En la actual coyuntura combinación de factores y circunstancias que caracterizan la situación por la que atraviesa la revolución bolivariana, guerra económica, procedimientos administrativos y diplomáticos, maniobras que USA utiliza, contra cualquier país, Estado o nación, que pretenda hacer valer su independencia y autodeterminación. Al Presidente Obrero Nicolás Maduro, elegido por las mayorías, le tocó tomar el testigo del proceso revolucionario, de cambio de sistema, del capitalismo al socialismo, decisión que ha sido torpedeada desde los factores de la política internacional, por aquellas representaciones que le hacen coro a las pretensiones hegemónicas del imperialismo surgido al fortalecerse el neoliberalismo en el sistema que se pretende global y se configuró apenas finalizada la confrontación URSS-USA durante la Guerra Fría, y reconfigurándose a mayor escala el avance de las intervenciones continentales, que llenan de crímenes de guerra América Central y América del Sur, a partir de los gobiernos representativos del Pacto de Punto Fijo, que eclosionaron en 1998.
La política interna e internacional toma un nuevo proyecto, de refundación de la patria, y profundización de la independencia. El Comandante Chávez, levantó de nuevo las banderas libertarias y progresistas como un faro que emitió señales a todos los pueblos de la región y el mundo, despejando las tinieblas que oscurecieron por largas décadas una visión más allá de nuestros confines, en una audaz jugada, logró alianzas geoestratégicas a escala mundial, en nombre de la República Bolivariana de Venezuela tendió puentes de entendimiento en una estrategia de larga duración, que se desarrolló por etapas y dio sus primeros frutos en la población que asumió un rol de vanguardia, poniéndose al frente, junto a su líder, para enfrentarse al imperialismo en su fase capitalista (Lenin, 1916), que ya en retirada, en sus últimos estertores, arrastra con devastadoras consecuencias a las civilizaciones.
En Venezuela se ha llevado al límite el uso y abuso por los medios, de una crisis virtual, se dice que la verdadera crisis que vive la humanidad es la crisis de valores, que como un tsunami impacta directamente en la cultura, inyectada de antivalores, a partir del siglo XV, hasta que en un primer intento, se le pone fin a una etapa de tutelaje político, las independencias sucesivas permiten un primer intento por una segunda refundación de la República, sin embargo, sujetos a los controles económicos y financieros por las potencias europeas en la segunda mitad del siglo XIX. El liberalismo fue ganando nuevamente espacio entre las nuevas élites en el poder, y el pueblo seguía hundiéndose en la marginalidad. Habíamos pasado de una etapa de Estado absolutistas, a regímenes teñidos de modernidad, dando espasmódicos saltos, desde una tradición secular, y un pensamiento liberal; y de seguidas atrapados por la ominosa expansión por el destino manifiesto, especie de mandato supremo sobre los pueblos de la tierra, bajo la absoluta dictadura de los Estados Unidos de Norteamérica, en poco menos de un siglo, se cumplió el vaticinio del Libertador Simón Bolívar.
Resueltos a vencer, a luchar, a dar la batalla en todos los frentes, pacíficos hasta donde alcance los recursos constitucionales, por la vía de la resolución de los conflictos. Todo dentro de nuestro marco jurídico constitucional, con nuestra participación política soberana, dentro del sistema democrático, de respeto a las instituciones, a no ser sometido por resolución alguna que pretenda menoscabar nuestra independencia. El pensamiento anglosajón, creyéndose dueño del destino de los países que conforman las tres américas, en un manejo absurdo para la comprensión latinoamericana. La patria grande vapuleada por gobiernos títeres, que aún pretenden parafraseando a Bolívar, dominarnos más por la ignorancia que por la fuerza. Los pueblos aguerridos y rebeldes de espíritu libertario, no se arrodilla frente a nadie, la patria es primero, el suelo sagrado donde moran nuestros ancestros, no será mancillado jamás por ninguna bota extranjera. Venezuela se respeta, no desmallaremos en llamar a la paz entre los pueblos del mundo, a que haya justicia y libertad, sin discriminación de ningún tipo. Está en peligro el bienestar de las futuras generaciones, de la convivencia y la garantía de la supervivencia de la especie humana, de una posible aniquilación total.
"Para los pueblos que buscan su identidad y reinventan la etnicidad, los enemigos son esenciales, y las enemistades potencialmente más peligrosas se darán a lo largo de las líneas de fractura existentes entre las principales civilizaciones del mundo."
Ante la escalada de violencia y ataques al Gobierno del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, que vienen golpeando sistemáticamente al pueblo, y sectores medio de la población venezolana, y de los miles, millones de distintas nacionalidades que conviven en el país. Tomó la iniciativa de crear el Sistema Popular de Distribución de Alimentos, máxima expresión de la revolución económica, con los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), y una base compuesta por los Consejos Comunales, las Ubch, Unamujer, y el FFM, certificados por el Ministerio para las Comunas y Movimientos Sociales, evitando el burocratismo y la corrupción. Fue puesto en marcha el 12 de marzo de 2016, con el fin de abastecer a toda la población, con alimentos de la dieta básica y a precios, y el llamado a la auto sustentabilidad, de manera de plantar combate a la guerra económica y financiera contra el bolsillo y las divisas, para frenar la ola especulativa con que los dueños de los medios de producción, aliados a los grandes intereses foráneos, quieren apoderarse de las riquezas materiales, e intangibles que reposan en todo el territorio nacional. Esta tierra que parió a Guaicaipuro, Bolívar, Zamora, Chávez y la lista infinita de los hombres y mujeres que a diario aportan su grano de esfuerzo y sus mayores ideales universales, recuerdan permanentemente la profunda mezcla caribe, europea, africana; emanada desde la energía del organismo inmenso, formando todo aquello que existe para nuestro regocijo en el universo. En este viaje que se transmite a lo sideral y nos lleva hacia el infinito, es donde apunta lo trascendente desde estas previas etapas.
