De acuerdo a como vienen desarrollándose los últimos acontecimientos, todo parase indicar que el gobierno norteamericano decidió quitarse los guantes de seda de la diplomacia, y ahora arremete con todos los hierros contra la revolución que Hugo Chávez inició en 1998. ¿Acaso 18 contundentes victorias electorales de un total de 19 comicios realizados en Venezuela, no son suficientes razones para que la CIA y el Pentágono hayan descartado la institución del sufragio, como mecanismo de sustitución del proceso socialista bolivariano? Y conste que otras veces el Congreso Norteamericano, empujado por fuerza de las circunstancias, haya tenido que conformarse agarrando aunque sea fallo, pues en otras ocasiones lo hizo ensayando formulas distintas a la ocupación militar, o utilizando opositores rabiosos que hagan imposible el normal desenvolvimiento de la gobernabilidad.
Están caídos de una mata los que piensan que el fin mediato de guarimbas y barricadas, sean sacar a Maduro en forma instantánea antes del 2019, o impedir que Diosdado Cabello sea el sucesor cuando concluya el periodo presidencial. Y porque conocemos las monstruosidades del imperio, no por ello estamos dispuestos a correr como gallinas despavoridas, pues también sabemos que a ese imperio decadente lo derrotaron en forma humillante en Viet-Nan y en Bahía Cochino. Por tanto, en nada debe sorprendernos que la actual conspiración organizada y financiada desde el exterior, tenga carácter multifacético y esté atacando en varias direcciones con objetivos muy concretos. Pero igualito le vamos a reventar el trasero, porque jamás podrán contra la fortaleza de un pueblo y su ejército decididos a tener patria.
A tal grado de agresividad llegó la conjura contra el poder popular, y tantas son las cochinas marramuncias de esa oposición desquiciada, que hicieron que el dialogo muriera al nacer. Por ello y otras tantas razones, afirmamos que el único posible arreglo con el fascismo, sería ofrecerles en bandeja de plata la cabeza de la revolución. Lo demás es gastar pólvora en zamuros.
Nadie mejor que el Ministro Rodríguez Torres, nos ha proporcionado una clara lectura del cuadro irracional que presentan estos grupos aislados que intentan incendiar el país, y a quienes por traidores a la patria, el Libertador les habría aplicado la pena de muerte. Por otra parte, el titular de la cartera de Interior y Justicia, quien no anda cuidando puesto y con valentía defiende el proceso, también ha dicho que debemos estar alerta sobre los enormes riesgos de una oposición fascistas armada hasta los dientes y dispuesta a tomar la calle para bañar de sangre el mapa venezolano.
Y mientras el país vive momentos de angustia por culpa de unos cuantos focos terroristas, del otro lado del océano, los voceros del gobierno norteamericano continúan enviando mensajes con destino a los cuarteles. Mediante declaraciones insolentes tratan de intimidar a la oficialidad con esa cantaleta de que delitos de lesa humanidad no prescriben, y en consecuencia deberían cuidar su pellejo. Igualmente, con cantos de sirenas estimulan apetitos de poder, para lo cual recomiendan las ventajas de administrar el gobierno sin intromisión de civiles. Y frente a todo este zaperoco de espanto y brinco, valdría la pena preguntarles a los integrantes de la MUD: ¿Les habrá pasado en su mente que por andar de necios forzando la barra, podrían perder todos los accesos a cargos de elección popular? O será que les apetece más comerse un cable pelado.