Nos metimos con el guapetón del barrio mayor, le buscamos peo, lo vacilábamos, le hicimos muecas, los mandamos pal carajo, yanquis de mierda. Y así pasó el tiempo, años, lustros, décadas, y aquí estamos resistiendo, rodilla en tierra, retando a los demonios que se han desatado una vez más contra la patria chica, y han logrado inocular su morbo neoliberal en la patria grande, estrechando las posibilidades al gran sueño libertario Bolivariano Martiniano, y que Chávez reivindicó apoyado en las tres raíces, el Plan de la Patria, su Golpe de Timón, la 3R3.
Y entre gallos y medianoche, amaneció y ensayaron paros, golpes preñados de buenas intenciones, sabotajes pro democráticos, atentados terroristas y guarimbas por la paz y la justicia, que solo han pretendido la obediencia y sumisión del pueblo a los designios del hermano mayor que nos sigue mostrando la zanahoria, que sigue llevándose nuestro petróleo, minerales, y continúa con planes subversivos, comprando conciencias de viejos y jóvenes militares, y con civiles desinformados, alienados, sin un plan de vida, que todo lo esperan de la madre tierra, del papa Estado, de la renta, y bajo el sistemático ataque a los principios y una historia que viene, añadiendo nuestras tradiciones indígenas, desde hace un milenio y medio, más los quinientos en que los blancos y negros, y claro está los respectivos géneros, para esta fusión y combinación biológica y cultural.
Apenas en el último siglo logramos hacernos partícipes de los nuevos derroteros que sobre todo le tocó a la izquierda definir el rumbo hacia el verdadero progreso para el pueblo, tantas veces esperanzado y tantas veces traicionado, sobre manera durante el entreguismo de la IVR a los designios del imperialismo, que tumbó presidentes e impuso dictadores, bajo un manto de impunidad, escudados tras una democracia representativa y burguesa, que sólo atendió a las elites, a la oligarquía parasitaria, que usufructuó las rentas obtenidas a través de la exportación de materias primas, recibiendo a cambio, nuevos espejitos, para mantener una ilusión de que éramos del primer mundo y podíamos codearnos con el resto de las naciones industrializadas; craso error, porque siempre nos han despreciado.
Los que se creen que, por haber sido virreinato colonial, son más europeos que el resto, criollos confundidos que actúan desde las vísceras, el instinto rapaz. Un caso que ilustra este aserto, las ingentes fortunas que han ingresado en paraísos fiscales en España, de políticos y empresarios de maletín que han fugado capitales desde Latinoamérica. Hoy debemos mirar por encima de la barda y lograr con nuestras potencialidades preservar el legado que la providencia supo depositar en los hombres y mujeres del Gloria al Bravo Pueblo. Nuestro enemigo es Trump, los republicanos y demócratas que gobiernan los EEUU, los Halcones del Pentágono, la CIA, y toda la parafernalia que el imperialismo ha creado para tomar lo que se les antoje a través de la extorción, el chantaje, la presión diplomática, el intervencionismo, y con los eternos lacayos, los hijos e hijas de Santander, que buscan por órdenes de Washington, propiciar algún falso positivo, para poder acelerar la escalada y poner en práctica la 5ª fase de la operación que se viene ejecutando desde hace dos décadas.
Este escenario debe ser observado en su conjunto, tomando en cuenta la situación nacional y regional, y el impacto que ha surtido un efecto de perturbación para los planes con miras al Nuevo Orden Global, cuyas coordenadas atraviesan por el ecuador, donde los reales y peligrosos contendientes para ese establishment, son los chinos, los rusos, los iraníes, los coreanos del norte, los socialistas, comunistas y progresistas del resto del mundo, en momentos en los cuales la ecuación se aproxima a su giro de 180º, cuando los muchos que son pobres en la Tierra, ya se están deslastrando del yugo de los pocos que son ricos, y se vienen en picada, junto a la milenaria Iglesia de la cristiandad, pie de amigo en que se han refugiado los perversos personajes de la historia reciente.
El momento de la transición hacia un nuevo mundo lleno de posibilidades para toda la humanidad está amaneciendo; es el tiempo de la paz, no de más guerras, de la reflexión sobre la reversión del daño que se le ha ocasionados a la Pacha Mama, de evitar la autoaniquilación de la única especie inteligente del sistema solar, otras habrá más allá, y no está lejos el día del gran evento cósmico, pluriversal, trascendental para los seres en conciencia, que buscan el sendero del bien sin mirar a quien.
Todos los grupos, las sociedades, las culturas, las civilizaciones, más allá de la propia etnicidad, medramos por igual en la naturaleza que nos ha dotado de los recursos indispensables para la vida, para los seres que habitamos este planeta. No podemos aceptar en este siglo, después de milenios de historia, de millones de años transcurridos en que los humanos hemos transitado y estamos en permanente movilidad por él, en la dinámica que es la existencia, que sólo un 1% de la población mundial, pretenda seguir abrogándose la única y exclusiva franquicia de la explotación y el espurio recurso de un mitológico dios que les otorgó el destino de la humanidad en sus manos, y solo ellos son los responsables de conducir al rebaño hacia los derroteros, imponiéndolos oblación tras sacrificio, mientras observamos a diario cómo padecen pueblos enteros en pobreza extrema, las calamidades, enfermedades y sufrimientos por la depredación de los países capitalistas, que han consumido lo que le correspondió, y ahora vienen por lo nuestro; el agua, la tierra, el aire, la biodiversidad.
Los que se creen amos y señores del mundo, con sus corporaciones mercenarias, con sus siervos ávidos de más capitalismo, al cual le vendieron el alma, y vacíos de sentimientos altruistas, humanistas, vienen sedientos de sangre, contaminando todo a su paso, con carbón, monóxido y nitratos, con los que siguen devastando la tierra, la única nave espacial por ahora.
