Para allá salió el piromaniaco con su consorte. El mismo que dijo que estaba dispuesto a incendiar la ciudad, aunque no dijo qué ciudad. Fue que pensó como el conejo cuando pega veloz carrera y resuelve devolverse a cerciorarse qué corrió y lo atrapa el zorro. Lo que, en el caso del holgazán equivale a que a mitad de la “carrera” de palabras huecas, se le vino a la mente el compromiso adquirido con una dama de alta alcurnia para acompañarla al altar, convenio mediante al juramento de no disolver “…lo que el señor unió”. En este caso, el zorro es él.
No obstante la aparente rapidez en la rectificación, aquí sí funcionó el subconsciente del hombre. Acató el consejo de ARS publicidad: “Déjenos pensar por Ud…”. Prefirió darle cumplimiento al compromiso con los “demócratas” de la cruz gamada de Santa Cruz; Beni y Pando, allá en la Bolivia de la DEMOCRACIA participativa de Evo Morales. Allá en la llamada “media luna” por los separatistas, fascistas, y no importa si pecamos de redundancia, asesinos, encabezados por el usurpador de toda Santa Cruz y sus recursos: Branco Marinkovic.
Llegado el hombre, “toque técnico” y de paso a la vieja Europa, la media luna de miel se convirtió en candela y muerte. Deduce uno que el hombre se llevó el encendedor y la mecha con los que incendiaría “…esta ciudad”. Se dio su doble gusto: el de miel y el de las llamaradas que, como mejor piromaniaco, es el que aparentemente disfruta con mayor fruición
El hombre llegó vio, arrojó la mecha y siguió. Pero el General Trigo no lo identificó como venezolano. “Es que se parece a Branco. Tiene los mismos y suaves ademanes del “amable” bienhechor de Santa Cruz. No se parecen en nada a Chávez”. Se disculpó el mandamás de los sufridos militares, echados a la jauría, con todo y su inocencia, por el poco importa de Trigo, mientras no sea Chávez quien intervenga en “los asuntos internos de Bolivia”, donde la población y sus humildes soldados están siendo asesinados por las manos ensangrentadas de los prefectos de la llamada “media luna” y sus compinches fascistas y mercenarios de los países limítrofes, que son contratados para “ayudar” a resolver los problemas que “nosotros debemos resolver”, como lo dijo el General Trigo. “Bienvenidos los mercenarios, sicarios y paramilitares”. No importa que no sean bolivianos, exclamó el General, en franca contradicción consigo mismo.
Luego entonces, como este no es el mensaje del mercenario venezolano, mucho menos de sicarios o paracos, nos comprometemos, con nuestros compatriotas que piden por la paz en nuestros continente, a reformar la valentía de los hombres y mujeres de Bolivia, con su valiente líder, Evo Morales a la cabeza.
El nuestro, es el “granito” de voluntad y firmeza que se agrega a la marejada de solicitudes para que, por fin, prevalezca la paz en nuestros países. Para que el imperialismo norteamericano y sus pitiyanquis entiendan, de una vez por todas, que también los que vivimos en el sur, merecemos respeto. Que los que poblamos esta parte del mundo también despertamos. Aprendimos a llevar la cuenta de las vidas que nos arrebata la avaricia. También a defenderlas. Sabemos que, cuando los asesinos le gritan asesina a la paz, es porque ellos la hirieron de muerte.
¡Que viva Bolivia!
Patria, Socialismo o barbarie. ¡Venceremos!
*pedromendez_bna@yahoo.es