Todos los días, sin límite de palabras obscenas y obsesivas, el fulano "Padre" arengaba desde el púlpito virtual de su guerrerismo religioso; se investía de ínfulas de liderazgo de almas, y hasta de pretendida heroicidad. Salvo en las arengas de iglesia 2.0, el "Padre" podía salir a recorrer calles verdaderas, incendiadas por inmadureces infofrénicas o por muchachitos ansiosos de mostrar músculo de ultraviolencia, que igual nadie haría caso de su inútil presencia sin carisma. Adorado por la infofrenia e ignorado por la gente con dos dedos de frente, salió uno de estos días a buscar en el aparicionismo, el ansiado asomo de nuevas feligresías de más sencillo convencimiento, por allá, por un pueblo agobiado por las matanzas colectivas y las sepulturas ignoradas. Durante su paseo asomó el común delito mejicano, y en vez de pedir el natural auxilio a las autoridades (¿qué autoridades?), prefirió salir huyendo a la frontera imperial, y trató de cruzarla por donde aún no fuera visible el muro ofrecido por el hombre rubio de boca pequeña y mueca despreciativa.
¿Cómo es eso de que un cura venezolano es "perseguido"? ¿Por quién, si nisiquiera sabe cantar una canción como "Despacito"? ¿Acaso no está la Conferencia Episcopal para defenderlo en situaciones semejantes? ¿Los solideos rojos y violeta no defienden curas politiqueros y malhablados? ¿No se acerca el mantuanaje púrpura de legante vestimenta a los curas de barrio, por muy escuálidos que sean? ¿Pidió auxilio a la Conferencia Episcopal, el cura de barrio?
¿Y si es un "perseguido" del gobierno, no es posible que la Nunciatura Apostólica le brinde el asilo? ¿o no pidió el asilo al Vaticano? ¿La Nunciatura `prefiere brindar auxilio a otros tipos de delincuentes de más acción física? ¿Prefiere la Nunciatura otros tipos de malandros, como el violador Nixon Moreno?
Ahora el fugitivo, paria de la Iglesia Mantuana, perseguido por su devoción a "María Santísima" que lo hizo salir de paseo a tierras aztecas, otrora prefiriente de ser "mártir antes que arrodillado" al gobierno (twitter dixit), huyendo de las amenazas mexicanas, prefiere arrodillarse en el Imperio antes que ser mártir... Cosas de la fé.
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