El representante de la oposición en el Parlamento venezolano, Ismael García, sostuvo una rueda de prensa el 20 de mayo pasado en Caracas, durante la cual hizo escuchar la grabación de una conversación entre el famoso comentarista de televisión, Mario Silva y Aramis Palacios, un supuesto agente cubano de inteligencia. García no explicó cómo obtuvo la grabación de 65 minutos de duración, cuya autenticidad está por demostrarse pero cuyo contenido ha despertado ardientes reacciones tanto de seguidores del gobierno como de sus opositores. ¿Qué está pasando en realidad en las altas esferas del poder en Venezuela? ¿Está la dirección del estado realmente unida como sostiene el Presidente Nicolás Maduro? ¿Qué hará Maduro para normalizar la situación cuando la mitad del electorado votó por su opositor Henrique Capriles en la elección presidencial del pasado 14 de abril?
Si uno confía en la grabación, Mario Silva le habló a Aramis Palacios acerca de los grupos competidores dentro del campo bolivariano, encabezados, según él, por el Presidente Maduro y por Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional. Cabello, quien estaría supuestamente comprometido en actos de corrupción por un volumen de millones de dólares, no aceptaría que Hugo Chávez haya nombrado a Nicolás Maduro como sucesor y estaría tratando de voltear la cosas a su favor. Actualmente Cabello estaría fortaleciendo su posición en el ejército, los servicios de inteligencia y la policía. Su meta inmediata sería tener a alguien personalmente leal a él asignado al cargo de Ministro de Defensa. Con este propósito, se han extendido rumores para desacreditar al actual ministro, Diego Molero, en quien Chávez implícitamente confiaba. Silva también habría señalado (si uno acepta que la conversación grabada es auténtica) la “excesiva” influencia de la esposa del presidente, Cilia Flores, en la esencia de las decisiones tomadas por el jefe del estado.
Las tecnologías modernas permiten la compilación de tales “conversaciones” empleando fragmentos de cientos de entrevistas y audiciones que Mario Silva ha dirigido en el pasado. Durante un lapso de muchos años él ha participado en la contra propaganda en la televisión venezolana y ha denunciado las operaciones encubiertas de las agencias de inteligencia norteamericanas e israelíes dirigidas contra Chávez y su gobierno. También ha conseguido numerosos enemigos dentro de las filas bolivarianas, identificando a los falsos aliados, quinta columnistas y funcionarios corruptos. El periodista ha sobrevivido a varios atentados y ha tenido que contratar guardaespaldas y hasta recientemente le fue entregada un arma del arsenal militar para su defensa propia. Silva ha declarado la conversación grabada con el cubano como “forjada con la participación del Mossad” y agregó que el plan para “liquidar” su programa televisivo, La Hojilla “fue casi impecable” y logró que él perdiese su trabajo en el canal estatal de televisión.
Algunos analistas vinculan el despido de Mario Silva del canal de televisión del estado a cambios en la política interior que se están implementando de manera gradual por parte del gobierno de Maduro. Este proceso de “tender puentes” y establecer un diálogo con opositores pareciera ser forzado, pero posiblemente el sucesor de Chávez no tiene otra alternativa. La política de aflojar tensiones y de buscar socios potenciales en el campo de aquellos que no hace mucho eran vistos como opositores pareciera ser una necesidad política. La alternativa al diálogo sería la desestabilización. Hace unos días, el Presidente Maduro se reunió con los dueños de los canales de televisión Venevisión, Televén y Globovisión, Hugo Chávez consideraba a este último –canal noticioso 24 horas al día—de ser el “partido político más peligroso en Venezuela”. Un poco antes de estas reuniones, Maduro prácticamente repitió las palabras de Chávez: “Estos canales representan una enorme fuerza comunicativa. Y en el pasado emplearon esta fuerza para organizar un golpe de estado. No deben ser subestimados. Yo hablaré con sus dueños con extrema franqueza.”
La iniciativa del presidente notoriamente ha influido en la política comunicacional de los canales. Globovisión ha abandonado el tono antagonista de sus programas. La cobertura objetiva de los eventos y las invitaciones a seguidores del régimen bolivariano a participar en los programas, son cambios que todo el mundo observa. De manera visible el canal ha reducido la cantidad de tiempo dedicada a Henrique Capriles. Las declaraciones de Capriles en el sentido que él no reconoce a Maduro como presidente y sus febriles actividades haciendo contacto con elementos extremistas en Colombia y Estados Unidos para involucrarlos en operaciones dentro del territorio de Venezuela, causan grave malestar entre los opositores de Maduro con mentalidad más sobria. Ellos entienden que Capriles está preparado para hundir al país en una guerra civil debido a sus frustradas ambiciones presidencialistas.
Maduro sostuvo una serie de reuniones con empresarios en las que se discutió el grave problema de la producción alimentaria. Especialmente significativo fue el intercambio de opiniones con Lorenzo Mendoza, presidente de Polar, enorme empresa productora de alimentos la cual produce una amplia gama de productos tales como harina de maíz, arroz y hasta helados y cerveza. Según la revista Forbes, la fortuna de Mendoza de 47 años de edad, alcanza la cifra de cuatro mil millones de dólares. Lorenzo Mendoza inició su carrera en Polar como operador de montacarga; a insistencia de su padre comenzó desde la base hacia arriba con el objeto de entender cómo funciona el negocio de la familia. Actualmente unas 40 mil personas trabajan en las instalaciones de Mendoza cuyo alto nivel de beneficios sociales actúa como una suerte de “vacuna” contra las ideas bolivarianas.
Maduro invitó a ministros del sector económico a su reunión con Mendoza con el objeto de tratar problemas específicos en futuras consultas. El jefe de Polar posteriormente declaró que su conversación con el Presidente se llevó a cabo dentro de una “atmósfera cordial, abierta y no politizada.” Maduro prometió a Mendoza que el gobierno ayudará a la empresa a producir más productos alimenticios esenciales y marcas de bebidas conocidas por los venezolanos. El solo hecho de la reunión de Maduro y Mendoza, cuyo antepasado fue el primer presidente de la Venezuela independiente (Cristóbal Mendoza 1811-1812) resulta interesante que Hugo Chávez no descartó la posibilidad que en el futuro el empresario pudiera tornarse en candidato presidencial de la derecha. Ejemplos parecidos ya existen en América Latina. En Chile está el oligarca Piñera que ganó la elección presidencial; en Panamá, Martinelli ganó y en Colombia, Santos.
Del mismo modo, Maduro está tomando medidas para revitalizar su política social. Casi ha diario se producen anuncios sobre la entrega de llaves de nuevos apartamentos que se adjudican a decenas y cientos de familias, aunque la construcción de nuevas edificaciones residenciales todavía se mantiene como prioridad. El presidente le presta mucha atención a las fuerzas armadas. Hace muy poco anunció que los sueldos del personal militar serían aumentados en un 40 por ciento. Veinte mil automóviles serán adquiridos en el exterior para ser distribuidos con descuento entre oficiales.
Estas medidas del gobierno notoriamente han aplacado la polémica con la oposición. El Presidente Maduro evaluó la publicación de la conversación de Silva y Palacios como un intento de “asesinar políticamente a Diosdado Cabello.” Primero ellos, “la derecha en el país y en el exterior, quieren destruirlo moralmente y luego también físicamente.” Mientras tanto la fiscalía ha iniciado una investigación sobre la grabación, la persona con la que Silva está hablando no tiene el típico acento cubano y durante la conversación que dura más de una hora, el periodista nunca tosió, ni siguiera una vez, a pesar que este hábito suyo es bien conocido por los televidentes. El hecho que la “grabación” fuera publicada por Ismael García, quien hasta el año 2001 trabajó con Hugo Chávez pero que posteriormente cambió de lado y se unió a la oposición, también produce sospechas. Chávez lo tildó de traidor en circunstancias en que él siempre se llamó socialista y hasta fue entrenado como sindicalista en Cuba.
Actualmente García hace noticia luchando contra el gobierno bolivariano. Es bien recibido en la embajada de Estados Unidos y ha visitado ese país varias veces con grupos de venezolanos opositores. Según García él tiene “otras grabaciones guardadas en un lugar seguro” las cuales serán utilizadas por la oposición cuando llegue el momento. La política del Presidente Maduro de aliviar las relaciones con la oposición es resentida por los agentes norteamericanos e israelíes, pero en las actuales circunstancias, es la mejor táctica posible para el gobierno bolivariano.
*Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona