Primero fue la foto. Como la vaina les da piquiña, cuando el Inca Valero ganó el campeonato ligero del CMB hace poco más de una semana se negaron a publicar la foto del campeón con un tatuaje de la bandera venezolana y el presidente Chávez en su pecho. Lo mismo que con Magglio, se resisten a pensar que deportistas de tan altos kilates puedan mostrar su apoyo público al presidente y al gobierno bolivariano. Y como eso no les entra en la cabeza entonces tienen que arremeter contra ellos. Por eso no publicaron la foto del Inca con su tatuaje y prefirieron publicar una foto vieja.
Pero los venezolanos ya no somos los pendejos que ellos creían y en menos de lo que canta un gallo les descubrimos el engaño. Trataron de arreglar el entuerto publicando a lo largo de la semana algunas notas y publicando, ahora sí, la famosa foto. Pero el mal ya estaba hecho: nos habían escamoteado el derecho a recibir información oportuna y veraz. Díaz Rangel debe haber sentido pena ajena –seguro no fue él quien decidió publicar la foto vieja- y mandó a su periodista Hugo Prieto para que le hiciera una entrevista a nuestro campeón mundial y de alguna manera ofrecer disculpas. Una especia de desagravio, digamos. Pero la cabra siempre tira pa’l monte, como dicen en mi pueblo.
Lo cierto es que Prieto terminó cagándola más todavía porque no encontraba como entrarle al Inca, quien por lo visto no sólo es bueno para echarse unos buenos rounds a coñazo limpio con cualquiera, sino que también aguanta bien los embates verbales. Quiso el periodista minimizar a Valero diciéndole que se creía mucho y le zampó un zurdazo el Inca que todavía debe estar lelo: “no me creo el mejor, soy el mejor”, le replicó nuestro campeón. Un jabcito ahí para tantear nada más. Y así toda la entrevista, hasta que –supongo que cansado de recibir palo y ya muy desesperado, como los boxeadores que enfrenta y noquea tan fácilmente Valero- Hugo Prieto se quitó su careta, se lanzó por la calle del medio a ver si en una de esas lograba asestar un golpe de suerte que tirara a la lona al campeón y le preguntó que si lo del tatuaje era una “sugerencia” del gobierno.
Junto a los abucheos contra Magglio, no he visto mayor falta de respeto hacia un deportista de tal calibre. Debió pensar el periodista que el campeón merideño era un pendejo. Y le salió el tiro por la culata, aunque con todo y eso Valero le respondió con respeto: “yo tengo el derecho, como cualquier otro deportista y cualquier venezolano, a tener una preferencia política. Estamos en democracia, recuerda”, más o menos fue lo que le dijo. Gancho al hígado que el palangrista no encajó bien porque lo siguiente que le preguntó fue que si cobraba por hacerle esa publicidad al gobierno. “No, no cobro, lo hago de gratis porque no es por el gobierno, es por mi país, por mi patria”. Recto al pecho que sentó de culo a Prieto y conteo de protección para él.
El zurdazo a la mandíbula que dejó fuera al enviado de Últimas Noticias y lo mandó directo al hospital fue este: “cuando los colores de la banderita se empiecen a caer le echamos más pintura. Pero no se va a caer”. Claro, porque eso lo lleva el Inca Valero muy adentro. Más que con pintura, eso está pintado con sangre, sangre del pueblo, sangre de libertadores. Y contra eso no pueden un pobre loco como Prieto ni el Últimas Noticias. Gracias Inca por esta nueva gran pelea.
angito.gomez@gmail.com (*)