceso a Puerto Ordaz, cuando no son los sidoristas (de hecho los más conspicuos), son los motorizados, los de la madera o cualquier bicho de uña que quiera ralentizar el tránsito hacia esa ciudad.
Digo bicho de uña con toda propiedad, no hay otra forma de llamar a esos guarimberos, que sin conciencia gremial (Más allá de la que le da el billete), cierran a horas intempestivas desde el peaje de entrada hasta la redoma de La Piña, ocasionando un caos vehicular y las consabidas mentadas de madre de los usuarios, que ni así logran conseguir una entradita para sus trabajos o para sus hogares.
La tranca del lunes 22 ha sido una de las más virulentas, ya habían trancado el viernes 19 por más de cuatro horas, desde las vías férreas, pasando por la autopista y las trochas alternas, además quemaron cauchos (y el pavimento, de paso) y basura y ahí fue donde le escuché a uno de los “dirigentes” que el lunes cerrarían con guayas la carretera.
El lunes me enteré que habían trancado de nuevo las vías y esperaban un “chivo de Caracas” (sic) para arreglar la vaina, lo adicional fue que la oposición (la otra) volvió a salir en la avenida “liberada” de Las Américas con sus morteros y sus capuchas a pelear por Venezuela, amenazando a unos guardias nacionales que los veían plácidamente desde lejos.
Ahora viene la consabida pregunta: ¿qué carajo espera el gobierno nacional para cortar de raíz estos desmanes de grupos anárquicos que creen que pueden (y lo hacen) lo que les da la gana?, ¿será que la guarimba se institucionalizó en Venezuela y ahora seguirá habiendo una cada vez que les venga en gana?
La excesiva permisividad del Estado solo da la impresión al ciudadano común de un estado débil y proclive a los abusos como lo estamos viendo, las leyes incumplidas solo ha hecho que la gente (tirios y troyanos) se salten a la torera normativas que regulan el buen desempeño de la vida ciudadana, desmejorando la paz y desmotivando al ciudadano que no se siente protegido por el Estado.
En los tiempos que corren, donde el mundo está convulsionado, donde un país genocida, fascista y usurpador bombardea y asesina a palestinos inocentes, con el casi beneplácito de los estados del llamado primer mundo, debemos marcar las pauta que venía de tiempos del comandante y hacer de Venezuela un país fuerte, amable, pacífico y generoso, que se caracterice por cumplir y hacer cumplir las leyes y que todos los ciudadanos e instituciones hagan su trabajo bien hecho, sino, esto se lo llevó quien lo trajo.
<berhermu@gmail.com