El Granma se hizo a la mar en la madrugada del 25 de noviembre del 1956 cargado de corazones y batallas. Su combustible, el amor, su puerto, la vida.
Aquella pequeña embarcación en la Sierra Maestra se
transformó en gigante y parió una Revolución verdadera. De sus entrañas
surgieron, como de una caja mágica, un faro que alumbra el camino, la
certeza de que es posible, la seguridad de llegar a la meta.
Diez mil líderes contenía su vientre, médicos
internacionalistas lo habitaban, militantes de la vida soñaban sobre el
Golfo de México con niños caminando alegres por las calles seguras, con
la fraternidad del humano rescatada, fundar un mundo que quizá no
verían, pero sabían que por él valía la pena dar la vida.
Cumplió su misión, desembarcó en las costas de la
patria a los Comandantes del futuro, iban serenos a enfrentarse a la
muerte, a crear la vida. Los acompañaba lo mejor de la humanidad.
En todos los países del mundo había un alma
angustiada que pedía a la Sierra Maestra que los ayudara a triunfar,
presentían que con ellos iba el destino de la humanidad, de ellos
dependía el futuro de la especie.
Aquella embarcación renace siempre que los pueblos
deciden navegar por los mares de la dignidad, cuando deciden erguirse
sobre la corcova espiritual, tomar el timón, lanzarse a la mar sin más
seguridad que la determinación de fundar o morir.
El programa Aló Presidente del domingo 13 de junio,
nos trajo una luz: el Granma
navega en las aguas del Lago de Maracaibo, llevado por
la conciencia de la Clase Obrera que asume su compromiso histórico.
Se trata de una barcaza que el capitalismo tenía en
proceso de chatarra, así le beneficiaba, así habían dejado los muelles y
embarcaciones que fueron socializados por el Gobierno Revolucionario.
Los obreros petroleros con trabajo voluntario la
rescataron, la hicieron operativa y la bautizaron Granma, en honor a la gesta
que comenzó aquella noche del 25 de noviembre en México, pero que aún no
termina.
El Granma
hoy navega y es símbolo de la marcha cierta de esta Revolución. En su
casco lleva las imágenes del Che, Fidel y el Comandante Chávez, en su
interior la decisión de su tripulación de ir hasta el final por mantener
lo conquistado, y de escalar metas superiores en la forja del Hombre
Nuevo y de la Patria Nueva.
Ahora la meta debe ser, tal como lo pidió el
Comandante Chávez en ese Aló Presidente: el Granma entrando en la Bahía de La
Habana, llevando la buena nueva al origen. Desembarcar en ese puerto un
mensaje solidario, de amor de este pueblo a los hermanos cubanos, un
mensaje de unión, de internacionalismo, que los pueblos del mundo sepan
que hay esperanzas.
La tripulación de ese viaje debe ser compuesta por
ciudadanos de la ALBA, venezolanos, cubanos, nicaragüenses, bolivianos,
islas caribeñas. Los voluntarios y apoyos pueden llamar al 0800
granma2, o al Twitter: @viajegranma.
¡Sin
Chávez no hay Socialismo!