¿Realmente creemos en el Poder Popular?

Creer en las fuerzas transformadoras del pueblo, en su posibilidad de formular y ejecutar políticas, en su capacidad de construir la nueva institucionalidad no puede ser una expresión platónica, debe de ir mas allá de la consigna, debe convertirse en convicción profunda que se revise y se renueve constantemente. Debemos asumir estrictamente el sentido de corresponsabilidad, el elemento moral es nuestro GPS y las líneas estratégicas son las coordenadas a seguir.

No es una tarea fácil, la historia así lo demuestra, como grandes revoluciones al pasar de los años sus sociedades aun con logros importantes han derivado en sociedades insatisfechas, cansadas de las mismas consignas y los mismos discursos, sociedades donde un estado dejo de ser expresión del poder constituyente y paso a ser dirigido por una enorme burocracia que fue el invernadero donde germinó una nueva oligarquía; la antigua Unión de Republicas Socialistas Soviética (URSS) es el ejemplo mas claro, una revolución que fue el símbolo en el imaginario de todo militante; echa a mano con el esfuerzo de los obreros y campesinos; sin embargo 70 años mas tardes en una presunta nueva fase donde se hacia llamar ESTADO DE TODO EL PUEBLO la presencia de los trabajadores prácticamente había desaparecido, una sociedad asfixiada donde el desespero los llevo a perder lo que habían logrado por el sueño de una gaseosa y una hamburguesa.

Claro que no es tarea fácil, es luchar contra una cultura que en nuestras tierras tiene la misma edad de la invasión española, realmente creer en el pueblo, es afrontar el dilema robinsoniano; es inventar, es arriesgarse a equivocarse con el pueblo que equivocarnos sin él; errar seria la duda, el temor, colocarle cortapisas leguleyescas a la participación. Otras formas de errar seria entregar irresponsablemente recursos, como prueba de confianza en el Poder Popular, eso más que engaño es un reforzamiento de una cultura rentista donde la dadiva se convierte en el diezmo del estado benefactor.

Creer en el Poder Popular es poner el gobierno a disposición de la comunidad en la indagación diagnostica, en la formulación, ejecución y permanente evaluación de su plan de desarrollo comunal en consonancia con el Plan de la Patria, pero no que todo esto se convierta únicamente en recaudos, en papeles necesarios para la legalización y protocolización de los Consejos Comunales y las Comunas, en el mero objetivo propagandísticos de decir que tenemos tantos consejos y comunas constituidas.

Hagámonos unas preguntas como ejercicio para ver hasta donde hemos creído y avanzado en lo del Poder Popular; ¿Que pasaría con los Consejos Comunales y Comunas si por una situación especial del país el gobierno no pudiera financiar sus proyectos? ¿Ustedes no creen que en esta guerra económica los Consejos Comunales pudieran controlar la distribución de víveres en sus sectores? Ahí las dejo para la reflexión.

Creer en el Poder Popular no es gobernar en nombre del pueblo y para el pueblo; eso suena a democracia representativa; es afrontar la direccionalidad de la producción con el Poder Popular, es afrontar direccionalidad política con el Poder Popular; eso implica tener en la conciencia el GPS moral y de allí el sentido de corresponsabilidad, que los Consejos Comunales trasciendan el paradigma de las asociaciones de vecinos, que los Consejos de Trabajadores que tienen que nacer trasciendan el minúsculo circulo reivindicacionista y meramente economicista del viejo sindicalismos, que los Consejos Campesinos no sean visto como los mendigos del campo pidiendo tierra a los señores del ministerio, que se les respete su majestad como gobierno que son, que se les respete su potestad de actuación; cero chantaje, cero utilitarismo, que se comprenda que son espacios de integración donde se construye el nuevo estado, que el Poder Popular no es una brigada de operadores políticos presto a obedecer ordenes ni mucho menos representan a tal o cual tendencia, que aun cuado se pueda militar en el mismo partido no confundir esas instancia de gobierno con la estructura partidista; que se tenga clara convicción que como gobiernos están para formular coordinar y ejecutar políticas publicas.

Creer en el Poder Popular es transversalizar la participación popular en todos los escenarios, no es posible que en los eventos de integración internacional veamos tras la comitiva presidencial a los empresarios nacionales haciendo lobby con los empresarios de países aliados; ¿El Poder Popular donde esta?, les pongo otro caso; con el país que mantenemos mas relaciones de hermandad es con Cuba; pero ¿Cuántos convenios de intercambio de experiencias hemos realizado con el pueblo cubano?, por ejemplo el pueblo cubano aprendió a no perder nada, aprendió artesanalmente a fabricar jamón, mortadela, salchichas, aprendió a fabricar jabones, aprendió a no perder las cosechas de los frutales como el mango, aprendió a hacer piezas automotrices, a reconstruir vehículos, a fabricar alimentos para animales, y también aprendió a organizarse y defenderse; ¿Esa experiencia del pueblo cubano no es importante que nuestro Poder Popular la conozca? ¿Cuando se suscriben acuerdos que son importantes y se obvian estas "pequeñas cosas" estamos realmente creyendo en el Poder Popular?

Podemos entregar la vida heroicamente por la revolución pero de nada sirve sino no es el pueblo trabajador quien realmente sea el protagonista.

Abrebrecha y después hablamos

José Ovalles

 



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José Ovalles


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