Alexis Ramírez, no te vayas a manchar las manos de sangre

Juan Veroes

Cada día la oposición política que montó, protegió y financió a las guarimbas de Mérida, están haciendo más presión para que el gobernador Alexis Ramírez, encabezando a los cuerpos policiales del Estado, elimine los focos de terroristas que todavía se mantienen atrincherados en las áreas y que “liberados por ellos”.

Craso error sería que nuestro gobernador les siguiera el juego y se enfrentara a esos asesinos aguarimbados, convirtiendo esta acción en un baño de sangre. Toda la ciudad sabe que allí se encuentran armados hasta los dientes paracos colombianos ligadas al gente del hampa común que ya han asesinado directamente a funcionarios y s gente del pueblo que ha tratado de quitar algunos objeto con el fin de ejercer su derecho de libre tránsito.

No hay que olvidar que ya el gobernador ha liderado varios intentos de limpiar las calles de escombros y basura y que ha sido la misma población quien se lo ha impedido. La lluvia de piedras y bombas molotov contra los guardias nacionales y policías del Estado, que han tratado de proteger a los obreros para que hagan dicho trabajo, han dado como resultado el de un GNB muerto y muchos heridos.

La ciudad de Mérida que ha sufrido estoicamente la agresividad brutal de los guarimberos contra el medio ambiente, contra los derechos humanos de todos los ciudadanos que no han podido ejercer su derecho constitucional al libre tránsito, su derecho a la alimentación y sobre todo su derecho a la vida, debe darle una lección a los que han apoyado, sostenido y financiado a estos paramilitares y delincuentes. Sugiero el siguiente plan de acción:

1.- Los habitantes de esas urbanizaciones y residencias donde están ubicadas las guarimbas deben nombrar una Comisión de la verdad, para que soliciten ser escuchados por los organismos del Estado, tales como: Gobernación, CLEM, Defensoría del Pueblo, Cámara de Comercio y Juez Superior.

2.-La Comisión de la verdad, debe aceptar, evaluar y comprometerse a hacer justicia y a contribuir en el pago por los daños materiales y humanos, causados durante los dos meses que han durado las fulanas guarimbas.

3.-La Comisión debe iniciar contactos con los custodios de la guarimbas para que éstos les entreguen las armas y materiales usados para construirlas y todo esto deberá ser recibidas, resguardadas y cuantificadas por las autoridades militares de la región.

4.-La Comisión en pleno acompañara a los trabajadores de la gobernación en la remoción de escombros y solicitará a los vecinos que contribuyan para su manutención mientras estén trabajando, con agua, refrescos y alimentos.

5.-Si la Comisión no se constituye y es imposible que los cuatros puntos anteriores puedan darse, entonces dejar esas guarimbas, tal como están, hasta que los habitantes de esas comunidades se organicen y sean ellos mismos quienes levanten las barricadas y saquen a los paracos que allí dejaron meter.

Lo menos que va retumbar en mis oídos son las expresiones de: “Ese chavista está loco”. “eso es imposible”. “Nosotros no nos cansamos y estamos dispuestos a morir por nuestra causa”. Bueno, después no digan que no les señalamos “un camino”, una salida honorable. Lo que si le podemos apostar es que no sacrificaremos más policías, ni guardias nacionales tratando de ayudarlos para que salgan del problema donde ustedes se metieron solitos. No es culpa de nosotros: “Si el sapo salta y se ensarta”.

Ciudadano Gobernador, lo están acusando de débil, de no tener carácter, de no tener capacidad para enfrentar el problema. No importa lo que le digan, pero no les siga el juego para que luego ellos mismos, lo acusen a usted de ser un asesino, como lo hicieron con el Comandante Chávez. Esa gente que lo odia y voto contra usted, no le van a tener ninguna consideración si ellos, por alguna razón, llegaran a tomar el poder de la nación.


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Juan Veroes


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