La crisis de los alimentos, que se encuentra en plena fase de inicio, produce titulares en los medios internacionales y monopolizan la atención, hay otros anuncios que tienen la misma envergadura, parte del descalabro financiero global, el caso que ocupa este artículo, es el control sobre los bancos y las transacciones financieras, de parte de las autoridades.
El sector financiero pierde atractivo, el lastre producido por las pérdidas tras la crisis hipotecaria, ahora se ata a los controles cada vez más exigentes y complejos, que dificultará transacciones a medida que los mercados evolucionen. Basilea II, Solvencia II, Sarbanex-Oxley, MiFID, la normativa financiera francesa y la japonesa, son los controles que deben cumplir.
Un estudio de Ernst & Young, reveló que más de la mitad de los bancos consultados aseguran que el costo operativo se elevará, lo que producirá merma en las posibles ganancias de cada entidad. No se recuperan los bancos de las pérdidas con las “subprime”, cuando ya hablan de merma en las ganancias, por las regulaciones.
El proceso de aplicar los controles, para evitar nuevos colapsos, pérdidas o quiebre de entidades, que generen crisis como la que se tiene actualmente, consta de implementación de nuevos equipos, formación y entrenamiento de personal, significa inversión para rescatar el sistema y ponerlo en funcionamiento óptimo, un proceso que será largo, necesitará de inyección de capital, que no estará disponible para ese fin, por lo menos en año y medio. Los bancos serían una mala inversión en estos momentos.
No es todo, los entes reguladores, exigirán a las empresas financieras, mayores reservas para respaldar los productos, en el caso de que el valor de estos caigan en su cotización, existan fondos producidos por el mercado, para hacer frente a los riesgos excesivos.
Los anuncios continúan restando interés de parte los inversionistas, sobre el sector financiero, el coordinador del comité de Basilea II, en la Asociación de Bancos de México, dijo a la prensa que los acuerdos para la regulación no serán posibles en ese país, por lo menos hasta 2011, por ahora sólo han podido obligar a los bancos a ahorrar entre 5% y 15% de sus ingresos fijos trimestrales, para protegerse contra riesgos.
La eficiencia es un factor que se pone en tela de juicio, las autoridades dicen que la falta de esta cualidad, debido a que los mercados evolucionaron técnicamente, fue un ingrediente que produjo la crisis hipotecaria, mientras los banqueros se defienden al señalar, que los excesivos controles atentan contra la eficiencia que tienen.
La reforma financiera presentada por Henry Paulson, Secretario del Tesoro de EEUU, actualiza las normas que datan desde 1930, esa propuesta creará nuevos métodos de supervisión y actualiza el funcionamiento de los supervisores de la FED y la SEC, el propósito es evitar nuevos descalabros. El efecto de la medida, es la repulsión de parte de inversionistas liberales y buscadores de instrumentos de renta variable.
Por su parte, Charles Plosser, de la FED de Filadelfia, advirtió que los mercados tendrán que solucionar gran parte de sus problemas, una afirmación que se confronta a la política intervencionista de Ben Bernanke, presidente de la FED de EEUU, Plosser prefiere que el mercado se corrija y que carguen con las pérdidas los responsables de la crisis, su advertencia fue para los que esperan que la Reserva Federal continúe interviniendo y salvando bancos, que quiebran por la falta de previsiones.
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