Fuera Micheletti

Parecía un cuento de terror. ¿Cómo era posible que, con diferencias mínimas, lo que pasó en Venezuela el 11 de abril de 2001, se repitiera en Honduras? No obstante, algo semejante habría de ocurrir una vez que el gobierno de Washington se negara a perder otro espacio en territorio americano.

Con base en lo anterior, en el momento en que a países como Venezuela, Ecuador, Argentina y Brasil, Guatemala y Honduras llegaron gobernantes progresistas que no quisieron que sus pueblos siguieran siendo explotados y así sentenciados a la pobreza, en Honduras, se planificó un vulgar golpe de Estado.

Cuando Micheletti toma el poder, Zelaya es secuestrado, llevado a la fuerza, ilegítima y vilmente. Luego, todos los países del mundo repudian semejante atropello.

Asimismo, la OEA y la Comunidad Europea sancionan las acciones del oportunista con pinta de extranjero, y expulsan el país de Honduras de la Organización de los Estados Americanos.

Por lo menos, en el momento en que escribo estas líneas con la esperanza de que no lo esté cuando se publiquen, por más de diez días el Presidente de facto se mantiene en el lugar del mandatario Zelaya. Aquél se niega a deponer sus negras intenciones, debido a que se cree muy poderoso con el apoyo de los radicales de la Casa Blanca y de la CIA, quienes le piden que resista.

En definitiva, Micheletti y sus secuaces hacen lo mismo que Carmona Estanga y los golpistas venezolanos, que secuestran al presidente constitucional, para, luego, con suma mediocridad, simular su renuncia. El alto clero, siempre al lado de los fascistas de turno, los apoya; mientras el pueblo hondureño, sin que perder el aliento vital le importe, gallardamente, reclama a su Mandatario.

De igual modo, como pasó aquí, los medios fingen una realidad y al mismo tiempo callan la verdad, cuando responden a intereses económicos que están por encima de la vida misma, la justicia y la equidad. Después de esto, ya nadie puede confiar en ellos. ¿Y quién confía en lo dicho por oportunistas? Esos días 11 y 12 de abril, cuando se llevaron al mandatario Chávez, pocos en aquel tiempo reconocieron que se trataba de un golpe de Estado.

Lo peor fue que en territorio venezolano, algunos insensatos juristas hablaron de vacío de poder. ¿Qué dirán ahora cuando los países que conforman el Alba actuaron denunciando la arbitrariedad y a esa actuación se le sumó el mundo, desaprobando la injustificada arremetida contra Zelaya? Resulta curioso cómo los que apoyan a Micheletti en suelo hondureño llevan signos y símbolos que los identifican con el gobierno israelita que desafió a la ONU y al planeta entero, cuando atacó la Franja de Gaza y se llevó en su ataque más de mil palestinos cuyas muertes no quedarán impunes.

Lo acaecido en Honduras nos permite vernos en ese espejo en que los hilos de gobiernos extranjeros se mueven cuando sus intereses económicos se ven afectados, después de que se gestan revoluciones que les impiden seguir exprimiendo a los habitantes de los países que se cansan de ser ahorcados por los que acaparan sus bienes mientras que los muchos nacidos en tales tierras, o en la circunstancia referida, la mayoría de hondureños, en la miseria, sobreviven.


isabelrivero70@hotmail.com


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Isabel Rivero

Licenciada en Letras de la UCV. Estudios en Lingüística y Análisis del discurso. Articulista de opinión de UN de 2002 hasta 2013. En la actualidad, artìculista del Cuatro F, Ciudad Ccs y VEA .

 @isabelrivero70

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