La Doctrina Monroe es historia, pero el Imperio ataca por todas partes

El Secretario de Estado norteamericano, John Kerry, ha anunciado el fin de la “era de la Doctrina Monroe”. El 18 de noviembre recién pasado dio un discurso de apertura sobre la asociación con América Latina en la sede de la Organización de Estados Americanos, OEA en Washington. Durante casi 200 años la política de Estados Unidos en el Hemisferio Occidental se ha basado en la doctrina denominada según el quinto presidente norteamericano, James Monroe, quien declaró que los países latinoamericanos no deberían ser vistos por las potencias europeas como objetos de colonización.

“América para los Americanos” – Estados Unidos utilizó esta consigna para enmascarar la esencia imperialista de su doctrina, la cual fue empleada durante los años de la Guerra Fría para contrarrestar la “expansión soviética”. La Doctrina Monroe ha sido empleada para justificar la represión contra revoluciones en Guatemala y Chile, para la eliminación física de líderes y para operaciones militares contra las guerrillas en Cuba, Nicaragua y otros países.

El punto central de la intervención de Kerry fue su aseveración que en las actuales condiciones históricas, Estados Unidos ve a los estados al sur del Río Grande como sus “socios igualitarios” los cuales deben “fomentar y proteger…. La democracia” – “compartir responsabilidades y cooperar en cuestiones de seguridad”. Resulta difícil interpretar estas palabras con claridad. Por una parte, Washington pareciera estar declarando que no recurrirá a la intervención armada en la región en defensa de sus “intereses vitales”. Por otra parte, las declaraciones en cuanto a “compartir responsabilidades” y a “cooperar en torno a problemas de seguridad”, suenan bastante equívocas. ¿Cooperación con quién, exactamente? ¿Contra quién? Y ¿En qué condiciones?

Sin embargo, contra quien la “cooperación en cuestiones de seguridad” sería dirigida se desprende del mismo discurso de Kerry, quien criticó a Venezuela y a Cuba. En su opinión las “instituciones democráticas están debilitadas” en Venezuela. Lo más seguro es que Washington está irritado por el hecho que la Asamblea Nacional de Venezuela votó afirmativamente para darle al Presidente Maduro poderes adicionales que él ha comenzado a aplicar para detener la guerra económica contra Venezuela (especulación y acaparamiento de productos alimenticios y socavamiento del poder adquisitivo de la moneda nacional el Bolívar). Los venezolanos están de acuerdo con las medidas que está tomando el Presidente Maduro. La autoridad de la dirección política ha crecido de manera notoria. Respecto de Cuba, el jefe del Departamento de Estado está descontento con el ritmo del proceso democrático. Kerry señaló que Estados Unidos espera que estos procesos sean más rápidos, que “el gobierno de Cuba considere una agenda de reforma política más amplia que permita a su pueblo de manera libre determinar su propio futuro”. Además, a Estados Unidos le gustaría mucho que el proceso de democratización en Cuba asuma un carácter de avalancha similar al proceso que destruyó a la URSS.

Estados Unidos ha engavetado la Doctrina Monroe, pero no ha renunciado a presionar a los países latinoamericanos o a realizar complejas operaciones para desestabilizarlos. Ataques propagandísticos se llevan a cabo contra los líderes indeseables. Torrentes de difamación se vierten contra el Presidente de Bolivia, Evo Morales, primero y principal, porque su gobierno no “hace suficientes esfuerzos” en la lucha contra el cultivo ilegal de la coca y el narcotráfico. Y esto en momentos en que las agencias de inteligencia bolivianas luchan ferozmente contra los carteles de la droga, financiados como norma a través de bancos controlados por empresarios norteamericanos y por la DEA. Así como le dan a él, Morales también les da duro, confiando en que la mejor defensa es un buen ataque. Más de una vez Morales ha planteado someter a Barack Obama a un “tribunal popular” para ser juzgado por “crímenes contra la Humanidad”. Sus acusaciones fueron las más contundentes durante su discurso ante la 68ª reunión de la Asamblea General de Naciones Unidas. El presidente boliviano sostuvo que con el objeto de mantener una posición dominante en el mundo, Estados Unidos recurre a los métodos más criminales, organizando ampliamente conspiraciones e intentos de asesinatos. Evo Morales ha reducido al mínimo los contactos con representantes de Estados Unidos, prefiriendo hacer negocios con China, países de Europa Occidental, Rusia y Bielorrusia. El presidente boliviano ha advertido que “si nos vemos en la necesidad, cerraremos del todo la embajada de Estados Unidos.”

Washington nunca ha cesado en sus actividades hostiles contra Ecuador. Luego que la CIA fracasó en su intento de salir del Presidente Rafael Correa utilizando a agentes de la policía ecuatoriana, la embajada norteamericana no escatima esfuerzos para “reformarlo”. Adam Namm, el embajador norteamericano en Quito, criticó al Presidente Correa por cultivar relaciones más estrechas con Rusia y Bielorrusia. La respuesta no se hizo esperar, “no me sorprenden las declaraciones de Namm, él es un diplomático nuevo en todo esto. Ecuador no le pedirá permiso a nadie para sostener relaciones soberanas con cualquier país si así lo desea.” Es suficiente con ver cuantos países donde absolutamente no hay elecciones pero tienen relaciones privilegiadas con Estados Unidos. ¡Monarquías absolutas! ¡De manera que basta! ¡No somos colonia de nadie! “Mientras yo sea presidente de este país, no habrá neocolonialismo.” Los duros comentarios de Correa en torno a las declaraciones de Obama acerca del “excepcionalismo del pueblo norteamericano” que se supone que está preocupado en proteger los intereses de “toda la humanidad”, resultan también notorios. El Presidente de Ecuador comparó estos alegatos con la “política nazi” del Tercer Reich.

Durante el mes de octubre Correa visitó Rusia donde entre otras cosas discutió cuestiones sobre cooperación militar y embarques de armamento ruso hacia Ecuador, en particular sistemas de defensa antiaérea como también un envío adicional de helicópteros de transporte Mi-171E. Rusia está interesada en implementar varios grandes proyectos gasíferos y petrolíferos con Ecuador. Por otra parte, los ecuatorianos están discutiendo la posibilidad de intensificar la cooperación militar con China; también ha sido propuesta la contratación de especialistas chinos para la construcción de una refinería de petróleo (Refinería del Pacífico) para ser terminada el año 2017. Actualmente existen 60 compañías chinas trabajando en Ecuador en proyectos de desarrollo minero y construcción de estructuras viales. Todo esto causa suma preocupación a Washington de ahí el por qué las actividades de las agencias norteamericanas de inteligencia se han intensificado en Ecuador. De acuerdo con el portal Contrainjerencia.com durante los años 2012 y 2013 el personal de la CIA estacionado en Ecuador se duplicó. Los agentes con experiencia en operaciones subversivas en América Latina están siendo enviados a Ecuador, tales como U. Mozdierz, M. Haeger, D. Robb, H. Bronke Fulton, D. Hernández, N. Weber, A. Saunders, D. Sims, C. Buzzard, M. Kendrick y otros.

Los problemas que en este momento tiene Washington con Brasil y Argentina debido a las escandalosas revelaciones acerca de la intervención de los teléfonos de Dilma Rousseff y de Cristina Fernández de Kirchner, están aun por resolverse. Los norteamericanos aun no se han disculpado por el espionaje total en estos países. Además, el espionaje no ha sido detenido, más bien lo han hecho más sutil, obligando a los servicios de inteligencia nacionales a desarrollar medidas conjuntas para combatir las operaciones de la CIA, la NSA y la inteligencia militar de Estados Unidos. El mismo modo, se están tomando medidas para crear un sistema para luchar contra el espionaje electrónico dentro del marco de la Unión de Naciones Suramericanas, UNASUR. En México y los países de Centro América y de la Cuenca del Caribe, la inteligencia norteamericana dirige las cosas casi sin ninguna interferencia a menos que se considere a Cuba y a Nicaragua cuyas agencias de inteligencia ocasionalmente asestan duros golpes contra la red de agentes de la CIA.

Hoy en día la tarea más importante para los militares y agencias de inteligencia de Estados Unidos es mantener el control sobre Honduras, país al cual con frecuencia se refieren como el “portaviones inhundible” de Estados Unidos en América Central. Ya existen bases militares norteamericanas ubicadas en territorio de Honduras, pero el Pentágono está planificando construir nuevas bases aéreas y navales. La cínica interferencia de Washington en la campaña electoral que se realizó recientemente, es una señal adicional de parte del gobierno de Obama hacia América Latina en el sentido que protegerá sus intereses a cualquier costo. Ningún otro resultado sería aceptable para nosotros.

“El hombre de Estados Unidos” en las elecciones de Honduras es Juan Orlando Hernández, candidato del conservador Partido Nacional. Durante más de tres años encabezó el Congreso Nacional y contribuyó grandemente a la consolidación de las fuerzas políticas hostiles al ex presidente Manuel Zelaya y su esposa Xiomara Castro. Ella era la principal competidora en las elecciones como candidata del Partido Libertad y Refundación, LIBRE de signo centro-izquierdista. Hernández apoyó el golpe de estado de los militares el año 2009 que produjo el derrocamiento de Zelaya y mantiene estrechos contactos con los militares y promueve la expansión de las funciones de “seguridad” del personal militar incluso en la lucha contra el narcotráfico.

Para la embajada norteamericana impedir que Xiomara Castro llegara al poder era una cuestión de principio. Los próximos desarrollos mostrarán cómo se resolverá el asunto. En una entrevista con la emisora Radio Globo, Manuel Zelaya señaló que “Xiomara ha triunfado en la lucha por el puesto de presidenta de la república. Ellos –el Tribunal Supremo Electoral de Honduras—están robando la victoria de Xiomara Castro. Las cuentas del Tribunal no resisten el análisis estadístico. Nosotros no reconocemos esos resultados, los rechazamos.”

Lisa Kubiske, funcionaria de la embajada norteamericana en Honduras, interfirió activamente el proceso electoral con el objeto de garantizar la victoria de Hernández. En la realidad, ella es la principal rival de Xiomara Castro. Si la embajada norteamericana será capaz de asegurar el acceso de Hernández al poder, está por verse en el futuro cercano. Pero ya circula la información en los medios internacionales que en el proceso de recuento de votos, él va ganando por un amplio margen.


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Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona


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Nil Nikandrov

Periodista y analista político escribiendo frecuentemente en la revista rusa internet Strategic Culture Foundation.

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