Como revolucionario y como médico de este país, nacido en este país, tuvimos la penosa necesidad de enfrentar al señor Mario Silva García, a quien le reconocemos su aporte como defensor de la causa revolucionaria desde su programa La Hojilla, cuando descalificó la actuación de un médico venezolano, a quien ni siquiera conocía, por el hecho de “olvidar” una pinza hemostática en la cavidad abdominal de un paciente durante una intervención; error humano posible en cualquier acto quirúrgico. En ese programa, el señor Mario Silva García, blandiendo la prueba del delito, una imagen radiológica ante las cámaras de televisión, preguntó a los cuatro vientos: ¿Esta es la calidad del acto médico venezolano?
Muchos han sido los calificativos que los médicos venezolanos, revolucionarios o no, hemos tenido que soportar del conductor del programa bandera de la televisión revolucionaria venezolana. Calificativos como: mercenarios, oligarcas y mercantilistas los ha usado para referirse al médico venezolano.
Sin embargo, anoche, en su programa, vimos al camarada señor Mario Silva García colocado del bando correcto; del bando de los médicos venezolanos; de los residentes venezolanos.
Anoche fuimos testigos de un análisis muy, pero muy superficial que hizo el señor Mario Silva García en su programa La Hojilla al referirse al conflicto médico que está planteado por las sociedades de médicos internos y residentes y para sorpresa nuestra, le concedió la razón al planteamiento de los galenos. El señor Mario Silva García mostró su preocupación y hasta se preguntó el porqué de los malos salarios médicos, de la falta de seguridad social y de la poca accesibilidad de los galenos a la información médica a través de la web.
El camarada, señor Mario Silva García, acepta los motivos de los médicos para plantear el conflicto y reconoce las fallas de las autoridades de salud en enmendarlos; e invita, al mismo tiempo, al gremio, a no dejarse confundir y conducir por los senderos de la desestabilización y el golpismo como lo intentan hacer los facinerosos de siempre.
En nuestra opinión, el camarada señor Mario Silva García, ahora es cuando está comenzando a entender el problema de la salud y del grave atolladero hacia donde la ha llevado el inefable ministro Jesús María Mantilla Oliveros; repito, en mala hora designado por el camarada presidente, ministro de salud.
Señor Mario Silva García, por ahora, sólo nos resta decirle de acuerdo; de acuerdo con usted en invitar a los médicos residentes a marcar distancia de Douglas León Natera, sobre el cual hemos escrito y exhortado a nuestros jóvenes médicos a través de nuestro artículo publicado en este portal: ¡Cuidado con “Valerio” León Natera! a marcar distancia de semejante adefesio. Y a usted, a mantener contacto con esos camaradas médicos que lo han informado en torno a la materia de salud; médicos afectos al proceso que usted sabe adversan a Mantilla y que son objeto de su persecución por disentir de sus errores en materia administrativa y de planificación de salud, como era de esperarse en una persona no apta para un cargo de ministro de salud.
Sólo esperamos, que el comandante presidente haya escuchado sus reflexiones en cuanto a lo que se puede hacer en formación, información, salarios y seguridad social para los médicos y este, finalmente, pueda entender lo inconveniente que sigue siendo para el proceso revolucionario en materia de paz laboral con el sector salud, la permanencia de Jesús Mantilla Oliveros en el ministerio.
¡El que tenga oídos, que oiga!
elieceralvarado@hotmail.com
(*) Médico
