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La revolución venezolana es aristocrática y el dólar es su valor burgués. La caída de EEUU

Europa y Asia, le dieron una respuesta al mundo del comercio y la industria para frenar y minar la estructura burguesa que de manera radical cercenaba los temas de la realidad, igualdad y fraternidad entre las comunidades aldeanas desde el Peñón de Gibraltar hasta la misma Rusia. Se buscaba el acceso a la tierra con sus recursos complementarios para lograr un acceso confiable a los recursos que por obligación el Estado debía otorgar para descansar sus proyectos en una experiencia netamente campesina.

Los movimientos revolucionarios se han dirigido hacia afuera, no hacia adentro. O en otras palabras, favorecer al pueblo transcurridos unos años de cambio social para aburguesarse y romper las cadenas hacia el futuro hasta llegar a la represión socialista o comunista, en vez de ejercer el tránsito hacia una democracia socialista que sea ejemplo a las comunidades.

Una vez que el Partido Comunista asuma el poder debe favorecer a la sociedad civil y al campesinado y mostrar una tendencia colaboracionista para lograr la interacción de las fuerzas económicas y políticas para hacer más manejable la historia política de la región y avanzar más en un contexto político e ideológico.

La miseria, carencia de servicios públicos, agua y luz, a la vez salario bajo y explotación masiva de los ciudadanos no bastan de por sí para crear una situación revolucionaria, porque todo va a depender de una estructura social y agroalimentaria y, en este sentido se supone que el área militar tiene control sobre el territorio y no ligado a la institucionalidad civil del Estado porque trae problemas de gobernanza. Fidel Alejandro Castro Ruz, Ernesto Guevara De La Serna, Daniel Ortega Saavedra y Hugo Rafael Chávez Frías son ejemplos claros de esta humildad en el ejercicio del poder y nuestro amigo argentino, el pelusa Diego Armando Maradona que supo representar ese doble papel, el de ayudar a una patria hermana y su actitud como futbolista. Son ejemplos a seguir.

Venezuela refleja una escena general de miseria y, se hace importante asumir un nuevo liderazgo con nuevos estrategas en el poder, el presidente Nicolás Maduro Moros hace mucho en ventilar situaciones tocantes a los gobernadores y alcaldes.

La revolución debe ser pública y a plena voz. Es una larga marcha territorial que acarrea tareas netamente revolucionarias.

La aristocracia ha sido muy astuta y significativa en mover sus contactos. Suman puntos para desfavorecer la democracia y, utiliza a la burguesía para favorecer al capitalismo mediante el control del mercado y los grupos afines al gobierno para fortalecer su estrato superior de poder.

Hay que trabajar para cimentar a la sociedad en un plano real de la lucha de clases planteada por los viejos teóricos.

En un principio se tomo el eje Roma- Berlín- Tokio como una pretensión internacionalista con fines de establecer un nuevo orden mundial.. De esta manera bajo un oscurantismo y una dirección indiscutible se creó una unidad monolítica o un mundo unificado para romper con los sueños de Napoleón y ver una Europa unificada. Pero, los países imperiales fracasaron en este empeño y sin quimeras, Francia se ofreció para liderizar cualquier argumento que les favorezca a cambio de oro o petróleo, de allí la expresión tan cruel de Emmanuelle Macron contra el pide oro y pelusa, Diego Armando Maradona.

En este continente, debemos regresar al federalismo y unificar los Estado para que el liberalismo con banderas extranjeras y sin ninguna nación que los represente, nos lleve sumisos a una nueva esclavitud. De un momento a otro, bajo la autoridad y el gobierno de una potencia dominadora y cimera alguien buscara tener derecho sobre nuestra soberanía, ya no me refiero al continente, sino a mí país, Venezuela.

Creo como profesional y escritor que el marxismo democrático nos ha gobernado desde lo doctrinal, pero, hay hombres que desean dominarnos desde un caudillismo y totalitarismo, quiere tener mayor gloria, poderío y fortaleza de los Estados respectivos que orientan el Poder Comunal. Pero, rechazo el comunismo como forma de control político, el marxismo es dialectico, más el comunismo es una fuerza de poder cerrada.

Necesitamos de la historia, es necesario olvidar el pasado y poseer de nuevo un sentimiento nacionalista de lucha y fervor popular, tenemos derecho pleno de vivir en libertad y tener una base nacionalista preexistente con un sentimiento puro de patriotismo.

Los demócratas imperiales son débiles en materia de defensa, tienen miedo y, además no pueden salirse de las casillas, los republicanos también fracasaron con Donald Trump porque rompió con las estrategias de alto riesgo y Barak Obama conocedor de los barrios estadounidenses manejo todos los peones para quebrar en una ofensiva no militar de Trump quien en el pasado derrotó en los colegios electorales a Hillary Clinton. Es la dialéctica marxista, pero, hay otra órbita política que quiere derrotar a los norteamericanos en su propia fuente de poder, es el terrorismo de base que asumió liderazgo desde el famoso 11- S. Juan Guaido destrozó toda la armería de Trump por utilizar la mentira y producir globos en cada Estado confederado y buscar quebrantar la unidad del pueblo venezolano a su principal icono de fuerza, me refiero al comandante Hugo Chávez Frías, en consecuencia los chinos hicieron el resto de la historia, ya conocida en los laboratorios, como era eliminar los movimientos migratorios con bacterias, aprovechando las mismas fuerzas de Donald.

Estados Unidos ha limitado y debilitado sus influencias más que cualquier otra época de su historia. Nadie tiene que buscar en ese país que será juzgado duramente por Jehová en momentos cruciales de una realidad galáctica.

Nunca Donald Trump debió escuchar a Diego Borges y a Juan Guaido, símbolos de la estafa más grandes de Venezuela y culpable de la muerte de casi 659jovenes que salieron a la calle a guarimbas y de 420 presos en las mazmorras del gobierno bolivariano.



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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

 emvesua@gmail.com

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