Cualquier parecido con nuestra realidad, es pura coincidencia. Veamos que pasó en Venezuela durante los aciagos días de la postrimería del dictador Marcos Pérez Jiménez, quien a todas luces resulto un niño de pecho en comparación con el desastre actual. Para 1957, era público y notorio que en el ambiente existía inconformidad en los partidos políticos y las fuerzas armadas. Es así, como poco a poco se concatenaron acontecimientos que llevaron al régimen a un final fatal. He aquí la película completa: Un tramposo plebiscito que sólo prolongó la agonía (ahora reciclado con fachada de referéndum revocatorio, pero abortado por torpeza de sus proponentes); cambios continuos en el gabinete con sus resultados gatopardeano (pues el inquilino de Miraflores, en su desespero por retener el poder, cambia a los titulares del despacho, con la misma frecuencia con que las mujeres cambian de brumes); la otrora Junta de Censura, dirigida por Vitelio Reyes y los Hermanos Maldonado, que visitaban las redacciones de los diarios con el fin de suprimir noticias que dañaran la imagen del dictador( ahora se cumple mediante la praxis de cierre de canales de televisión y compra de medios, cuya línea editorial sea contraria al gobierno); y, por supuesto no podría faltar, aquella épica rebelión militar del 1 de enero, encabezada por el Coronel Hugo Trejo,( pero que esta vez se expresa en forma de ruidos de sables que son reprimidos por un supuesto Comando Anti-golpe que persigue y priva de libertad a quienes rechazan la descomposición ético y moral en el estamento militar) ¿Y será que nos quedamos cortos con todas estas coincidencias, cuando observamos que si tienen relación con nuestra dramática realidad?
En verdad, hay que ser bien tarado mental para no percatarse que llegamos al llegadero, y que por culpa de un gobierno incompetente que solo se interesa en perpetuarse en el poder, el país está montado sobre un barril de pólvora que podría estallar de un momento a otro, sin aviso ni protesto. Por ello, es vox populi que la única vía civilizada para recuperar la confianza en las instituciones y superar esta terrible pesadilla, no es otra que la oportuna convocatoria a elecciones generales ya, pues definitivamente este desastre no lo aguanta nadie. ¿O me equivoco? Ojo: ¿Por qué mi teléfono esta intervenido???