Pese a la feroz campaña negativa que sobre Venezuela se ha desatado en los últimos tiempos, la tasa de desempleo se ubica por debajo de los dos dígitos; y cerca del 80 por ciento posee su trabajo formal. Pese a la dura guerra económica que ha tocado el aparato productivo del país, podemos observar el continuo y serio trabajo del gobierno por palear la crisis y de incentivar a la suma de voluntades para forjar nuestra propia economía capaz de sobrellevar los embates de los mercados internacionales, mayormente regidos por un sistema egoísta y de intereses muy peculiares de transnacionales poderosas. Son muchos las voces agoreras que ventilan sus quejas, sus inquietudes, sus temores; sin embargo, en la unidad, en la esperanza, se avizora el triunfo del pueblo sobre la guerra económica y sobre una derecha nacional e internacional que ha esmerado todo su esfuerzo es en tratar de derrocar el gobierno del presidente Nicolás Maduro y desaparecer la revolución Bolivariana y Chavista.
Pese a la cantidad de ataques psicológicos, pese a sus odios y sus expansiones por sus medios virulentos y manipuladores, nosotros tenemos que poner la vista en neutralizar el bachaqueo interno que socava las fibras de la economía familiar y que ha creado las molestias en colas e irritación de unos y depresión en otros. Vamos a apuntar contra los delincuentes especuladores, los delincuentes, acaparadores, los delincuentes revendedores y los delincuentes e insensibles que les esconden los alimentos y productos a los venezolanos.
Grandes mafias se han venido creando en algunas panaderías, en algunas carnicerías y algunos mercados. Llegó la hora que el pueblo organizado, los Clap, las Ubch, voluntades del pueblo honesto y trabajador, maximicemos la vigilancia, la denuncia, el seguimiento a la contraloría e inteligencia social, para neutralizar y hacer que las autoridades y leyes competentes logren actuar con mano de hierro dentro del marco constitucional y con respeto a los derechos humanos como siempre lo ha venido haciendo…, ya todo tocó techo y organizadamente estaremos enderezando la economía nacional que, muy lamentable, se vio plagada de empresarios inescrupulosos y un bachaqueo delictivo…, venceremos.
LOS ULTIMOS DIAS hemos podido observar cómo al imperio y las grandes potencias bélicas del mundo se les ha escapado el monstruo de la jaula. Los ataques terroristas han brotado en algunas partes del mundo con la más devastadora muestra de inhumanidad, la crueldad más cruda y las miserias más soterrada del ser. Todo producto del mundo violento generado por los grandes países, los llamados del primer mundo. Son ellos las primeras naciones productoras y distribuidoras de armamento, son los Consorcios mundiales que hacen su negocio con las guerras. Es estados Unidos quien vende las armas y ahora se han visto varias acciones contra gente inocente. Estos acontecimientos lo seguiremos con ojo avizor porque siempre del imperio hay que dudar y de sus empresas de la comunicación mundial, los hechos han sido muy seguidos y en diferentes partes del orbe. Después que Bush derribó las Torres Gemelas, y luego de destruir a Irak y Libia, cualquier cosa podrían realizar para justificar sus fines malévolos.