En primer lugar, agradezco a la extraordinaria periodista Jessica Sosa por haberme tomado en cuenta para una interesante entrevista para el portal web hinterlaces.net, en la que se quiso tratar de un tema, que desde el día de ayer he querido escribir, y que debido a las recientes decisiones que ha venido adoptando el presidente Nicolás Maduro, he querido comentar y formular algunas aproximaciones, como lo es el tema de la post pandemia.
Tal y como lo señaló Jessica en la introducción de la referida entrevista, el anuncio reciente del presidente Nicolás Maduro de la producción en masa del Carvativir (las "goticas milagrosas" de José Gregorio Hernández) el cual no ha estado exento de ataques, podría avizorar el inicio de la fase de la post pandemia, por lo menos en el caso concreto de la República Bolivariana de Venezuela.
Puedo entender que, dentro de la estrategia comunicacional del presidente, éste deba señalar que no ve en el futuro cercano el fin de la contingencia de la pandemia. Indudablemente que una situación inédita como ésta, la incertidumbre es lo que priva. Sin embargo, algunas señales que comienzan a observarse en el horizonte, aunque no muy comentadas, pudieran dar una aproximación de que la post pandemia podría darse, por lo menos en el caso concreto venezolano, en un mediano plazo.
Antes de señalar las razones de esta argumentación, debo expresar lo siguiente: He tenido la oportunidad de leer sendos trabajos de tesis post doctorales, tanto del Almirante en Jefe y Comandante Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, Remigio Ceballos Ichaso, titulada: "Venezuela Potencia paz y seguridad multidimensional. Estrategia para superar las amenazas presentes y futuras"; y "La Escalada de Tucídides. Hacia la tripolaridad", del General en Jefe, Vicepresidente Sectorial de Soberanía Política, Seguridad y Paz y Ministro del Poder Popular para la Defensa, Vladimir Padrino López. Sobre todo, en el trabajo de Padrino López, es que se da una aproximación de la post pandemia, sobre todo en términos geopolíticos a nivel internacional, en la que se infiere las razones por las que algunos apuestan a que esta no se dé, o por lo menos alargar su pronta venida y tratar de prepararse.
Señala Padrino López en su tesis post doctoral lo siguiente: "La confrontación hegemónica entre los EEUU y China se desliza sin disimulo al escenario conocido como la trampa de Tucídides. Existe la decidida y manifiesta voluntad de ir hasta lo último, una vez haya amainado la crisis pandémica. El conflicto es bifronte por cuanto la escalada se lleva simultáneamente en dos planos de guerra. Una la no convencional y de quinta generación que denominan comercial, donde China tratará de imponer sus dos nuevas Rutas de la Seda (La Ártica y la Indo Pacífico), sin descuidar el objetivo de la primigenia; al mismo tiempo, EEUU pelea para evitar a toda costa que lo logre, a riesgo de ser desplazado como primera potencia mundial. Por otra parte, hemos prospectado en esta investigación que la lucha se escenificará con toda certeza a partir del año 2021, habida cuenta que los actores en pugna ya muestran la garra militar en el escenario que hemos dado por titular: LA ESCALADA DE TUCÍDIDES".
En una próxima oportunidad, espero comentar con un poco más de detalle el trabajo del Almirante en Jefe Ceballos Ichaso. Pero lo que sí puedo señalar con propiedad es que ambos trabajos, muy bien escritos y de una extraordinaria calidad, los recomiendo ampliamente.
Pero volvamos al tema que nos ocupa, en el que espero explicarlo en términos más simples lo que observo en el horizonte y que en mi criterio, Nicolás Maduro, como digno hijo de Chávez, nos viene preparando paulatinamente, tal y como de alguna manera lo anunciamos en ediciones anteriores de esta columna, en la fase que en su momento el propio presidente Maduro denominó "Normalidad Relativa y Vigilada" y que hoy se ha traducido en el mecanismo del "7+7" que no es más que la combinación de la cuarentena radical, voluntaria, consciente y colectiva durante siete días, junto con la apertura de actividades económicas y de servicios en el país durante siete días también, a los fines de que la gente pueda combinar el tema sanitario con el tema económico, vista la economía como el modo de satisfacer las necesidades humanas, y que han sido objeto de muy intensos debates en el marco de esta pandemia.
Como otros analistas lo han expresado de mejor manera de quien esto escribe, la pandemia de la Covid 19 ha servido para desnudar en toda su dimensión y magnitud, las contradicciones de la crisis del sistema capitalista mundial. E indudablemente, la post pandemia, avizora aún mayores contradicciones y conflictos para los que hay que prepararse sin duda alguna.
Y no sólo por el tema de las grandes contracciones que presentará el PIB de las economías a nivel mundial. Sino que también hay que tomar debida nota de lo anunciado en su debida oportunidad por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que en fecha 07 de abril de 2020, señaló en su boletín que las medidas de confinamiento o de paralización total o parcial estaban afectando para la fecha a 2.700 millones de trabajadores y trabajadoras en el mundo, es decir, el 81% de la fuerza de trabajo a escala planetaria.
Esto representa una tremenda contradicción con respecto al incremento de las grandes ganancias de las transnacionales, que, pese a esta situación, se han hecho mucho más ricas. Estas contradicciones indudablemente se acentuarán cuando la pandemia sea superada a escala planetaria.
Por eso, tomando en cuenta que en el caso venezolano, cada vez que el país entra en la semana de flexibilización, se incorporan mucho más sectores económicos, de servicios, productivos, laborales, culturales, más el anuncio del carvativir y de la jornada masiva de vacunación de la Covid 19 en la República Bolivariana de Venezuela para el mes de abril de este año 2021, es que puedo inferir que el presidente Nicolás Maduro, enmarcado dentro de una estrategia comunicacional y de lo que en jerga castrense se conoce como "guía de planeamiento", nos viene preparando para el tema de lo que será la post pandemia, y de que los impactos de la recesión económica no se sientan tan fuertes en el país, tomando también en cuenta los elementos del bloqueo y del asedio económico contra el país, situación que no cambiara con la llegada de Biden a la Casa Blanca.
Pero no estaría de más que el gobierno del presidente Maduro olvide que ese necesario crecimiento y reactivación económica no puede realizarse en detrimento de las clases más vulnerables en el país. Si bien el desarrollo de las fuerzas productivas es muy importante para el crecimiento y recuperación económica en Venezuela, esto no puede realizarse o esa restitución del Estado de Bienestar que garantiza el modelo de la Revolución Bolivariana expresado en el Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia, o el Estado Comunal como lo decía Chávez, en detrimento de las políticas y conquistas sociales logradas durante 20 años por el chavismo.
Aun cuando se ha tenido que maniobrar en un escenario y con una correlación de fuerzas a nivel gubernamental internacional adversa a la izquierda y al socialismo a nivel mundial, deben las políticas gubernamentales del presidente Maduro traducirse en más poder popular y participación, claro indudablemente enmarcadas dentro de las condiciones objetivas y subjetivas del momento histórico que vivimos, visto esto si aplicáramos las categorías de análisis marxistas.
Sobre todo, porque la agenda político electoral de los próximos tres años delineada y anunciada por el presidente Maduro, en su condición de líder de la Revolución Bolivariana, tiene que ver con lo que incluso analistas de la derecha han señalado y que saben muy bien. Para lograr la estabilidad económica, dado por el conflicto geopolítico prospectado por Padrino López en su trabajo que ya comenté y cuyo antídoto plantea Ceballos Ichaso en el suyo y que en una próxima oportunidad espero poder dar más detalles, pasa necesariamente por la estabilidad política. De ahí la importancia de esa hoja de ruta anunciada por Maduro y que no podemos perder de vista ni del denominado Plan Carabobo 200.
Indudablemente en medio de esta contracción mundial, el Gobierno de Maduro ya ha tomado unas primeras decisiones, como por ejemplo la renovación del decreto de inamovilidad laboral hasta el año 2023, al que sólo le agregaría el necesario seguimiento, evaluación y contraloría social y laboral para hacerlo cumplir, porque el problema no es la medida sino el cumplimiento de la misma. La revisión y ajuste del denominado programa de Recuperación y Crecimiento Económico lanzado en el año 2018, e indudablemente algunas medidas que indudablemente por razones estratégicas, en el marco de la guerra multidimensional, no pueden ser detalladas públicamente, pero hilando fino, en el sentido de no alegar asuntos de seguridad de Estado o de la guerra contra Venezuela, para no mantener al pueblo bien informado.
Esta es pues, una primera aproximación acerca de la venida de la post pandemia, la cual iré retomando en la medida que surjan elementos que deban ser analizados y conocidos por nuestro pueblo.
Lo que si puedo señalar con propiedad, es que se avizora a mi juicio una estrategia por parte del gobierno de Maduro, por lo que también habrá que estar atentos ante las acciones de agresión y sabotaje que ciertas ejecutorias de este plan van a provocar.
Ahí se las dejo
Independencia y Patria Socialista
Viviremos y Venceremos