Los señores de la oligarquía bogotana, empezando por los del gobierno narcoparamilitar de AUV, pensaron que la decisión del Presidente Chávez de retirarse de la Comunidad Andina de Naciones a raíz de la quiebra ocasionada por la firma de los TLC por parte de Colombia y Perú con el gobierno imperialista de Mister Bush, era algo intrascendente y otra salida en falso del primer mandatario de Venezuela. Uribe, Botero, Echeverri y otros empresarios de la burguesía neogranadina desestimaron los alcances de la determinación del gobierno bolivariano, en defensa de la soberanía bolivariana y de los intereses de nuestros pueblos.
Pero ya se han dado los primeros pasos en la dirección señalada y Venezuela comunicó, mediante Carta oficial, su decisión de marginarse de la CAN, en vista de los enormes perjuicios que para su economía traerá el pacto neocolonial firmado por AUV con Bush, ampliamente favorable a las multinacionales, los conglomerados financieros y los planes imperialistas de dominación sobre América Latina, de los cuales el gobierno de Bogota es una ficha clave que, además, complementan los objetivos del Plan Colombia y sus instrumentos militares como el Plan Patriota, en aprietos dada la contundente ofensiva de la guerrilla de las FARC en el sur oriente del país.
Ahora María Cristina Iglesias, Ministra de Industrias Ligeras y Comercio de Venezuela, ha dicho claramente que Venezuela no acatará la Decisión 632, que modifica el artículo 266 de la Desición 486 y afecta el acceso a los medicamentos ya que dicha desición fue tomada por Colombia, Perú y Ecuador a espaldas de Venezuela y Bolivia, en el marco de sus arreglos subrepticios con el Departamento de Comercio de los Estados Unidos y en desarrollo de los Tratados de Libre Comercio.
Iglesias dijo que Venezuela decidió mirar al Sur, dejar atrás el coloniaje, apoyarse en la capacidad de los pueblos en materia económica y confiar en la integración.
La ministra, que calificó de "concentrados de malignidad" a los tratados de libre comercio, apuntó que con los acuerdos de Colombia y Perú con Estados Unidos la CAN fue vaciada de sus principios, que no fueron los de libre comercio sino de integración.
Asi, pues, que la cosa va en serio y con pasos muy sólidos.
Pero dado el hipocrita alboroto armado por los gobiernos cipayos de Bogota, Quito y Lima, los cuales han propiciado un verdadero escándalo continental a través de sus usinas mediáticas, distorsionando la realidad y sacándole el bulto a la responsabilidad por lo que acaba de ocurrir, el Presidente Chávez ha dicho, recogiendo una oportuna iniciativa de Evo Morales, que está dispuesto a reconsiderar su decisión de marginarse de la CAN pero con la condición de que Uribe y Toledo suspendan los TLC firmados con USA.
Propuesta bastante coherente dado el enorme perjuicio para los pueblos andinos de la firma de estos convenios con la potencia imperialista, en los que se renuncia a toda soberanía y defensa de los intereses latinoamericanos.
Obviamente la iniciativa fue descartada de plano por Uribe Vélez aduciendo falsamente que sus acuerdos con mister Danger no renuncian a la soberanía nacional colombiana, algo que no se puede creer dado la naturaleza subordinada al imperialismo del gobierno paramilitar, perfectamente confirmado con su apoyo a la invasión de Irak, a la guerra preventiva y los demás planes de dominio global norteamericano.
Uribe Vélez es “socio carnal” y una ficha clave del imperialismo gringo porque su gobierno de Estado Comunitario y sus políticas de guerra contrainsurgente, expresan perfectamente los intereses de las camarillas oligárquicas dominantes en Bogota. Uribe no representa al pueblo colombiano, es el vocero de un conglomerado conformado por narcotraficantes, paramilitares, multinacionales, banqueros, tecnócratas, cacaos y grandes empresarios, que se lucran de un régimen caracterizado por la injusticia, la exclusión, la pobreza y violencia contra los mas débiles.
Es por lo demás lo que nos permite entender el doble juego de Bogota, que simula respeto a las normas del derecho internacional, al tiempo que urde planes para asesinar al Presidente Chávez e infiltrar paramilitares al territorio bolivariano para desestabilizar la revolución y los cambios sociales que impulsa el actual gobierno.
La negativa de Uribe y su viaje relámpago a Brasil para conversar con el Presidente Lula, son movidas que requieren de mucho cuidado dada la capacidad de intriga y manipulación que caracteriza al jefe de la Casa de Nariño, quien por lo demás esta inmerso en serios escándalos internos dado el cogobierno que ejerce con los narcoparamilitares, de acuerdo con la apreciación de candidato presidencial Antanas Mockus. Uribe lo que quiere es desviar la atención para imponer su reelección por otros cuatro años más.
La actual coyuntura marcada por la crisis de la CAN es un momento oportuno para mostrarle a los pueblos que hay otras alternativas como el ALBA, modelo de integración solidaria, humanista y progresista, que no cabe en las mentes mezquinas y egoístas de las oligarquías andinas.
San Cristóbal, 25 de abril de 2006.