Se fue el año 2019; año de grandes batallas del pueblo venezolano. Año de resistencia y victoria ante el acoso imperial. Se hizo evidente la unidad Cívico Militar, creación heroica de Chávez. Ha sido un año donde se ha afianzado el liderazgo del presidente Nicolás Maduro. Digno a hacer un balance sobre la obra cumplida y los distintos actores en el campo de batalla. Analizando la postura y conducta de lo que se hace llamar "oposición" en nuestro país diremos que nunca antes un sector de la política venezolana había tenido un comportamiento tan ruin y miserable como la actual dirigencia de la mal llamada oposición. Algunos dicen que es la nada. Tienen sembrada la derrota en los genes. Fracaso tras fracaso. Es una oposición EXTREMISTA COBARDE Y CORRUPTA.
Es extremista y terrorista porque han propiciado acciones violentas y guarinberas creando pánico y desolación en la población venezolana. Por otra parte se han aliado al capital financiero internacional imperialista para declarar una guerra criminal contra Venezuela. Es una dirigencia opositora que todos los días le implora al imperio que invada a nuestro país. Son los propios apátridas arrastrados al imperio del norte. Es una oposición corrupta porque se han robado los activos de la empresa CITGO Y MONOMEROS entre otros. Por igual se han robado todos los recursos que han entrado por la bendita "ayuda humanitaria". Y no hablemos de los hechos de corrupción en la cual están involucrados Juan Guiado y la mayoría de los diputados del llamado G-4, (VP, AD, Primero Justicia y UNT). Ni la gente de María Corina Machado ha quedado exenta del mar de corrupción que sacude en este momento a la menguada oposición.
La cobardía caracteriza por igual a la dirigencia de la oposición; ya que viven en un mundo de complicidad extrema y donde todos son alcahuetas. Casi todos están amarrados a la lluvia de dólares que la administración supremacista de Donald Trump envía a una oposición fracasada. Esta es la oposición que tenemos; por demás acomplejada y fracasada que ha defraudado a sus mismos seguidores hasta el punto que cunde el desaliento y escepticismo en la base opositora.
Cuando se escriba la historia política de estos tiempos habrá que decir que tuvimos una oposición RUIN, APATRIDA EXTREMISTA, COBARDE, MISERABLE, CORRUPTA Y FACISTA.